El arzobispo de San José, monseñor José Rafael Quirós, publicó una carta pastoral titulada Felices los misericordiosos, el 22 de febrero.
Examina los problemas sociales de nuestro país, desde una sensibilidad proveniente de la Sagrada Escritura, como se aprecia en el siguiente párrafo, inspirado en el capítulo 25 del evangelio de San Mateo : “El rostro de Cristo sigue presente en los rostros del hambriento y sediento, del migrante, del privado de libertad, del enfermo, del que carece de lo necesario para vivir, de la mujer jefa de hogar, del indígena invisibilizado, de las mujeres y varones que sufren violencia doméstica, de las niñas y niños agredidos, de los adultos mayores abandonados; de los rostros de los no nacidos que no hemos visto y nunca veremos, en definitiva, de todos los que sufren”.
Con mirada lúcida analiza desafíos de orden ecológico, sanitario, educacional, desempleo y pobreza, entre otros y ve motivos de preocupación y de esperanza. Le reocupa la evasión en el pago de los impuestos, tema en el que coincide con algunas organizaciones de trabajadores, como la ANEP.
Felicita a Cáritas, organización eclesial y a las parroquias por la labor con los cubanos que se encuentran de paso en territorio nacional. Dedica valiosos párrafos a la situación de los privados de libertad y propone impulsar “empresas de inclusión sociolaboral”, como un mecanismo para facilitar los procesos de integración social de esa población, tanto al egresar del sistema penitenciario como al pasar del régimen institucional al de confianza”, iniciativa en la que ya personal eclesial trabaja con funcionarios de instituciones estatales.
Con conocimiento de causa se refiere monseñor a la situación del productor agrícola nacional y anhela la reactivación del Consejo Nacional de la Producción.
Observa con angustia la inminente baja de los aranceles para la importación de algunos productos agrícolas, consecuencia del Tratado de Libre Comercio. Se alegra por la aprobación de la Ley de Reforma Procesal Laboral, la que considera imperfecta pero perfectible. (Hubiéramos querido que mencionase el sostenido esfuerzo de ANEP y otros sindicatos en su formulación y aprobación). Satisface que mencione a monseñor Sanabria y sus luchas por lograr la reforma social de 1943.
Monseñor Quirós encuentra inspiración y valentía en su antecesor en la sede metropolitana. Menciona la importancia del “diálogo social entre Gobierno, Supremos Poderes, Defensoría de los habitantes, Instituciones públicas, partidos políticos, sindicatos, asociaciones solidaristas, cámaras de empresarios, académicos y demás actores de la vida social, política y cultural de nuestra sociedad”, pero sin olvidar que en años pasados “se han producido diálogos infecundos, inconstantes y sin compromisos efectivos”.
Al felicitar a monseñor José Rafael Quirós por tan valioso documento, manifestamos nuestra alegría y esperanza.