En relación con el funcionamiento de la Contraloria General de la República Declara lo siguiente

Producto de lo anterior, el ente contralor ha vivido momentos de gran dinamismo, de cambios importantes; y también, momentos de pasividad y de incertidumbre. Pero tanto cuando la entidad ha vivido momentos de gran prestigio, como cuando se ha visto cuestionada o bien disminuida, sus funcionarios y sus funcionarias, en su gran mayoría, han estado al margen, sin tener en sí un papel preponderante y manteniéndose a la expectativa de lo que el jerarca de turno decida que hacer; convirtiéndose en el espectador más cercano y que si bien en momentos puede ser beneficiado como en otros perjudicados, no ha dejado de ser un simple espectador.

Sin embargo, dada una serie de circunstancias por todos conocidas, un numeroso grupo del personal de la entidad contralora, decidió dejar de lado ese rol de espectador y con sentido crítico y bajo la figura de una seccional de la ANEP, pretende ser una organización laboral que, guiada bajo la premisa de buscar mejores rumbos para la Contraloría General de la República y su personal, busca mitigar el efecto pernicioso que dentro de la organización, pudieran generar aquellas decisiones nacidas al margen de lo dispuesto en el marco jurídico, legal y ético que rige a la Contraloría General de la República, con la complicidad acomodaticia, pasiva ó activa, que genera el vaivén del nombramiento de los jerarcas.

Ni por asomo pretendemos que la jerarquía nombrada por los órganos competentes no asuma su responsabilidad de guiar a la entidad de acuerdo a su personalidad, ni de organizarla conforme a su objetivo; pero sí estamos dispuesto a velar para que esa guía y objetivo sean para el bien del país, de la organización en sí y de sus funcionarios y funcionarias. No estamos dispuestos a que se vuelvan a presentar ocurrencias irracionales como las de pretender hacer en nuestra institución un “overhault” a ¡¡100 kilómetros por hora!!, por demás de enorme costo económico para las golpeadas arcas públicas.

Hoy, como organización laboral preocupada por el accionar institucional y aún en estos momentos en que la Asamblea Legislativa esta en un “impasse” en el nombramiento del nuevo contralor o contralora, nos sentimos en la obligación de exigir a quien tome las riendas de la Contraloría, en el campo interno de la institución, lo siguiente:

– Respeto al marco jurídico, legal y ético que rige a esta Contraloría General de la República; respeto a la carrera administrativa dentro de la CGR. ¡No más concursos mixtos ni la definición antojadiza de requisitos para cada concurso que se promociones dentro de la institución.

– Claridad en torno a las decisiones que tome en relación con la estructura orgánica que debe prevalecer en la Contraloría. Para ello, en todos los casos debe realizarse un estudio integral de puestos y determinar el número de funcionarios que se requieren para atender las crecientes demandas de labores que confronta la Contraloría día con día. Por supuesto que este estudio debe considerar esa demanda y de manera seria y objetivas ya que la Contraloría General de la República tiene insuficiente cantidad de fiscalizadores para atender su labor sustantiva.

– Procurar una solución rápida a la situación que enfrenta una gran cantidad de funcionarios que están realizando funciones más allá de las que les corresponden y a los cuales, a pesar de vivir esa situación desde hace ya varios años, no se les ha hecho el respectivo estudio de reasignación de puestos.

– Procurar la adecuada dotación de recursos tecnológicos para los fiscalizadores que ejecutan el trabajo de campo en cada institución pública, que le permita poder realizar sus funciones de la manera mucha más efectiva de la que se realiza ahora..

– El establecimiento de salarios competitivos.

Para el accionar externo de la entidad, queremos solicitarle al nuevo jerarca desde la perspectiva de la organización nacional de ANEP que pueda considerar lo siguiente:

1. Establecer un Foro Permanente de Participación Ciudadana

Consideramos que la Contraloría no debe estar aislada de la ciudadanía ni de los grupos de la sociedad civil, ya que al fin es al pueblo al que le debe rendir cuentas del uso eficiente y eficaz de los de los bienes y servicios públicos, así como garantizar la correcta gestión en las instituciones públicas.

En tal sentido sería conveniente establecer este espacio sistemático de diálogo para que los ciudadanos y ciudadanas y los grupos de la sociedad civil puedan intercambiar criterios sobre la misma función contralora o sobre la gestión de las instituciones públicas. Puede ser un espacio para que los funcionarios conozcan sobre la problemática nacional desde una perspectiva de los grupos de la sociedad civil, sin necesariamente asumir compromisos más allá de lo ético y legal.

Se podrían promover giras regionales para que los ciudadanos conozcan que hace la Contraloría y puedan hacer denuncias, de haber hechos irregulares, en los campos de acción de las instituciones ubicadas en cada región de nuestro país.

