Las dos caras de INCOP

Mucho se ha estado hablando del Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (INCOP), en las últimas semanas, no obstante, ante el proceso de Modernización que sufrió la institución a partir del 12 de agosto del año 2006, la institución cuenta con dos caras.

La primera cara, la más conocida por los empresarios, clientes y ciudadanos, satisfechos por lo exitoso de la concesión del Muelle de Caldera en el mes de agosto 2006 a las Empresas Sociedad Portuaria de Caldera, S.A. (SPC) y Sociedad Portuaria Granelera de Caldera, S.A., (SPGC), y en el mes de diciembre de 2006 se realizó también la concesión del servicio de remolcadores a la empresa SAAM de Costa Rica, S, A.

Mediante esta concesión contractualmente se establecieron una serie de parámetros de cumplimiento por parte de estas empresas, las cuales hasta el día de hoy han cumplido y superado con creces las metas plasmadas en los contratos, amparado a una inversión en infraestructura como por ejemplo el nuevo puesto granelero en el Muelle de Caldera con un costo de $36.800.000.00 (treinta y seis millones ochocientos mil dólares), y una inversión en maquinaria y equipo por un monto aproximado de ¢6.500 millones de colones. Estas inversiones se han efectuado con recursos propios de las empresas concesionarias, y así establecido contractualmente.

Adicionalmente al mejoramiento de los parámetros de medición y disminución por lo tanto de los tiempos de atención de los buques que arriban a ese muelle, esas concesiones han generado una serie de beneficios económicos a las Municipalidades de Esparza y Puntarenas, y al INCOP que reciben un porcentaje de los ingresos percibidos por las concesionarias.

El papel del INCOP ha sido de fiscalizar y controlar el cumplimiento de lo establecido en los contratos de las concesiones, y de ser necesario tomar las medidas pertinentes para el cumplimiento de los mismos.

La segunda cara del INCOP, es que debido a ese proceso de modernización este debe administrar los Muelles de Puntarenas y Quepos, y posteriormente por mandato constitucional se le dio el Muelle de Golfito. Asimismo, la institución se encarga del Balneario de Ojo de Agua, la mencionada Casa de la Loma y una serie de edificios ubicados en Puntarenas y San José. Adicionalmente se le asignan recursos para el desarrollo de infraestructura turística en la Provincia de Puntarenas.

Del año 2006 al año 2014, se realizaron una serie de inversiones tanto en los Muelles administrados por el INCOP, según un plan de mantenimiento e inversión programado, así como de inversión turística por medio del Fideicomiso INCOP-BNCR-ICT, tales como los espigones en la Punta y el Faro de Puntarenas, entre muchos otros, para una inversión aproximada a los $8 millones de dólares.

A partir del año 2015, la situación del INCOP, se puede resumir con lo indicado por la señora Diputada Karla Prendas Matarrita, en el análisis del discurso del señor Presidente de la República Luis Guillermo Solís Rivera del pasado 02 de mayo ante la Asamblea Legislativa:

“el Presidente omitió referirse al INCOP, quizá, por las grandes deficiencias y rezago que ha tenido esa institución durante este gobierno, tanto en temas de obra portuaria como turística”

Y si revisamos los datos del INCOP, la señora Diputada Prendas Matarrita tiene razón:

1. El INCOP para el año 2015 solo ejecutó en bienes duraderos (inversiones) la suma de ¢367 millones de colones de los cuales ¢256 millones fueron propiamente para trabajos en los muelles, faros y boyas.

2. En el año 2015 el fideicomiso INCOP-BNCR-ICT solo ejecutó poco más de ¢250 millones de colones, de los poco más de ¢1.000 millones que recibió INCOP por concepto de canon para obra turística por parte de las concesionarias.

3. Para el año 2015, el INCOP con referencia al Fideicomiso citado, en su liquidación presupuestaria, finalizó con un superávit de ¢1.200 millones. Es decir, en lo referente a recursos que se deben invertir en obra turística que tanto necesita Puntarenas, según establece la Ley No. 8461, no se ejecutaron los mismos.

Lo anterior, se puede explicar en virtud de que, en dos años de Gobierno, el INCOP no cuenta con un Plan Estratégico desarrollado por esta administración, se está elaborando uno (dos años después de haber comenzado esta administración).

Todo lo anterior, hace suponer que el INCOP está trabajando en base a ocurrencias y sin ningún tipo de planificación. Para tratar de solventar este problema, la Dirección de Planificación del INCOP que es supervisada por la Presidencia Ejecutiva del INCOP contrató una empresa para desarrollar este plan con un costo para la institución de ¢40 millones de colones.

Adicionalmente a todo esto, para el año 2016 se finiquitó el contrato del fideicomiso INCOP-ICT-BNCR, pues, según el Banco Nacional de Costa Rica,
“(…) el objetivo no se está cumpliendo, pues la línea de crédito habilitada no se utiliza y se han convertido en una “caja chica”, en detrimento de la asesoría financiera y administrativa que es función primordial de la unidad gerencial creada para ejecutar las obras”.

Aunado a lo anterior, ha existido un irrespeto por parte de la Presidencia Ejecutiva de INCOP hacia el cumplimiento de los procedimientos aprobados para el funcionamiento de dicho Fideicomiso por parte de la Junta Directiva de la Institución; así como “crear una estructura paralela” dejando de lado a las estructuras debidamente establecida por el Banco Nacional para la coordinación y ejecución de los proyectos. Pareciera que en INCOP se trabaja bajo un lineamiento y estructura muy distinta a la que debe imperar en la Administración Pública.

Esas son las dos caras que tiene el INCOP.

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