¡Hay alarma en Turrialba!: “Debimos haber apoyado la huelga anterior, inclusive si durara un año. Teníamos que haber ido a la huelga los pequeños y medianos empresarios junto con sus empleados…”. No son palabras de un sindicalista. ¡Son palabras de un pequeño empresario!
Este hombre de negocios turrialbeño escribió: “A partir del 1 de julio se inicia un encarecimiento de productos de primera necesidad como corte de pelo, servicios profesionales como abogados, médicos, ingenieros topografía, dentistas, etc., etc. Viene un crecimiento del desempleo porque a partir de julio a todos los que pagamos alquiler de locales comerciales, nos van a cobrar un 13 % más por el IVA decretado por los diputados. Y lo tiene que pagar solo el inquilino, para no afectar las utilidades de los propietarios de locales, como si los que alquilan un local no tuvieran ya suficientes cargas para hacer que un negocie funcione tales como: alquiler, salarios, CCSS, INS, Municipalidad, luz y teléfono, contador, etc. Esto aumentará el desempleo y más trabajadores informales a la calle a ver cómo llevan sustento a sus familias. Hay una mayoría de negocios pequeños como: tiendas, zapaterías, sodas, etc., que ya no dan para pagar mil colones más. Habrá que sobrevivir con un empleado y eliminar los demás. Ya en este momento se cuenta en Turrialba con unos 10 locales vacíos porque cerraron. Y más lo harán en los meses siguientes. Si cada local de éstos va a dejar de dos a cuatro desempleados, que alimentaban hasta cuatro personas con su salario, ya son más de 100 personas que estarán en pobreza solo en Turrialba. Lo mismo ocurrirá cantón por cantón…”.
¡Hay alarma en Tarrazú! “Tarrazú: Progreso y Futuro. Algunos comercios en Tarrazú están colocando globos negros, que representan ‘La muerte de los negocios en Tarrazú’”.
¡Hay alarma en Liberia! “Aquí en la Ciudad de Liberia, varios centros comerciales, con locales desocupados, además localitos que están corriendo la misma suerte”. “Es un desestímulo al emprendimiento y la inversión, que ahuyenta capitales de trabajo en masa. Y espérese a julio”.
¡Hay alarma en todo lado! Los comentarios anteriores están apareciendo en cuentas de facebook de ciudadanos dedicados a actividades comerciales y productivas en varias partes del país, los cuales saben que se aproxima una fuerte contracción en el consumo, producto de la entrada en vigencia, a plenitud, del impuesto de ventas al valor agregado (IVA), en un 13 %, aplicable a una gran cantidad de bienes y de servicios que son requeridos por la mayoría de la población costarricense.
La política económica del triunvirato gobiernista PLUSC-PAC, bajo la conducción del binomio Alvarado-Piza; sus congéneres de gabinete André Garnier Kruse, Edna Camacho Mejía y Rocío Aguilar Montoya; junto a sus referentes parlamentarios más notorios, como Carlos Ricardo Benavides Jiménez, Pedro Miguel Muñoz Fonseca, Víctor Hugo Morales Mora; se ha tornado sumamente perniciosa para la enorme mayoría de la población trabajadora del país, tanto la asalariada como la no asalariada.
Los comentarios que acabamos de compartir con usted, en especial el del ciudadano comerciante de Turrialba, resultan emblemáticos en cuanto a mostrar la naturaleza del fracaso de esa política económica, misma que ha priorizado en la cuestión macrofiscal del país con una fijación fundamentalista de corte ideológico-neoliberal, por un lado; por otro, esmerándose por quedar bien con las mega-corporaciones, los consorcios empresariales de alto vuelo e, inclusive, propiciando la consolidación de esquemas de defraudación fiscal en gran escala (para beneficio del empresauriado).
En la contracara, están el gran conglomerado ciudadano víctima de esa política económica: el personal asalariado estatal (con salarios a la baja y con empleo amenazado como nunca antes), la clase trabajadora del sector privado condenada a un salario mínimo congelado como valor real en cuanto a poder de compra; y, como acabamos de constatar, ese micro-pequeño y mediano empresariado que sí es pagador puntual de impuestos; o, que es rigurosamente controlado para que los pague sin escapatoria alguna ni subterfugios legales.
¡Hay alarma en Turrialba, en Tarrazú, en Liberia… en todo lado! La indignación obrero-laboral ya más que constatada, se ve ahora potenciada por el reconocimiento proveniente de la micro-pequeña y mediana empresa, en cuanto al “debimos haber apoyado la huelga”.
Liberación, Unidad y PAC, conjuntados ahora con una misma visión ideológica en cuanto a la cuestión económica, tienen absoluta claridad de cuáles son sus objetivos estratégicos del actual momento sociohistórico del país: moldear la sociedad para la instauración definitiva de un proceso concentrador de riqueza, que calce como anillo al dedo a la prédica ideológica de los latifundios mediáticos nacionales, beneficiarios directos de un proceso de tal calibre y dictadores de la agenda económica en actual trámite parlamentario.
La enorme incógnita del momento es si habrá capacidad de una construcción sociopolítica alternativa que aglutine, mediando agenda compartida, tanta voz disonante, tanta conciencia enojada e indignada, tanta ciudadanía políticamente estafada, tanto potencial creativo, tanto ideario elaborado para la inclusión social y por la restauración de la promoción del bien común.