2. Lucha contra la corrupción

Los actos de corrupción detectados en los últimos tiempos hacen pensar que la Contraloría debe establecer nuevos métodos de fiscalización y control que permitan ir más allá del tipo de trabajo que se ha venido realizando, ya que se denota que la corrupción ha permeado a un considerable grupo de las más altas autoridades públicas y los sistemas actuales no permitieron a la Contraloría ni a las Auditorías Internas detectar estos actos ilícitos.

Por lo tanto, consideramos que el nuevo jerarca de la Contraloría debería establecer como una de sus acciones prioritarias una evaluación exhaustiva del modelo de organización y de los procesos de trabajo tanto de la Contraloría como de las Auditorías Internas, con el apoyo de expertos de Contralorías de países hermanos que han sufrido este flagelo de la corrupción para diseñar una nueva estructura para combatir más eficientemente la corrupción.

La Contraloría debe volver a ser el baluarte que fue en este campo de acción. La Ley de Control Interno y la de Enriquecimiento Ilícito le permiten impulsar esta tarea, solicitando a la Asamblea Legislativa los recursos humanos y financieros necesarios para actuar de forma oportuna.

3. Servicio de Atención de Denuncias

Si bien la Contraloría tiene actualmente una Unidad de Denuncias, consideramos que ésta debe ser fortalecida, ya que por el alto volumen de trabajo que le llega, traslada muchas de estas denuncias a las Auditorias Internas de cada entidad o bien los tiempos de investigación se prolongan.

Consideramos que el nuevo Contralor como parte de las acciones anticorrupción debe capacitar y dotar a esta unidad de más personal especializado, especialmente en el campo de la investigación de la Auditoría Forense y de Sistemas.

4. Programa Permanente de Fortalecimiento de Valores

La Contraloría debe promover una cultura nacional de honestidad e integridad. En tal sentido, debería coordinar acciones, dirigidas tanto a funcionarios públicos como a la ciudadanía en general y sea la que de el ejemplo en trasparencia.

Por medio de programas de televisión, radio, talleres, etc., en conjunto con las Universidades Públicas, el Ministerio de Educación, SINART, podría fomentar la conciencia nacional sobre los valores fundamentales que honraron a nuestros abuelos y que deben rescatarse en la función pública y privada.

La honestidad, la integridad, la rendición de cuentas de nuestros actos, deben ser fortalecidos por estos medios.

A los funcionarios y funcionarias de la Contraloría deseamos decirles que en el corto tiempo de existencia de la organización laboral en la CGR, hemos procurado que lo actuado responda a nuestra razón de existir. Ello nos ha llevado a emprender acciones y luchas para hacer que en esta Contraloría General de la República se respete el marco jurídico, legal y ético.

En algunas ocasiones se ha logrado alcanzar los objetivos, en otras se han presentado serias limitaciones. Sin embargo, hoy más que nunca estamos unidos.

Hacemos por este medio un llamado para integrarse a esta organización laboral, para que sean atendidas nuestras reivindicaciones y para que quien sea nombrado en ese puesto, se encuentre no con simples espectadores, sino con funcionarios comprometidos y dispuestos a defender la institucionalidad y a dar lo mejor de sí para que la Contraloría sea una entidad de prestigio y guía en el buen uso de los recursos asignados a la Hacienda Pública.

Finalmente, queremos recordarles muy respetuosamente a los señores y señoras diputados que en sus manos está el destino de una organización que debe jugar un rol fundamental en el rescate de la decencia y de los más altos valores morales y éticos. Rogamos que el Señor les otorge la sabiduría necesaria para elegir a la mejor persona que contribuya como Contralor o Contralora General para sacar adelante la función de control, y fiscalización operativa y evaluativa en el sector público y se convierta en un baluarte de la lucha contra la corrupción en la administración pública.

JUNTA DIRECTIVA SECCIONAL
ANEP-CONTRALORÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA

Lic. Luis Rivas Quirós
Presidente

MBA. José Antonio Gutiérrez Díaz
Vicepresidente

MBA. Rosa Maria Salazar González
Secretaria de Actas, Divulgación y Correspondencia

Danilo Bolaños Lepiz
Secretario de Formación Sindical

Lic. Antonio Calderón Porras
Secretario De Finanzas

MBA. Oscar Torres Salazar
Vocal 1

MSc. Ana Patricia Barrientos Guzmán
Vocal 2

Jorge Núñez Naranjo Bach.
Vocal 3

Sugey Monge Solano
Vocal 4

MBA. Adrian Pearson Berrick
Fiscal

ASOCIACION NACIONAL DE EMPLEADOS PUBLICOS Y PRIVADOS
ANEP

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

Edgar Morales Quesada
Secretario General Adjunto

San José, 16 de junio de 2005.

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