El próximo domingo 18 de enero de 2015, nos desplazaremos hasta el cantón de Siquirres para recibir el gran honor de ser testigos de un acontecimiento obrero que no tendrá un gran despliegue mediático al estilo de las matrices ideológicas que dominan el “mercado de las noticias”; pero que sí representa una extraordinaria oportunidad que no solamente honra las históricas herencias de organización sindical en las plantaciones bananeras de Costa Rica; sino que certifica que la acción sindical en este siglo XXI tiene profundo sentido, especialmente si la enmarcamos en la defensa de los Derechos Humanos universalmente reconocidos.
Los compañeros trabajadores y las compañeras trabajadoras de una serie de plantaciones agrícolas, especialmente bananeras y piñeras ubicadas en la zona atlántica costarricense, se reunirán este domingo 18 de enero, para efectuar la Asamblea General del Sindicato de Trabajadores de Plantaciones Agrícolas (SITRAP), eligiendo sus nuevas autoridades (www.sitrap.net).
Cuando por razones obvias es posible tener testimonios del significado de practicar la acción sindical en un medio laboral tan difícil como el de las plantaciones agrícolas, no podemos más que mostrar un profundo respeto y una gran admiración por la dura y sacrificada tarea de una organización obrera como el sindicato SITRAP; trabajando, contra toda adversidad, en la promoción de los valores más nobles del sindicalismo.
Evidentemente, la práctica del sindicalismo en el sector Público es radicalmente distinta de la que pueda darse en el Privado y, especialmente, en los ambientes de la producción agrícola nacional, como la bananera y la piñera.
Las personas trabajadoras asalariadas afiliadas al SITRAP, muchas de ellas migrantes, deben destinar su único día de descanso semanal, el domingo, para la actividad asamblearia que les convoca a revitalizar al sindicato como la herramienta idónea, por excelencia, para su lucha por un trabajo verdaderamente decente, con base en los postulados que en tal sentido promueve la propia Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Sin embargo, es emocionante constatar que se presentan a este magno evento con mucho entusiasmo, con verdadera esperanza y con sólida convicción de que el “sacrificio” del domingo para el sindicato, es sumamente necesario.
Aparte de desarrollar como su acción sindical básica, que es la defensa integral de las trabajadoras y de los trabajadores de plantaciones agrícolas; esta heroica agrupación obrera, el SITRAP, lucha por una proyección positiva, concertadora y autónoma del sindicalismo; a favor de un sindicalismo por la democracia; en favor de la familia, de la mujer y de la juventud; por la defensa del medio ambiente y un desarrollo económicamente sostenible; por el respeto a la diversidad, de credos y de prácticas religiosas; por el respeto a la dignidad humana y en contra del trabajo infantil cualquiera que sea su forma.
No solamente es de gran respeto resaltar estas líneas fundamentales del pensamiento del SITRAP porque expresan, con contundente claridad que su dirigencia ha asumido la práctica de una acción sindical con gran responsabilidad y seriedad que la prestigia; sino que, pocos saben de que este sindicato ha logrado una gran proyección internacional, especialmente en el seno de importantes organizaciones de la sociedad civil de varios países de la Unión Europea (UE), que se dedican a denunciar en los mercados de consumidores como el británico, el alemán, el nórdico (entre otros), en qué clase de condiciones (laborales-sindicales, sociales y ecológico-ambientales), se produce el banano y la piña costarricenses.
Cuando la prensa al servicio del capital neoliberal, esa que expresa una aversión patológica al sindicalismo, hace gigantescos esfuerzos para manipular a la opinión pública en el sentido de que ésta crea que la organización sindical es un asunto del sector Público, únicamente; que haya un acontecimiento como la asamblea del SITRAP es más que necesario divulgarlo tan ampliamente como resulte posible.