La cartera de Salud había solicitado para el año entrante, un total de 22 dos mil 200 cuarenta y cinco millones 980 mil colones (22.245.980.000.oo), para cubrir los requerimientos básicos mínimos y no caer en una paralización total de programas (personal recibiendo salarios pero sin poder hacer nada). Dicho monto no incluyó presupuesto para compra de equipo ni tampoco para renovar ni construir nueva infraestructura.
El Ministerio de Salud fue enfático en que resultaba imposible recortar un solo centavo de lo solicitado, pues los únicos recortes posibles más allá de la cifra pedida, implicará el despido de personal y cierre de diversos programas a cargo de tal institución, ya sea porque los desarrolla directamente (como los CEN-CINAI); o porque se ejecutan desde entes adscritos, como el CNREE, el IAFA, el INCIENSA, por ejemplo.
El Ministerio de Hacienda rebajó la cifra apuntada a 20 mil 695 millones 880 mil colones (20.695.880.000.oo), generándose el faltante para el 2004 ya indicado: mil quinientos cincuenta millones cien mil colones. A no dudarlo, la función rectora del Ministerio de Salud en el campo de la Salud, quedará sumamente debilitada, sin hablar de la frustración e incertidumbre que invadirá al personal y a sus autoridades.
Efectivamente, el recorte indicado llevará a la crisis total, prácticamente al cierre, entre otros, de los siguientes entes y programas:
1.
Los programas y proyectos a cargo del PLAN VIDA NUEVA, para atención estratégica en Salud en cantones declaradas prioritarios por su alto nivel de pobreza, abandono y marginalidad.
2.
Consejo Nacional de Rehabilitación y Educación Especial CNREE, entidad que atiende a la población discapacitada del país;
3.
los programas de prevención y combate a la drogadicción y la farmacodependencia, a cargo del Instituto Sobre Alcoholismo y Farmacodependencia IAFA); c)
4.
los programas de investigación y de educación en nutrición: a cargo del Instituto Costarricense de Investigación y Educación en Salud INCIENSA; la atención de educación y nutrición a los 125 mil niños que en edad preescolar atiende el programa CEN-CINAI.
5.
Los programas de Vigilancia en Salud, como el combate a la epidemia de dengue.
6.
Las asignaciones al Patronato Nacional de Ciegos.
Dentro del recorte indicado, sobresalen casi 900 millones de colones en salarios; 135 millones de colones en viáticos dentro del país (desplazamientos para combatir el dengue, por ejemplo); 90 millones de colones al IAFA; 25 millones de colones al CNREE;
Este grave recorte presupuestario descalifica la prédica total del Presidente de la República, Dr. Abel Pacheco de la Espriella, en cuanto a que el desvelo principal de la acción de su Gobierno son los sectores más desfavorecidos; precisamente, los que más le votaron para llevarlo a la primera magistratura del país.
Lastimosamente, el Presidente Pacheco, quien una y cientos de veces más ha alegado ser un humanista de profunda raíz socialcristiana decidió entregar la conducción de su Gobierno a la secta neoliberal que ha tenido el control de la economía del país en los últimos veinte años; y, por ende, presenciamos esta situación dolorosa de recorte presupuestario en contra de programas de gran impacto social para poblaciones de alto grado de vulnerabilidad y de marginalidad.
La ANEP moverá cielo y tierra para que se restauren los fondos cercenados al Ministerio de Salud, realizando todo un conjunto de acciones, dentro de las cuales destacan:
1.
Denuncia pública de esta situación, por todos los medios posibles.
2.
Sensibilización a los señores diputados y a las señoras diputadas, para que se restauren los fondos cercenados al Ministerio de Salud, durante la tramitación legislativa del proyecto de presupuesto que ya está en conocimiento del parlamento.
3.
Llamado a la movilización general del personal del Ministerio de Salud y sus entes adscritos para una gran marcha rumbo a la Asamblea Legislativa, en fecha por definir.
4.
Trabajo de organización de la población usuaria y beneficiaria de los programas que se cerrarán, para involucrarlos en la movilización apuntada.
Finalmente, la ANEP hace responsable de todo lo que pueda pasar, de ahora en adelante, en torno a esta peligrosa situación, al propio Presidente de la República, Dr. Abel Pacheco de la Espriella; así como a su Ministro de Hacienda, el neoliberal Alberto Dent Zeledón, quien por provenir de los sectores más adinerados del país y de mayor poder económico y político, no tiene la sensibilidad suficiente para entender las necesidades, las desesperanzas, las aflicciones y las restricciones de los y de las costarricenses más vulnerables, como los que serán afectados por el recorte abusivo y prepotente del Ministerio de Salud: los discapacitados, los ciegos, los drogadictos; pero sobre todo, los niños y las niñas que se atienden en los CEN-CINAI.
7 de setiembre del 2003.