No nos engañan y tampoco nos representan

Son muchas las situaciones ilegales y escandalos que constantemente se han denunciado en lo que llevamos este año y que lamentablemente siguen afectando a la Caja Costarricense de Seguro Social, como para que no estemos indignadas e indignados, o como dice el refrán popular, “como agua para chocolate“.

Empezando, por la pillada –in fraganti- que le dieron al Gerente de Pensiones- desde hace varios meses, separado de su cargo, devengando un jugoso salario-, cuando se reunía con altos funcionarios del Banco Mundial, para negociar que una parte del Fondo la Reserva de I.V.M. lo administrara ese organismo internacional y de cuyas negociaciones estaba bien informados tanto la actual Presidenta Ejecutiva de la CCSS como su antecesor en ese cargo.

Se vino la sentencia de la Sala 1ª de la Corte Suprema de Justicia que condenó al expresidente Calderón por el peculado Caja-Fischel; proceso en el que también fue condenada civilmente su esposa, actualmente diputada, nada más y nada menos que flamante integrante del Directorio de la Asamblea Legislativa.

Las denuncias por corrupción contra la Administración Superior de la Caja son noticia cotidiana, incluida la de estos días contra su Presidenta Ejecutiva, por abuso de autoridad y prevaricato, relacionada con el “Convenio“ que celebró con el Gobierno de la República.

La Dra. Balmaceda pactó que la controversia por la astronómica deuda de 200 mil millones de colones, que le debe el Gobierno a la Caja por el traslado de funcionarios del Ministerio de Salud, la resuelva la Procuraduría General de la República, que tiene simultáneamente la representación legal del mismo Estado-Deudor, convertida así la P.G.R. en “juez y parte“… ¡Cuidado pierden!

La seguridad social la tienen al borde del colapso, y para este año tiene un considerable déficit a consecuencia de las impagables deudas que el Gobierno y el sector privado tienen con la Caja. Un “perro“ que tienen bien “amarrado“ con la descarada complacencia de la Junta Directiva de la CCSS montada por ellos mismos.

El descontento de toda la gente, como nosotras y nosotros, como de la vecina, del pulpero, del agricultor, del obrero, de la servidora pública, del taxista, de la maestra, el enojo mío, el de tu madre, el de la mía, de los y las estudiantes, crece inconteniblemente, día con día.

El Gobierno tiene muy clara esta creciente indignación del pueblo y por eso definió una estrategia política para tratar de controlar y manipular ese descontento y repulsión a lo que sucede, recurriendo a las tradicionales “válvulas de escape del sistema“, la “comisionitis“. ¡Pero los indignados e indignadas, ya no tragamos cuento!

Entonces, dentro de esa estrategia, se les ocurrió solicitar un informe a la OPS, filial de la OMS; cuestionada en la Comisión Europea de Medicamentos, por un conflicto de intereses en la declaratoria de la “_pandemia_” del H1N1.

Después Casa Presidencial nombró, a su total conveniencia y a dedo, una comisión de expertos nacionales, compuesta entre otros por un reconocido banquero, dos exmiembros de la misma Junta Directiva, también representantes del sector empresarial y, además, una académica universitaria que recién viene regresando al país, becada por una fundación privada en EEUU.

Esta Comisión de “iluminados“, “_made in_” Zapote, recientemente rindió su informe, inconsulto y superficial, un refrito del Informe OPS, unánime en la gran mayoría de sus recomendaciones, principalmente en las sustanciales, que obvió analizar la responsabilidad que le compete a los autores de la crisis y mucho menos se atrevieron recomendar que se remitiera dicho informe al Ministerio Público, para que sean juzgados penalmente los culpables del desastre y quienes han hecho negocio lucrando con los recursos y la salud del pueblo. ¡Sería mucho pedirle peras al olmo!

Por último, como parte de esta estrategia de válvula de escape y distracción, se constituyó una Comisión Especial Permanente en la Asamblea Legislativa, que rendirá también su informe y propondrá “las recomendaciones o proyectos“ que terminarán, inevitablemente, siempre en más de lo mismo.

Debemos comprender que todo este juego de comisiones nombradas por Casa Presidencial y la Asamblea Legislativa, informes que vienen y van, no es más que la estrategia que el Gobierno y los partidos políticos consensuaron, con la finalidad de institucionalizar y secuestrar la discusión de la crisis de la Caja. Contrario a eso nuestra respuesta de ser que las organizaciones sociales y populares promovamos un movimiento autónomo, que no dependa de las mentirosas promesas de los políticos, ni de sus complacientes informes o dedocràticas comisiones de las que estamos sencillamente asqueados. ¡Basta ya!

El rescate de la Caja depende de cada uno de nosotros y nosotras, de usted y de mi; de que esta repulsión que sentimos contra los corruptos y quienes promueven la privatización del Seguro Social, la transformemos en conciencia crítica, en compromiso activo y creativo para salvaguardar lo que tanto sacrificio y lucha les costó, hace 70 años, a nuestros abuelos y abuelas.

Vamos sumando, multiplicando todas nuestras indignaciones, uniéndolas en una sola voz de protesta, en una fuerza de defensa constructiva, en el Campamento de Rescate de la Caja.

¡NO MAS IMPUNIDAD!
¡LOS RESPONSABLES DE LA CRISIS DE LA CAJA, A LA REFORMA!

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