Lujo vehicular vs. precariedad infraestructural

“Chinchilla defiende inversión en vehículos para Fuerza Pública”. Con este título sale una nota periodística en La Nación, en su edición de este domingo 2 de marzo de 2014, realizada por el señor Carlos Eduardo Vargas (carlos.vargas@nacion.com). La nota hace referencia de nuestro cuestionamiento por la compra de autos de lujo, 52 vehículos Toyota Prado por parte del Ministerio de Seguridad Pública, que fue denunciada mediante conferencia de prensa.

En la nota se establece a nuestro Secretario General, Albino Vargas Barrantes, como el denunciante, lo cual es erróneo; por cuanto es quien suscribe quien obtuvo la información y la compartió a los medios de prensa que acudieron a la conferencia convocada por la ANEP. Nuestro Secretario General respaldó, con su presencia y en todos sus extremos, la denuncia que hicimos. En la nota del domingo 2 de marzo, la señora Presidenta de la República, licenciada Laura Chinchilla Miranda señala que “Ese sindicato, y otros sindicatos son enemigos de la Fuerza Pública”. Ante semejante manifestación tenemos que decir: ¡No, señora Presidenta!, en ANEP, no somos enemigos de la Fuerza Pública. Su manifestación “acalorada” pretende descalificar nuestra queja por la compra de vehículos de lujo, pero mejor debería usted aclararnos lo siguiente:

Primero: 1- ¿Si la mayoría de delegaciones son “tugurios” habitados por nuestros compañeros, ¿por qué no invirtió ese dinero en repararlas? 2- Si mensualmente se pagan sumas millonarias por el alquiler de delegaciones, ¿por qué no construyó delegaciones? 3- ¿Por qué se pagan sumas millonarias por delegaciones como la de Cristo Rey, que inclusive incumple con la Ley 7600, y por donde pasa el tren desde horas de la madrugada, impidiendo el adecuado descansó de los oficiales? 4- ¿Cuál es el negocio y/o el beneficio para la administración, al mantener alquileres de delegaciones como la descrita o la de La Merced?

Segundo: Entre los responsables del abandono de la Fuerza Pública, figura usted, señora Presidenta. Usted fue Ministra de Seguridad. Posiblemente sea el “mea culpa” que la tiene de manera “desesperada”, intentando hacer algo ahora. Sin embargo, en su desesperación no diga que en la ANEP somos enemigos de la Fuerza Pública. Nuestra principal demanda, inclusive en oficio que le remitimos a usted (y del cual tenemos constancia), viene siendo desde hace varios años, la atención del ser humano que labora para la Fuerza Pública.

Tercero: Cuando no se tienen argumentos, se apela a la confusión. Nos parece lamentable mirar cómo se intenta confundir a la opinión pública, diciendo que nos oponemos a que la policía tenga buenos vehículos, lo cual es rotundamente falso. No estamos cuestionando la compra y distribución de 312 vehículos “pick up”, como tampoco cuestionamos la compra y entrega de motos. Estamos cuestionando la compra de carros de lujo. Hablamos de los Toyota Prado y los Rav 4, que solo manejan personas adineradas y/o grandes corporaciones, No una institución “pobre”, que no puede reparar delegaciones, que no puede reparar patrullas, que no puede pagar horas extra, que adeuda feriados desde hace varios años a sus funcionarios, que no puede comprar equipo de cómputo y de oficina, o ¿desconoce usted las limitaciones en estos insumos?

Cuarto: Desconoce usted que la delegación de Palmares, en los meses de enero y febrero de este año, le pide a una cooperativa y a la Asociación Cívica, ayuda para comprar una aspiradora y reparar dos motos? Si no se planifica o no se cuenta con recursos para el mantenimiento de vehículos de menor valor (motos), ¿cómo sabremos para que sea distinto con estos vehículos de lujo?

Quinto: Doña Laura, nosotros no somos los que firmamos injustos despidos de trabajadores de la Fuerza Pública, que luego se ven en vulnerabilidad a la venganza de los delincuentes que alguna vez intervinieron; y no me diga que son casos de corrupción porque podríamos debatir al respecto y le aseguro puedo mostrarle que muchas veces se firma el despido de un inocente, “víctima del sistema”. Señora Presidenta: lo primordial en cualquier organización, y máxime en una institución como la Fuerza Pública, es su recurso humano, y de poco servirá tanta inversión si el personal sigue siendo maltratado.

Sexto: Señora Presidenta: intenta usted decir que su gran preocupación es la ciudadanía. ¿Nos habla de la misma ciudadanía a la que usted manda a garrotear?, utilizando a la noble Fuerza Pública, siendo luego las y los oficiales los que deben defenderse de las demandas por presunto abuso de autoridad. ¿Quién paga el daño y el deducible en caso de colisión de un Toyota Prado?: las y los oficiales de la Fuerza Pública que, en su mayoría, viven en comunidades vulnerables, porque el salario no les permite para más, y muchos apenas sobreviven con lo básico para su propia subsistencia y la de sus respectivas familias.

Sétimo: Pero, además, señora Presidenta, en el tema de los Toyota Prado y los Rav 4, el distinguido ciudadano y Exministro de Seguridad Pública, Lic. Fernando Berrocal Soto, coincidió con nuestra tesis y le aseguro que no es afiliado de la ANEP; pero sí es parte de su mismo partido Político.

Dejar una respuesta