¡Diay! ¿Cómo va? ¿Puedo sentarme a la par suya? ¡Diay! Aquí, como todos los días. Pa’l brete. ¡Por supuesto! ¿Y usted, qué cuenta? Lo mismo. Bueno, pero hay trabajo. ¡Ah, sí! Esto es lo importante. La calle está fea. ¡Ay sí! Tanta gente sin trabajo.
Pero, oiga pero que duro está todo esto. Es que éste es un país muy caro. ¡Claro que sí! Es que la plata no alcanza y uno tan enjaranado. ¡Mirá! Yo creo que a todos nos pasa lo mismo. Uno pide prestado aquí para pagar allá y luego en otro lado y así va uno. ¡Ni modo!
Bueno, pero ya está terminando el semestre y debe venir el “aumentillo”. ¡Para ustedes sí, los del Gobierno! Porque a nosotros en la empresa privada ahora solo hay un aumento por año.
¿Cómo así? ¿Qué pasó? Diay así lo fijó este Gobierno. ¡Qué barbaridad! Por dicha en el sector público los sindicatos la pulsean. ¡Bueno, eso espera uno! Aunque tampoco crea usted que es un “gangón” trabajar ahora en el Gobierno: el salario está casi que congelado, nos echan la culpa del déficit, no hay presupuesto para nada, que los diputados nos van a quitar esto y lo otro… y lo otro…
¿De veras? ¿Y vio eso de que la Caja nos va a rebajar el salario? ¡Ah, sí! Lo del 1%. Pues el otro día oí noticias de eso y es porque las pensiones de la Caja están en quiebra. O que hace falta plata, al menos. ¿Qué se yo? Bueno. Ahí en el trabajo, como hay sindicato, han estado repartiendo información. Parece que hubo un “tortón” y se perdió plata por malas decisiones.
¡Ah, sí! ¡Es cierto! El domingo pasado mi doña estuvo en misa y me contó que el cura algo comentó de eso. En realidad, ella llevó un Eco Católico y me leyó algo. Ella se preocupa por esas cosas sociales. Dicen que el “i ve eme” está en graves problemas financieros.
¡Así es! En el trabajo el patrón me dijo que nos tiene que rebajar el salario, ahorita, en julio, porque la Caja está quebrada. Bueno, exagera el tipo, por supuesto. Pero dijo que sí, que nos tiene que deducir un 1% del salario total, fíjate, del bruto, a partir de julio que ya está encima.
Igual a nosotros en la “muni”. El sindicato está opuesto a que nos rebajan el 1% porque dice que los trabajadores no somos responsables de ese problema financiero del “i ve eme”. Y nos llamó a una manifestación para mañana jueves. ¡Yo voy a ir! No ve que estoy “furris” de plata y casi no recibo nada por quincena por todos los rebajos que tengo. Como dicen, casi no tengo liquidez.
¡Mirá! Si yo pudiera también iría a la marcha. Pero usted sabe, en la empresa privada no permiten sindicatos. Pero que nos afecta, nos afecta, esa rebaja del 1% al salario bruto.
Pero mae, aunque usted no pueda ir porque lo echan del brete, le puede decir a alguien de la familia que lo “represente”. ¡Ay carajo! ¡Mirá, es cierto! Voy a decirle a dos sobrinillos míos que viven a la par y que no tienen trabajo que vayan a la manifestación.
Yo pienso que todos deberíamos ir. La verdad es que los ticos hablamos mucha paja y a la hora de llegada todo mundo se quita. Lo que pasa es que en esto de las pensiones de la Caja el asunto es serio. Dicen que luego del 1 sigue que nos suban la edad para pensionarnos y rebajarnos la cantidad a recibir por pensión. ¡Fijate!
Yo he oído que lo que sigue en que nos aumenten la edad a los 70 años y después que la pensión que recibiría uno es del 40%. ¡No se vale! En lo que leyó mi esposa en el Eco Católico se dice que se tomaron malas decisiones financieras en el “i ve eme”, pero que los responsables siguen en esos altos puestos como si nada.
¡Nombres! ¡Diay sí! ¿Acaso no sabe usted que los de arriba siempre se tapan con la misma cobija? ¡Es cierto! Siempre nos toca a nosotros, los de abajo, pagar los platos rotos.
Lo que pasa es que, como te dije, hablamos mucho y nos volvemos pura paja. Bueno, yo como conozco algo de sindicatos porque en la muni hay, uno como trabajador resiente tanta pelea entre dirigentes. ¡Imagínate que se unieran todos, pero todos! Diay no sé mucho de sindicatos pero si dicen que nos representan a los trabajadores, lo lógico es que estuvieran unidos. ¡Ay Dios! No sé. Algún día…
¡Bueno, ya casi me bajo! Luego te cuento cómo estuvo la marcha. Yo estoy convencido de que es una lucha justa y me sumaré. Ya le dije a mi jefe: marco y me voy para la Torre Mercedes. Él entiende porque también le rebajarán el salario.
¡Qué bueno! ¡Suerte! De mi parte les diré a mis sobrinillos que vayan. ¡Ok! ¡Pura vida!