La más grande tarea cívico-política de nuestro tiempo (Parte I)

Por Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

Empezamos por rogarle a usted que nos honra con la lectura de nuestros comentarios semanales que, por favor, lea con cuidado el siguiente texto:

“Este informe tiene una relevancia decisiva en la actual coyuntura latinoamericana y, asimismo, considerando los desafíos de orden geopolíticos hoy existentes. En primer lugar, porque ayuda a clarificar que la desigualdad constituye el principal problema de nuestros países de cara a alcanzar sociedades más vivibles para todas y todos. Algo que, debido a los marcos ideológicos actualmente en auge, tiende a no ser evidente para el ciudadano promedio. Y segundo, porque vincula tales niveles de iniquidad con la debilidad de la democracia. Porque en la medida de que esta última no tenga traducción en el día a día de la gente, continuará debilitándose. La democracia tiene que ser algo más profundo y presente que votar cada cierto tiempo, especialmente en estos tiempos de desafección política, malestar acumulado y emergencia de discursos de odio. Lo cual solo es posible lograrlo con redistribución, estados adecuados e igualdad. Como nos dice el informe”.

El texto anterior está incluido en el documento denominado “Economía nuestra – Es tiempo de una economía para todas y todos”. Se trata del más reciente informe acerca del tema tributario y de la distribución de la riqueza en países como Costa Rica, publicado por la prestigiosa organización británica Oxfam.

Según su sitio web oficial, Oxfam constituye un “movimiento global formado por personas que trabajan juntas para combatir la desigualdad y, así, acabar con la pobreza y la injusticia”. Indican, además, lo siguiente: “Trabajamos con personas tanto a nivel local como global para impulsar un cambio duradero”. En la corriente sindical en la cual militamos sentimos gran orgullo y honor de tener contactos con Oxfam.

El comentario que hemos citado, prácticamente, refleja el estado actual de cosas en nuestro país, a nivel político-económico y social.

Costa Rica está viviendo un proceso acelerado de concentración de riqueza; tenemos un sistema tributario que “no funciona para la época”, según indicación explícita del actual Ministro de Hacienda, Nogui Acosta Jaén.

Nosotros sostenemos que es doblemente perverso: es injusto y es corrupto. Paga más, proporcionalmente hablando, el que menos tiene (la clase trabajadora); y los que más tienen (que cada vez son más pocos, pero acumulan más), no pagan del todo o pagan poco pues eluden, evaden, esconden su capital en el exterior y han logrado construir todo un entramado político asesor que les protege para no pagar.

Además, el país tiene una deuda pública que es impagable y que genera una carga diaria de intereses que, prácticamente, tiene en quiebra técnica al Estado central; pero que, es fuente de acumulación para los agentes y empresarios del mercado financiero que no tienen mayor interés en que Costa Rica corrija su problema de déficit fiscal con medidas sanas y justas.

Por eso es que afirmamos que la más grande tarea cívico-política de nuestro tiempo es la Transformación Tributario Estructural si queremos, como dice el informe de Oxfam, atacar de raíz el principal problema de la actualidad, la desigualdad; si queremos fortalecer la Democracia, “especialmente en estos tiempos de desafección política, malestar acumulado y emergencia de discursos de odio”. En fin, si aspiramos que la Democracia se sienta en el diario vivir de la gente, elevando la calidad de la existencia de las personas lanzadas a la desigualdad y atormentadas por su prolongación en el tiempo.

Nosotros, que tenemos ya muchísimo tiempo denunciando esta situación, estamos más que felices: nos llegó un arsenal documental que nutre nuestra causa en estos momentos. El informe de Oxfam, Economía nuestra: es tiempo de una economía para todas y todos, nos fortalece porque es contundente, estamos en el lado correcto de la Historia. Seguiremos con el tema.

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