IVM-CCSS: el tortón del billón

Imagínese esta cantidad: ¡Un millón de millones de colones! Es decir, ¡un billón de colones! Escribamos esta cantidad en números: 1.000.000.000.000. Un uno y doce ceros. Creo que ninguno de nosotros, la gente de “los y las de abajo”, tiene idea de lo que esta gigantesca cantidad de plata significa. En realidad, es una cifra enorme, grandísima. En términos de eso que llaman macroeconomía, esa cantidad equivale a unos 3 puntos porcentuales de Producto Interno Bruto (PIB).

Nada más y nada menos esa es la cantidad, conservadoramente hablando, que dicen los y las especialistas estudiosos del asunto de pensiones IVM-CCSS, que equivale al “hueco” que hasta la fecha se ha generado y que está amenazando la sostenibilidad financiera del régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja Costarricense de Seguro Social; tanto en el corto, como en el mediano y en el largo plazo.

Es decir, que a hoy el fondo de pensiones IVM debería tener un billón de colones más de lo que ahora está en reserva, que es una cifra de unos 2 billones 200 mil millones de colones. En cifras: 2.200.000.000.000. Pero, ¿por qué estaría “faltando” ese billón de colones? (1.000.000.000.000) ¿Qué ha pasado?…

He aquí que a partir del año 2007 (por cierto, el segundo año de la Administración Arias Sánchez), el fondo IVM-CCSS “empezó” a tener problemas… pero tal fue la cantidad de problemas en el orden de sus finanzas que se fueron acumulando que ahora han detectado un “hueco” en las mismas del orden del millón de millones de colones, es decir, del billón de colones…

Pero, ¿y ahora qué?… Pues que usted, persona lectora trabajadora cotizante para IVM, ahora debe hacerse “responsable” del tortón del billón “perdido” de este fondo; poniendo más plata de su propio bolsillo para este fondo; de su bolsillo de salario congelado, empezando a pagar para llenar ese hueco, poniendo un 1% más de su salario total mensual a partir del próximo 1 de junio. ¿Le parece correcto esto a usted?…

Lo que nosotros estamos pensando es que “algo huele a podrido en Dinamarca” y, por tanto, la Junta Directiva de la CCSS, debe derogar el acuerdo que ya ha tomado, establecido de manera unilateral y prepotente para que, a cada persona trabajadora del sector privado, del sector público y del sector independiente, se le rebaje de su ingreso salarial mensual un 1% adicional, al 2.84% que ya está aportando como cuota obrera al IVM-CCSS.

Aparentemente ha habido una especie de “mala praxis” en la gestión ejecutiva de las finanzas IVM-CCSS; una “pifia” de ¡un billón de colones! y todo apunta que el problema empezó desde la Dirección Actuarial de la Caja, la cual permanece controlada por la misma gestión que generó el tortón del billón en IVM-CCSS.

La gente trabajadora asalariada de este país debe saber toda la verdad y nada más que la verdad. No debe haber impunidad. Muchísimas preguntas surgen en estos momentos: ¿cómo fueron negociados los títulos-valores comprados con fondos IVM?; ¿cómo manejó la Caja las deudas pendientes por renta con el Gobierno?; ¿cuál fue la política hipotecaria durante la crisis inmobiliaria de los años 2007-2009?; ¿cómo es que se contó y se habría contabilizado con plata que nunca existiría como la que debió haber generado la Ley de Protección de Trabajador?; ¿qué política se utilizó con la base contributiva, con las pensiones mínimas, con el cálculo de estas y las otras?, ¿cuándo fue y cuánto ha sido desde entonces, la suma de intereses acumulados de la reserva que han sido tocados para pagar pensiones?; etc., etc.

¡Qué va! Aquí, como dice el refrán popular, “hay mucha tela que cortar”. La directiva de la Caja hace mal pretendiendo con un supuesto “diálogo social”, “tapar el sol con un dedo”. Lo primero que debe hacer es derogar su acuerdo de rebajarnos el salario en un 1% a partir del próximo 1 de junio, pues seremos los inocentes los que estamos ya siendo castigados. Derogado ese acuerdo, pues que monten un real diálogo social, totalmente transparente y ampliamente participativo.

Si el IVM está “enfermo” y siendo que la directiva de la Caja fue quien lo enfermó; ella misma no puede “curarlo” y mucho menos, entre cuatro paredes en medio de gran opacidad y oscuridad. Creemos que es La Democracia de la Calle la que debe traer luz a toda esta oscuridad en que ha sido metido todo lo que tiene que ver con IVM-CCSS.

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