Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP
¡Otra vez los recortes presupuestarios “triple i”: irreflexivos, irresponsables e irracionales! ¡Sí! En otras ocasiones hemos tocado este punto pues hay un contenido ideológico fundamental que se mantiene a lo largo de los últimos gobiernos del PLUSC-PAC y en este también: primero, el pago de los intereses abusivos, criminales (socialmente hablando) y obscenos de la deuda pública por sobre cualquier otra necesidad de intervención de la política pública; y, como corolario, la aplicación salvaje de los recortes presupuestarios “triple i”: irreflexivos, irresponsables e irracionales.
Al menos, ya están visibles dos recortes “triple i” que están provocando condena, preocupación y rechazo: el de los 4 mil millones de colones que ataca uno de los emblemas más relevantes de la cultura nacional: la Orquesta Sinfónica Nacional; y, el de los 2.350 millones de colones en contra de la estabilidad financiera, ya precaria, por cierto, del sistema de parques nacionales y áreas silvestres protegidas.
Relevante es destacar, además, lo que al respecto le está sucediendo y le pasará a otro emblema de la cultura nacional: el Archivo Nacional. Y ya tenemos señales de alarma en lo que respecta a una entidad pública que, con solamente citar su nombre, ustedes supondrán la naturaleza de su rol estratégico actual para nuestra convivencia social: hablamos del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD), el cual será azotado por el recortismo presupuestario extremista “triple i”.
Estamos en la tarea cívica de gran responsabilidad social que es determinar otros programas sujetos a esta especie de exterminio paulatino para, al menos, denunciarlos ante la opinión pública y, especialmente, ante los segmentos ciudadanos directamente afectados por estos extremismos fiscalistas de corte fundamentalista neoliberal. En ambos casos estamos hablando de sectores de la política pública costarricense de los cuales el país se ha venido ufanando ante el mundo: la cultura y la ecología; pretendiendo ver una imagen de una Costa Rica que sabemos, lamentablemente, no existe más.
Y, en lo que respecta al tema del crimen organizado, del narcotráfico, de la droga, esa política del recortismo presupuestario extremista “triple i” ha dañado la imagen internacional del país de una manera muy fuerte, dado que estamos mostrando ante el mundo perfiles de “Estado fallido”.
Estos recortes presupuestarios “triple i”, necesariamente nos llevan a volver a la denuncia política de la catastrófica política macroeconómica fiscal-tributaria de los gobiernos de los últimos gobiernos de los partidos Liberación, Unidad y PAC, esencialmente.
Esos gobiernos toleraron, fortalecieron, promovieron, se hicieron de la vista gorda del desastroso sistema tributario que, injusto y corrupto, obligó a un endeudamiento público infernal que impone ese pago diario de intereses, lo cual está fulminando una gran cantidad de programas de política pública de gran necesidad para miles de compatriotas, pues determina, de una manera draconiana, esos recortes presupuestarios extremistas “triple i”: irreflexivos, irresponsables e irracionales.
Y con relación al actual Gobierno, ¿qué? Si bien es cierto se encontró con ese escenario fiscal infernal, no está proponiendo nada radicalmente distinto que indicase un cambio de rumbo en esa perversa lógica fiscal-tributaria, que incluye esa política del recortismo presupuestario extremista “triple i”, pues su prioridad ideológica es el pago abusivo y socialmente criminal de los intereses de la deuda pública, tanto como lo fue en los gobiernos del PLUSC-PAC. Su promesa electoral con relación del tema del pago de intereses de la deuda pública sigue siendo eso: promesa.