La huelga del Pacifico Sur: Otro capítulo de impunidad

La lucha de los trabajadores bananeros en Palmar, Coto y Golfito involucró a 8 mil trabajadores.

Curiosamente, suceden los hechos a los 50 años de la gran manifestación y reivindicación laboral en la zona atlántica. Movimiento iniciado en agosto de 1934, cuyo líder y mentor fue Carlos L. Fallas Sibaja.

Ambos acontecimientos fueron contra los desmanes de empresas transnacionales; en el primer caso la United Fruit Co, en el segundo la United Brands. También compañías dedicadas a la explotación agrícola del banano y la palma africana. Fueron ambas huelgas reprimidas violentamente en el primer caso por el liberal y hombre del “olimpo“ Ricardo Jiménez, en la segunda por el neoliberal Luis A. Monge Álvarez.
El movimiento social, en tanto reivindique derechos laborales justos, mejores condiciones de trabajo, y señalen al Estado represor; son como anatema, excluidos de la historia.El liderazgo de CALUFA como obrero, liniero y bananero ha sido desdibujado de esa historia social. La anulación del hombre exultante y luchador es transferida al CALUFA literato y escritor.

Luego de la depresión económica mundial de 1929, y el nacimiento del Partido Comunista Costarricense en 1931; fue preocupación para la oligarquía criolla de entonces, la huelga bananera. En apariencia el modelo exitoso del capitalismo expoliador, daba muestras de flaqueza y debilidad. El movimiento en la bananera atlántica del 34, debía ser aniquilado.

La huelga del 84, fue también pervertida e ideologizada por la derecha recalcitrante y sus acólitos. ¿Qué se podía esperar del Presidente Monge?.

Un gobernante que lució el triste expediente de la ambivalencia: macartista, transgresor del Estado de derecho, represor del sindicalismo costarricense, interventor de la ANEP, amigo incondicional de Reagan, tolerante de la “contra” nicaragüense, defensor del F.M.I. ¿Qué se podía esperar, con ese expediente?, Muy poco.

La huelga del Pacífico Sur que reseñamos, buscó una justa “revaloración salarial”, desde hacia dos años la compañía no revisaba los salarios de sus trabajadores. Situación que disparó el proceso. La UTG (Unión de trabajadores de Golfito), consideró que se habían dado las condiciones morales y materiales y estaban listos par ir a la huelga.

Habían acumulado víveres y algunos recursos para enfrentar el movimiento. Inimaginable en ese momento, la larguísima duración que tendría la protesta.

Como sucede siempre, las cámaras patronales presionan, la prensa tergiversa, la embajada de USA se mueve, el gobierno miente.,el ministerio de Trabajo hace su trabajo de organización autista (al igual que en 1934).

El día 24 de julio, del 84, muere asesinado el obrero Franklin Guzmán Guzmán; más tarde en agosto cae abatido el trabajador Luis Rosales, otros quedan heridos y son trasladados al Hospital.

Las organizaciones sindicales, estudiantes, trabajadores diversos marchan por la capital en solidaridad con los obreros bananeros de la zona sur; exigen además, la desmilitarización de la zona bananera . La CUT, movilizan sus cuadros sindicales a la escena, igual lo hizo la ANEP. El mensaje de apoyo y solidaridad perpetua el movimiento.

El gobierno Monge trastabilla. En el salón “Kamakiri”, el sector empresarial, articula un “golpe de Estado” técnico. Hubo remoción de Ministros. El gabinete fue inducido a la renuncia.

Ante la muerte y represión , en contra de obreros desarmados; el gobierno con un cinismo escalofriante expresó “la muerte del trabajador Franklin Guzmán Guzmán, es parte de un tenebroso plan de los comunistas elaborado desde 1982 para promover el caos y la desestabilización del país”.

Como rueda de molino, la constante histórica se repite. La impunidad ostensible.

La muerte de Guzmán y Rosales y (muchos otros más); la de Gallardo en otra circunstancia; más atrás la atrocidad en la “Masacre del Codo del Diablo”. Son hechos históricos de diferentes escenarios que han tenido el mismo desenlace, el sarcasmo y desparpajo de una justicia ciega y muda.

Un comentario en «La huelga del Pacifico Sur: Otro capítulo de impunidad»

  • Soy la hija de Franklin Guzmán el hombre que murió en esa huelga, no se ha logrado hacer justicia aún.
    El murió por culpa de un oficial de la fuerza pública Joel Cárdenas, que disparaba en contra de todos los manifestantes los cuales no estaban armados.
    Tenemos el reporte de balística donde dice que la bala que impacto a mi padre era de un alto calibre.
    Curiosamente el tipo de calibre que utilizaba la fuerza pública en ese momento.
    Desgraciadamente esa bala logro impactar a un hombre de buenos principios, justo y trabajador, mi padre conocido en la zona como “Macho”
    Esa bala entro por su glúteo ya que el corría, le perforo todo por dentro y salio por la mano derecha ya que el corría con la mano metida en el bolsillo del pantalón.
    De este crimen quedo una joven mujer de 26 años viuda, con sus dos hijos yo de tan solo 7 añitos y mi hermano de 5 años.
    El verdadero crimen es la muerte de mi padre fiel creyente de la libertad y de los derechos humanos.
    Nunca fue un hombre agresivo y nunca estuvo vinculado con grupos comunistas o cosas por el estilo como leí arriba.
    Era un hombre de familia pasaba casi todo el tiempo con nosotros porque yo me acuerdo bien.
    Es una pena que los verdaderos comunistas, ladrones y asesinos que integraban el gobierno, la compañia bananera no estén en la carcel.
    Aún no han pagado su condena y lo único que hacen como siempre es echarle sus muertos a la gente inocente.
    Destruyeron mi familia, han machado la memoria de un hombre justo mi padre.
    Yo confió de todo corazón que Dios nos ayude y se pueda hacer justicia.

Dejar una respuesta