Con un alto nivel de irrespeto al proceso electoral y queriendo favorecer al candidato presidencial del Partido Liberación Nacional (PLN), las autoridades del Gobierno de Laura Chinchilla han “retardado” la aplicación del reajuste salarial del primer semestre del 2014, para los trabajadores y para las trabajadoras del sector Público.
Nunca en la historia de las negociaciones para tales efectos que se dan en el seno de la Comisión Negociadora de Salarios del Sector Público, las personas asalariadas del Estado se han visto expuestas a tal manipulación. Siempre en los procesos electorales los aumentos han sido aplicados en el mes de enero, pero en esta oportunidad no ha sido así. Las máximas autoridades políticas de los ministerios de Trabajo y de Hacienda han hecho lo posible por no pronunciarse, esperando los resultados electorales.
Los sindicatos presentamos responsablemente nuestra propuesta salarial desde la segunda semana del mes enero del año en curso, misma que consiste en un 3,62% y algunos ajustes por sector; principalmente para los que menos ingreso tienen en la Administración Pública, como es el caso de los cuerpos policiales, las trabajadoras de los CEN-CINAI, los oficinistas, entre otros.
El Gobierno se comprometió a presentar su propuesta el pasado lunes 27 de enero, pero no cumplieron con su palabra; y, además de las burdas explicaciones que dio el Ministro de Trabajo del porqué no traían propuesta de reajuste salarial; éste expresamente dijo y así quedó consignado en varios medios de prensa “que había que esperar que ocurría con las elecciones presidenciales”, en un claro reconocimiento del interés que tiene el actual y saliente gobierno de no afectar a su candidato del PLN.
Es claro que ante el paupérrimo reajuste salarial de 0,43 % que se quiere imponer a quienes laboran para el sector Público, y sabiendo que eso desatará la indignación de los trabajadores y de las trabajadoras del mismo; tratarán de aprovechar el mejor momento para comunicar el decretazo salarial, dejando en evidencia una y otra vez el irrespeto por la clase trabajadora que han tenido en los últimos años los gobiernos liberacionistas.
Estamos claros, además, que al quedar ya definida una segunda ronda electoral el pasado 2 de febrero, el Gobierno que ya tomó partido a favor de su candidato, violentando así el mandato constitucional de que los gobiernos y sus representantes les queda prohibido participar en la política electoral; y pretenderán seguir tratando de ayudar a su partido, aunque esto conlleve el sufrimiento de las familias de los trabajadores del sector Público, principalmente y como lo hemos dicho de los que menos ganan.
Deben entonces los trabajadores y las trabajadoras estatales tomar muy en cuenta esta manipulación electoral en la que ha entrado el Gobierno de la Presidenta Chinchilla, que jugando con su reajuste salarial pretende no afectar la campaña de su alicaído candidato presidencial. Pero, además, no debe olvidar esta clase gobernante que el pueblo trabajador como nunca antes está a las puertas de pasar su factura.
Por último, exhortamos al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) para que le haga un llamado vehemente a las autoridades del presente y saliente Gobierno en esta materia, a fin que se esté utilizando como instrumento de campaña el reajuste salarial que debe aplicarse inmediatamente a los trabajadores y las trabajadoras del sector público, cuya vigencia es desde el 1 de enero anterior.
Finalmente, la ANEP formula un vehemente llamado a todas las personas trabajadoras asalariadas del sector Público, afectadas por esta manipulación salarial oficialista, así como a las distintas organizaciones gremiales que les representa, para que coordinemos en fecha próxima una potente acción de calle de repudio a esta malsana circunstancia de jugar con el salario de una parte importantísima de la clase trabajadora costarricense.