Cada 8 de marzo recordamos a más de 100 mujeres costureras industriales de la fábrica Sirtwood Cotton, localizada en Estados Unidos de América, quienes se levantaron en huelga, en un día como hoy, pero del año 1908, con el fin de reivindicar un salario digno, reducir la jornada laboral a diez horas y la prohibición de la mano de obra infantil.
La respuesta que recibieron ante sus demandas fue morir carbonizadas en la fábrica donde laboraban a puerta cerrada. Por esta razón el 8 de marzo se conmemora esta lucha reivindicativa laboral y se denomina como Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
A pesar de esta lucha, aún queda mucho camino por recorrer, nos queda alcanzar el disfrute de derechos en equidad de condiciones.
Caminar hacia una sociedad más democrática, inclusiva, respetuosa, equitativa y justa, supone de forma inequívoca, avanzar en el reconocimiento y respeto de los derechos económicos, sociales, culturales e ir a una mayor igualdad y equidad en el acceso a los servicios de educación, salud, vivienda, seguridad social y empleo.
Avanzar en el reconocimiento de los derechos sindicales y laborales de las trabajadoras, garantizar un puesto de trabajo seguro, en el que no se vaya a sufrir violencia y ningún tipo de acoso (laboral, sexual y/o político), se hace necesario, abordar de forma integral la violencia contra las mujeres en el ámbito laboral, asegurando una buena formación en salud ocupacional y poniendo en marcha los mecanismos que faciliten y aseguren su seguridad; así como en cerrar la brecha salarial entre mujeres y hombres y asumir desde nuestra organización sindical, nuestros espacios familiares y como sociedad, el tema del cuido de nuestras familias, de manera que sea asumido de forma conjunta y así abrir espacios para que las mujeres puedan contar con el tiempo necesario para su formación como persona, trabajadora y profesional.
Mujeres unidas y sindicalizadas para la defensa de los derechos laborales