Este martes 10 de diciembre de 2013, se conmemoró a nivel planetario el DÍA INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS, así proclamado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidades (ONU), en 1950.
Dos años antes, en 1948, se había proclamado la Declaración Universal de los Derechos Humanos, instrumento egregio del Derecho Internacional al cual Costa Rica, atinadamente, se adhirió desde un inicio.
Sin embargo, duro es reconocer que hoy en día y en materia de Derechos Laborales, que son Derechos Humanos, Costa Rica exhibe grandes deudas morales y éticas.
Nuestro país tiene un gigantesco “saldo deudor” en cuanto honrar para su clase trabajadora, de manera plena, el contenido No. 23 de esa Declaración Universal de los Derechos Humanos que hoy motiva la celebración del DÍA INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS:
1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses”.
Pero, ¿qué tenemos hoy en día, a propósito de la celebración del DÍA INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS?
Un 8.5% de compatriotas con hambre. Alto desempleo: llegando al 18 % según entidades de renombre y prestigio.
Trabajo “esclavo”: unas 107 mil personas sin un solo derecho laboral, ni lo mínimo de lo mínimo.
Casi un 62% de la población trabajadora asalariada sufre la violación de, al menos, uno de esos derechos laborales mínimos.
Salarios mínimos que no alcanzan para un nivel de calidad de vida digno.
Graves violaciones a la Libertad Sindical en las empresas privadas, mientras el empresariado sí puede asociarse en sus sindicatos que se denominan cámaras.
Se agiganta la desigualdad y se polariza la sociedad desde la perspectiva de la concentración de la riqueza.
No hay duda: nos queda mucho camino por recorrer en este crucial ámbito de los Derechos Humanos que son los Derechos Laborales; y el actual Gobierno, ya casi por desaparecer, se llevará el triste record de haber incrementado, en muy notable cifra, ese gran saldo pendiente que tenemos en materia de Derechos Humanos, que son las violaciones a las leyes laborales sufridas por la mayoría de la clase trabajadora costarricense.