LA DIVISION DE LA FRACCIÓN PARLAMENTARIA DEL PARTIDO ACCION CIUDADANA (PAC)

Nuestras opiniones se expresan con el mayor de los respetos y con la debida consideración para la investidura de los señores diputados y de las señoras diputadas del Partido Acción Ciudadana (PAC). Tanto en el bando que permanecerá dentro de ese partido, como en el separatista, existen personas de gran valía, de probada honorabilidad y de enorme sentido patriótico. Con todas ellas hemos mantenido una buena relación, de respeto mutuo, la cual queremos mantener.

Nos sentimos consternados por cuanto la división parlamentaria del PAC, en nuestro criterio, fortalecerá las posiciones políticas de la derecha política de este país; la cual, habiendo logrado el control, desde hace ya bastante tiempo, del bipartidismo histórico; se había venido mostrando temerosa con respecto al surgimiento de terceras fuerzas políticas; las que, de una u otra manera, pudieran poner en peligro el avance en la profundización del proyecto neoliberal para Costa Rica. La división que presenciamos es un duro golpe para la instauración, estable e institucionalizada, de lo que parecía ser la más real posibilidad de una verdadera tercera fuerza política en el país.

Los acontecimientos de las últimas horas en el seno del PAC, nos recuerdan la triste historia del hoy extinguido Partido Fuerza Democrática (FD); víctima de personalismos, oportunismos y ausencia de proyecto político claro. Quienes promovieron su colapso, hoy son, en su gran mayoría, verdaderos cadáveres políticos, pero arrastraron al abismo de la decepción política y el desencanto cívico, a no pocos ciudadanos y ciudadanas de gran honestidad.

Es opinión general de muchos analistas que el voto que recibió el PAC en las elecciones de primera vuelta del año 2002, fue el más crítico y calificado. Amplios segmentos de capas medias, por lo general de buena educación, le dieron su confianza, como juicio crítico contra el abandono de los ideales socialdemócratas y socialcristianos, por parte de los dos partidos tradicionales. Indudablemente, tales segmentos deben sentirse hoy, confundidos y decepcionados.

Ojalá nos equivoquemos y tengamos de rectificar; pero creemos que la fragmentación parlamentaria del PAC abre espacios para el avance de iniciativas peligrosas para el país; como por ejemplo, la práctica anexión de Costa Rica a los Estados Unidos de América, vía el Tratado de “Libre Comercio” (así, entre comillas), entre esta gigantesca potencia y los diminutos países centroamericanos.

Expresamos nuestra preocupación por el futuro del país. La división parlamentaria del PAC refuerza la sensación que muchos tenemos de que Costa Rica carece, en los actuales momentos, de liderazgos políticos orientadores; que estamos en presencia de un gran vacío político; que no tenemos proyecto de país y que es totalmente incierto, el rumbo futuro de nuestra nación.

La razón del uso de los carros de la Asamblea Legislativa, como base para semejante decisión política, no nos convence. Debe haber razones profundas que por ahora no se conocen. Si bien es cierto no compartimos los “fundamentalismos de la galleta”, la realidad es que lo firmado, firmado está. Pareciera ser que se va institucionalizando una especia de cultura política, dentro de nuestra clase dirigente, de no hacer honor a lo que se firma.

Ya vimos como el propio Presidente de la República es capaz de deshonrar su rúbrica y por eso el grave conflicto que vivimos en torno al futuro del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE). Somos testigos de los reiterados compromisos, firmas de por medio, de nuestros sucesivos gobiernos para ponerse al día con respecto a los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT); compromisos siempre deshonrados.

Para algunos, la Presidencia de la Asamblea Legislativa está de por medio en esta trifulca. Como sabemos, el emperador francés Napoleón Bonaparte dijo alguna vez que “París bien vale una misa”. En ese caso, nos preguntamos: ¿Estará este factor pesando para lo que estamos presenciando?

El PAC llegó a la escena política nacional cuando la mesa estaba servida: el gigantesco descontento ciudadano con el bipartidismo tradicional, había mostrado toda su potencia con ocasión de los eventos de la gran gesta cívica del combo del ICE, en el año 2000. El PAC abonó este terreno fértil del descontento y, súbitamente, conquistó 400 mil votos y 14 diputaciones. La gran visión estratégica de país apenas quedó perfilada y de esta suerte, su consolidación en el escenario político nacional, ha sido frágil, al punto de darse los acontecimientos de las últimas horas.

Finalmente, más allá de esta fragmentación parlamentaria del Partido Acción Ciudadana (PAC), esperamos que el más profundo sentido patriótico impere en los dos bandos; de suerte que, aunque separados, hagan honor al contundente mandato de las amplias mayorías ciudadanas de este país: no más neoliberalismo para Costa Rica.

San José, 25 de febrero del 2002.

Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

Edgar Morales Quesada
Secretario General Adjunto

Federación Nacional de Trabajadores de los Servicios Públicos

Rafael Moral Solano
Coordinador Nacional Adjunto

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