Ninguna reforma fiscal será suficiente si no se atiende el problema de la deuda pública

A una semana de la elección presidencial de segunda ronda, la del próximo domingo 1 de abril, clamamos porque los señores Alvarado hagan pública mención de si están conscientes de que dentro de la gravedad del problema del déficit fiscal que tiene el país en estos momentos, la mayor gravedad en torno al mismo es los recursos públicos que deben destinarse el pago de los intereses de la deuda pública.

3 mil millones 900 mil colones, diarios se deben destinar al pago de intereses de la deuda pública misma que, según entendidos, anda por alrededor de los 25 mil millones de dólares; unos 15 billones de colones, traduciéndose en una deuda, per cápita, de 3 millones de colones, al menos, por cada persona tica viva en estos momentos, sin importar su edad.

Ninguna reforma fiscal será positiva si esta aterradora situación del pago de intereses de la deuda pública no se pone en la mesa de la discusión nacional como punto prioritario.

Mucho menos, es viable desde el punto de vista de la justicia social, cobrarle más impuestos a quienes no tienen nada que ver con las responsabilidades de esa gigantesca deuda pública y su terrorífico pago de intereses al día: el pueblo trabajador.

Este dato de que, al día, cada 24 horas, se deben erogar prácticamente 4 mil millones de colones de las empobrecidas arcas públicas, para el pago de intereses de la deuda pública, pulveriza la malsana afirmación de los sectores económicamente poderosos de este país, políticamente hegemónicos y sus respectivas vocerías mediáticas, de que el principal disparador del gasto público son los pluses salariales de los empleados públicos.

¡Rotundamente falso! El principal disparador del gasto público es el pago de los intereses de la deuda que, repetimos, es la aterradora cifra de casi 4 mil millones de colones diarios.

Es tal la magnitud de este desastre fiscal que, para este año 2018, ese pago de intereses desplazó del primer lugar del presupuesto nacional de la República, el financiamiento de la Educación Pública; pasando éste a ser cerca del 30 % mientras que los intereses de la deuda van hacia el 35 %.

Esperamos que todas las conciencias laborales asalariadas del sector Público y sus respectivas organizaciones, en conjunto con la ciudadanía patriótica del país, nos conjuntemos para un fuerte ejercicio crítico-movilizador, a fin de que este tema se vuelva asunto de prioridad estratégica en la agenda del país, frente al injusto proyecto de ponerle más impuestos a la gente que actualmente tramita la saliente Asamblea Legislativa.

San José, domingo 25 de marzo de 2018.

Albino Vargas Barrantes
Secretario General ANEP
Coordinador Colectivo Sindical PATRIA JUSTA

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