La desigualdad es el problema más urgente para América Latina, afirma la CEPAL

La desigualdad es hoy el problema “más urgente” que debe afrontar América Latina y el Caribe, dijo a Efe la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, en vísperas de la Primera Reunión sobre la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo que se celebrará en Uruguay.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), con apoyo del Fondo de Población de Naciones Unidas (FPNU), organiza esta cita, que se desarrollará entre el 12 y el 15 de agosto y en la que se pretende revisar y actualizar la agenda creada en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD) celebrada en 1994 en El Cairo.

“El Cairo habló de pobreza. También mencionó el tema de la igualdad, pero éste se ha puesto de relieve en América Latina” en los últimos años, señaló Alicia Bárcena en una entrevista con Efe en Santiago de Chile, sede del organismo regional de Naciones Unidas.

La inequidad se refleja en que, según datos de 2011, el ingreso del 20% más rico de la población es 17 veces mayor que el del quintil más pobre, y esa diferencia llega a ser de 25 veces en los países con mayor desigualdad.

Sobre los asuntos que centraron la conferencia de El Cairo, Alicia Bárcena cree que “ha habido un panorama de luces y sombras en la región”, con éxitos en la reducción de la pobreza y la mortalidad infantil y rezagos en mortalidad materna.

La tasa de pobreza cayó del 48 % en 1990 hasta el 28 % actual, pero aún afecta a más de 160 millones de personas en la región. “Ha habido grandes avances”, pero todavía queda “mucho camino por recorrer”, remarcó Bárcena.

También ha habido “avances, aunque lentos”, en la igualdad de género y especialmente en la autonomía física de las mujeres.

En ese sentido, Bárcena valoró los avances legislativos para combatir la violencia contra las mujeres, que empero continúa siendo “un tema pendiente”, así como los progresos de acceso a la salud sexual y reproductiva, incluida la disponibilidad de métodos anticonceptivos.

Pese a ello, las tasas de embarazo adolescente se mantienen en niveles altos: el 30 % de los embarazos corresponden a menores de 20 años y el 17 %, a menores de 16 años, muchas de ellas mujeres pobres que no tienen acceso a la salud reproductiva.

En cuanto al aborto, la economista mexicana aseguró que la Cepal “no toma postura” y solo se ocupa de aportar la mejor documentación a los Estados miembros para que estos tomen decisiones informadas, pero sí apoya la autonomía física de la mujer, es decir, que ésta sea sujeto activo de la toma de decisiones.

En mortalidad infantil, la mejora ha sido significativa y en 2011 la tasa en casi todos los países, con la excepción de Bolivia y Haití, estaba muy por debajo de la meta de 45 por cada 1.000 nacimientos.

En cambio, en mortalidad materna se han logrado menos progresos y, aunque la tasa en todos los países excepto Haití está por debajo del promedio mundial de 210 muertes por cada 100.000 nacimientos, existe una gran heterogeneidad intrarregional.

En el último medio siglo se han registrado otros grandes cambios en la demografía de la región, con una desaceleración en el crecimiento de su población; un cambio en la estructura etaria, una fuerte urbanización y alteraciones en los flujos migratorios.

Entre 1950 y 2013, la población regional llegó a triplicarse al pasar de 167 a 625 millones, pero, debido a la caída en las tasas de fecundidad se proyecta que solo crecerá un 11 % entre este año y 2025, cuando rondará los 680 millones.

Además, los menores de 15 años pasaron de representar el 40 % de la población total en 1950 al 28 % en la década actual, mientras la proporción de personas de entre 15 y 59 años aumentó del 54 al 63 %.

Se espera que hacia el 2035, haya más población mayor de 65 años que menor de 15. “Vamos a tener una población envejecida en el futuro, y esto va a tener grandes implicaciones en la política pública, de salud, de cuidados y de protección social”, advirtió Bárcena.

Por otra parte, más del 80 % de la población vive ahora en ciudades, mientras las zonas rurales se han despoblado.

A esa migración del campo a la ciudad se suman además los flujos de migración intrarregional, como los que se dan desde Perú y Bolivia hacia Chile, ejemplificó.

En tanto, la migración hacia Estados Unidos desde México se ha desacelerado, pero la originaria de Centroamérica ha repuntado.

En Suramérica, la migración hacia Europa también se ha frenado, “y de hecho se observa un proceso de regreso”, apuntó Bárcena.

Todas estas dinámicas demográficas serán analizadas en profundidad en Montevideo. “Esperamos sacar una agenda potente y una buena declaración que pueda dar cuenta del compromiso político de los Estados miembros”, concluyó Bárcena.

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