Las carencias por las que pasan la población migrante en nuestro país son muchas, las cuales se centran en necesidad de vivienda, fuente de empleo, seguridad social y educación; a esto se une el irrespeto a sus derechos laborales y la falta de conocimiento para obtener su naturalización.
Esta situaciones los ha obligado a asentarse en las regiones más pobres del país y en el Valle Central no es la excepción, un ejemplo de ello son las zonas de La Carpio y Guararí, en donde las personas migrantes, principalmente nicaragüenses han encontrado su hogar en nuestro país.
Sin embargo, está población no pierde las esperanzas de obtener una vida donde se respeten sus derechos laborales y humanos, así como la posibilidad de acceder a una vivienda digna y propia, ya que en muchas ocasiones estas personas no son dueñas ni de los terrenos donde decidieron establecerse.
Estas personas han encontrado en la ANEP la forma de mejorar su calidad de vida y obtener los conocimientos necesarios en busca de esa vida digna en tierra ajena, que incluso en muchas ocasiones los discrimina por su situación social.
Es por esto que la ANEP, por medio de capacitaciones y trabajo de calle, pretende ayudar y dotar de las herramientas necesarias a los trabajadores migrantes en nuestro país, con la intención de que estos conozcan sus derechos y no sean víctimas de explotación laboral, y a la vez que les permita obtener el conocimiento para su naturalización.
Pese a todas estas adversidades la población migrante no baja las manos y día a día lucha por una mejor calidad de vida y este primero de mayo, con sus pancartas llenas de ilusiones, sueños y con su voz al cielo marcharan junto a la ANEP en el día internacional del trabajador, para hacer valer sus derechos laborares y humanos.