Esta gran quijotada, la “Elaboración de un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre las empresas transnacionales y otras con respecto a los Derechos Humanos”, es vital para el futuro de la Humanidad.
La información más general ya en nuestras manos nos da una idea del gigantesco salto cualitativo que representará para el Derecho Internacional que las empresas multinacionales, las corporaciones transnacionales (ETN’s) tengan un régimen jurídico vinculante, obligante en materia de Derechos Humanos.
Este proceso arrancó en el 2012 a partir de una iniciativa de una gran diversidad de movimientos sociales internacionales y nacionales.
El mismo ha sido conocido como la “Campaña Global para reivindicar la Soberanía de los Pueblos, desmantelar el poder de las transnacionales y poner fin a la impunidad”.
En su arranque se trató de “…una red de más de 200 movimientos sociales, redes, organizaciones y comunidades afectadas que resisten el expolio de tierras, la minería extractiva, los salarios de explotación, y la destrucción del medio ambiente…”; a partir de la acción depredadora, sin control, sin pudor ni ética alguna por parte de esas gigantescas ETN’s que operan en diferentes regiones del mundo, especialmente en países de la América Latina, de Asia y de África.
Luego Ecuador y Sudáfrica la introdujeron para el debate en el seno del sistema de las Naciones Unidas, propiamente en la Comisión de Derechos Humanos, hasta llegar a la histórica resolución del año 2014 que viabilizó políticamente hablando el proceso para la “Elaboración de un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre las empresas transnacionales y otras con respecto a los Derechos Humanos”.
Permítanos usted un paréntesis: ¿Se recuerdan ustedes del caso en Costa Rica de la minería a cielo abierto de Industrias Infinito, en realidad Infinito Gold, una compañía ETN de origen canadiense, dedicada a la adquisición, exploración y desarrollo de propiedades minerales en América Central y del Sur, concentrada en actividad extractiva de oro, plata, cobre y diamante? Es de este tipo de ETN del cual se ocuparía la nueva legislación internacional en proceso de elaboración.
Retornemos ahora al planteamiento central: El pasado mes de octubre de 2016 en Ginebra, Suiza, y en el seno de la indicada Comisión de Derechos Humanos de la ONU, tuvo lugar la segunda sesión de lo que se llama el “Grupo de trabajo intergubernamental de composición abierta sobre las empresas transnacionales y otras empresas comerciales en materia de Derechos Humanos”, cuyas siglas en idioma inglés son OEIGWG: “Open-ended intergovernmental working group on transnational corporations and other business enterprises with respect to human rights” .
En dicha sesión y de cara a la tercera que tendrá lugar en este año 2017 que acaba de comenzar, esa impresionante coalición de movimientos sociales globales que han estado impulsando la “Campaña Global para reivindicar la Soberanía de los Pueblos, desmantelar el poder de las transnacionales y poner fin a la impunidad”, puso en mesa seis ámbitos de propuestas de contenido estratégico para avanzar en la elaboración del ya mencionado instrumento internacional que les venimos comentando para poner en cintura a las ETN’s.
Estos seis ámbitos de propuestas están contenidos en un documento cuyo titular en español es el siguiente: “Construyendo un tratado sobre Derechos Humanos y Transnacionales en la ONU – Avances para detener la impunidad corporativa”, de fácil localización en la internet mediando el sitio web del prestigioso Transnational Institute (TNI), un centro de pensamiento (think tank) dedicado a la investigación profunda sobre los efectos de la globalización neoliberal en los pueblos y en las democracias del orbe (www.tni.org/es).
Veamos el contenido de esos seis ámbitos que deberían ser esenciales para el nuevo tratado internacional obligante para las ETN’s:
- Uno: Enfoque y alcance del Tratado sobre las empresas transnacionales y otras empresas en relación a los derechos humanos.
- Dos: Obligaciones extraterritoriales de los gobiernos en relación a las transnacionales y a los Derechos Humanos.
- Tres: Un tribunal internacional sobre empresas transnacionales y Derechos Humanos.
- Cuatro: Responsabilidad solidaria y mancomunada de las empresas transnacionales con sus directores y sus cadenas de valor (filiales, proveedores, licenciatorios y subcontratistas).
- Cinco: La naturaleza del papel a jugar bajo un tratado de esta índole por parte de las instituciones financieras internaciones (FMI, Banco Mundial); así como el régimen de comercio e inversión (OMC, TLC’s y TBI
tratado bilateral de inversiones). - Seis: Derechos de las personas afectadas.
Cada uno de estos seis ámbitos o apartados exhiben un gran contenido que muestra una seriedad de análisis y de estudios de altísimos quilates, una responsabilidad propositiva profunda y de incuestionable profesionalismo; pero, sobre todo, una profunda convicción de sensibilidad social, de humanismo integrador y de preocupación sana acerca del futuro mismo del planeta Tierra y de la convivencia más armónica entre seres humanos y la Naturaleza.
En próximas entregas sobre el tema, pues como habrá usted notado es algo muy vasto y de gran profundidad, vamos a reseñar lo que podría ser el corazón de estos seis ámbitos. Desde ya le agradecemos su tolerancia para con una lectura sucesiva, grande honor que no sabemos cómo agradecérselo.
Finalmente, nos ha alegrado mucho saber que la corriente sindical internacional en la cual ahora estamos militando, está de lleno en este proceso como parte relevante que integra esta “Campaña Global para reivindicar la Soberanía de los Pueblos, desmantelar el poder de las transnacionales y poner fin a la impunidad”.
Hablamos de la Confederación de Trabajadores y de Trabajadoras de las Américas (CSA), uno de cuyos principales dirigentes, el compañero Iván González Alvarado, ha escrito sobre el tema, encontrándonos con su artículo “La lucha contra las transnacionales y el tratado vinculante-Los sindicatos frente a la acción de las ETN”, fácilmente localizable en la internet solamente con digitar su título. Para quienes estamos ahora en la CSA y con interés en el tema, es de obligada lectura este artículo.
Es bueno resaltar que la más relevante agrupación del movimiento campesino internacional, La Vía Campesina (LVC), también está impulsando esta quijotada, como parte de ese gran conjunto de más de 200 agrupaciones de la sociedad civil global que, y como vimos en el artículo de la semana pasada, tienen ahora el respaldo de unos 80 estados integrantes de la ONU y de varias instituciones internacionales de gran relevancia.