¡Nos desangran!: 11 millones de colones por minuto

Por Albino Vargas Barrantes, Secretario General de la ANEP

En realidad, la cantidad exacta es esta: ₡11.061.643 (once millones sesenta y un mil seiscientos cuarenta y tres colones). Pero vamos a usar esta cantidad redondeada: 11 millones de colones por minuto.

11 millones de colones por minuto es la impresionante cantidad de dinero que demandará lo que llaman “atención” de la deuda pública, durante todas las horas de todos los 365 días del próximo año 2024.

Como cada día del 2024 tiene 24 horas, tenemos que el año que viene tendrá 8.760 horas; y, como cada hora tiene 60 minutos, entonces, ese año 2024 tendrá 525.600 minutos.

¿Por qué afirmamos que el año próximo, la “atención” de la deuda pública implicará 11 millones de colones por minuto?

En la Asamblea Legislativa, los señores diputados y las señoras diputadas aprobarán en próximas semanas, sin chistar y a ojos cerrados, lo que les ordena el Gobierno de Chaves Robles por intermedio del Ministro de Hacienda, Nogui Acosta Jaén: la partida presupuestaria para la “atención” de la deuda pública durante el 2024 (pago del principal más intereses; aunque, es más por intereses que el pago del principal, según tenemos entendido).

Tal partida ascienda a la estratosférica, escandalosa e inmoral, éticamente hablando, cantidad de 5 billones 814 mil millones de colones (₡5.814.000.000.000).

Esta espantosa cantidad de ₡5.814.000.000.000, al dividirla entre los 525.600 minutos que equivalen a los 365 días del año 2024, nos da (redondeado), ese abusivo pago de 11 millones de colones por minuto, por concepto de la “atención” de la deuda pública; deuda pública que no fue generada por la clase trabajadora, ni pública, ni privada, ni informal, ni desempleada.

Esa monstruosa deuda pública se generó, prácticamente, en los últimos 40 años de gobiernos de todos los partidos políticos (incluido el actual), que se coludieron con el fraude fiscal y evasor de impuestos a gran escala; a favor, de los grandes grupos corporativo-financieros-bancarios-empresariales que les financiaban sus campañas políticas.

Esa deuda pública está, ahorita, casi en los 29 billones de colones (₡29.000.000.000.000). ¡Imposible de pagar!

Y si usted quiere mortificarse más su propia vida con este gran problema nacional, ponga mucho cuidado a lo que sucederá en los próximos días en el parlamento de este país: ¡No hablarán del tema, prácticamente, ninguna fracción parlamentaria! A lo sumo, habrá una intervención de lamento-denuncia, ¡nada más!

¡Nos desangran! Como pueblo trabajador, como sectores medios, como sectores micro-pequeños y medianos empresarios, como sector productivo del agro nacional al borde de la extinción; tenemos que hacer algo. Y, hacer algo, junto a otros grupos de costarricenses (como el estudiantado y la juventud) que, también, son víctimas inocentes del descalabro de las finanzas públicas producto de esa impagable deuda pública que, reiteramos, el pueblo trabajador no generó.

Esos 11 millones de colones por minuto que, al día, se convierten en unos 664 millones de colones; es la plata que se necesita para fortalecer los cuerpos policiales de una manera estratégica. El narco está “feliz” porque nos va ganando la guerra. Es la plata que se requiere para fortalecer la infraestructura educativa pública que está, prácticamente, en el suelo. Es la plata que hace falta para que el Estado se ponga al día con sus deudas para con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS); y, es la plata que se necesita para que el sistema IVM no quiebre. Es la plata que se requiere para retomar la inversión social con miras a reducir el avance impetuoso de la desigualdad y de la exclusión social y económica; y los demás ámbitos de la política de inversión social.

No tenemos alternativa: debemos movilizarnos a lo largo y a lo ancho del país antes de que nos extraigan “la última gota de sangre”.

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