Mañana miércoles 13 de agosto de 2014, en el edificio “El Cuño”, detrás de la antigua aduana y a partir de las 9 de la mañana, tendrá lugar un evento muy singular y especial en el marco de la lucha social y sindical que se desarrolla en el planeta a favor de los derechos laborales, de la justicia social, del desarrollo de la democracia hacia niveles más reales y por la protección ecológica.
Se presentará en nuestro país la propuesta intersindical que ya viene siendo identificada por su acrónimo PLADA. Hablamos de la Plataforma de Desarrollo de los Américas, construida con el auspicio de la Confederación Sindical de Trabajadores y de Trabajadores de las Américas (CSA), de la Confederación Sindical Internacional (CSI), así como de la prestigiosa Fundación Friedrich Ebert Stiftung (FES), de la República Federal de Alemania.
La corriente sindical CSA-CSI, de mucha presencia en las Américas, se dio a la tarea de profundizar “…su compromiso con el desafío de participar como actores de cambio fundamentales en la construcción de los distintos proyectos alternativos de la región, que a partir de la derrota del Área de Libre Comercio de las Américas ALCA, emergieron con más fuerza en el continente”.
Así lo leemos en el apartado “Desarrollo Sustentable” de la PLADA; y, entendemos, que nos indica el punto de arranque de este gran esfuerzo de pensamiento alternativo al neoliberalismo que se formula de una visión de clase, de clase trabajadora; y, por ende, desde la aspiración de nuestros pueblos latinoamericanos por otro tipo de sociedad.
Resulta emocionante que desde Costa Rica, nuestro movimiento laboral nacional haya dejado su huella en la formulación de la PLADA. Efectivamente, la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), así como la Central Social Juanito Mora Porras (CSJMP), nuestro “granito de arena” pusimos.
La PLADA, la Plataforma de Desarrollo de las Américas, debe verse como un esfuerzo altamente clasista para aportar en la lucha global de corte planetario que se sigue librando en contra de la perversa hegemonía del capital, especialmente su parte más criminal, el financiero-bancario; con sus terribles secuelas de guerras e invasiones, de depredación ecológica, de desigualdad profunda, de pobreza extendida, de reversión de conquistas obreras y sociales logradas por la lucha sindical a lo largo de muchas décadas, de democracias de fachada con corrupción irrefrenable.
La PLADA llega en un momento en que, nos dice el documento que se presentará mañana, “América Latina y el Caribe continúan siendo un espacio privilegiado de la construcción de avances políticos y económicos alternativos a la orientación neoliberal y hegemónica. En toda la región, en los países donde fueran electos gobiernos progresistas y democráticos populares, hubo una recuperación del papel del Estado frente a los mercados, abriendo un período político pos-neoliberal”.
Aquí, en Costa Rica, si bien es cierto el neoliberalismo no ha logrado dominarlo todo, sí es necesario construir una especie de bloque histórico-social para abrir el camino hacia ese pos-neoliberalismo que ya transitan otros pueblos de nuestra querida Latinoamérica; pese a que las matrices mediáticas dominantes pretenden hacernos creer que esas experiencias político-populares de regularización estratégica de los mercados y de reposicionamiento de las políticas públicas estatales para la integración social, son “dictaduras”.
La PLADA es una herramienta política y de lucha para la defensa y profundización de los derechos laborales a escala mundial, así como alternativa y estrategia de desarrollo construida desde el movimiento de los trabajadores y de las trabajadoras.