Según se ha indicado, el alza en la tasa básica pasiva afectará a casi 2.500.000 operaciones crediticias, gran parte de las cuales corresponden a endeudamiento de personas trabajadoras asalariadas. Muchas de ellas tienen ya serios problemas de liquidez en sus pagos salariales semanales, quincenales o mensuales.
¡Ni qué decir de lo que le pasará a quienes tienen tarjetas de crédito!
Este desafortunado anuncio del incremento en el monto del interés de los créditos, incluyendo los de orden personal, complica más todavía la situación salarial de las personas trabajadoras asalariadas altamente endeudadas, ante la inminencia de la rebaja salarial generalizada del 1 % para las pensiones de la Caja; rebaja salarial que, por cierto, se aplicará sobre cada salario bruto pero a rebajarse del líquido, disminuyendo aún más su poder de compra y, por ende, generando más dificultades económicas en las familias.
“Tras de cuernos, palos” es la frase que caracteriza esta situación: más caros los créditos, más alza en los intereses de los préstamos, pero menos liquidez para afrontar un nuevo escenario de más apretazón financiera, si se concreta la rebaja salarial generalizada del 1 % para pensiones IVM-CCSS.
¡El crecimiento de la desigualdad sigue indetenible!
¡No es justo! El pueblo trabajador no tiene la culpa de los problemas financieros de las pensiones IVM de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Su junta directiva debe revertir su errada e injusta decisión de empobrecer más al pueblo trabajador con esa rebaja salarial generalizada del 1 %.
La persona trabajadora asalariada se ve ahora más presionada financieramente con este asunto de la elevación de las tasas de interés de los préstamos. No tiene escapatoria en tal sentido. Como tampoco la tiene cuando debe pagar los impuestos de ventas y de rentas al salario; tanto como puntual es en su pago de la cuota obrera para el régimen de pensiones de la Caja, el IVM.
Esta circunstancia nos sirve para contrastar la doble responsabilidad del Estado en materia de IVM-CCSS, pues no solamente no debería estar en mora con su aporte a este; sino que dado que este régimen de pensiones presenta graves problemas financieros, debe acudir en su auxilio.
Es esta la discusión de fondo: la sostenibilidad futura de IVM-CCSS, tanto en el mediano como en el largo plazo y el carácter estructural de las medidas que se necesitan para tal propósito. Esto pasa por discutir sobre el papel del Estado no solamente en cuanto patrono, sino en su accionar para la adopción de medidas fuertes y justas que, necesariamente, tocan algo que es tabú en esta sociedad: la naturaleza del sistema tributario.
La rebaja salarial generalizada del 1 % es completamente injusta y empobrece al pueblo trabajador, puntual pagador de sus responsabilidades tributarias y con las que tiene con la Seguridad Social.