

Tal conmemoración, en el caso costarricense, nos llega en uno de los momentos históricos de nuestra vida republicana más tristes, dolorosamente hablando, pues es la desigualdad reina total de nuestra convivencia cotidiana, prácticamente en todos los órdenes de la vida nacional: en lo social, en lo económico, en lo educativo, en libertad, en lo salarial, por ejemplo.
Pero también, ese pago abusivo de intereses de la deuda pública nos está matando también. Los programas de asistencia social, de inclusión social, de educación y de salud, de seguridad social, de nutrición, de apoyo estratégico a los sectores productivos nacionales, están sufriendo por las reducciones presupuestarias que se les imponen, pues la parte principal de la plata que se recauda es para esos intereses de la deuda; una deuda que nosotros estimamos que es impagable.
Resulta indignante la circunstancia de que en la Asamblea Legislativa se decidiera archivar un proyecto de ley destinado, precisamente, al fortalecimiento de la Inspección Laboral del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS); legislación que habría ido en la línea de las recomendaciones del señor de las Naciones Unidas, Tomoya Obokata, en su condición de Relator Especial de la ONU sobre las formas contemporáneas de la esclavitud.
El sistema Nacional de las juventudes en nuestro país, a través del tiempo ha estado bajo el control de no solo personas adultas tratando de imponer sus decisiones hacia las juventudes de nuestro país, sino que, a su vez, el Sistema Nacional de Juventudes ha estado secuestrado por intereses partidarios y esto ha incidido en que muy pocas personas jóvenes de nuestro país (de los 12 años a los 35 años), sepan que existe un Sistema Nacional de Juventudes.
Acoso laboral, un tema tabú que pocos hablan pero que muchos lloran en silencio por miedo a ser despedidos o despedidas de sus centros laborales.