Como se ha indicado estamos en el proceso para determinar la cuantía del incremento por reajuste en el costo de la vida que deben tener los salarios mínimos que se aplican en el sector privado de la economía, valedero para el segundo semestre del presente año 2014; fijación que, por cierto, es la primera que ocurre en el recién iniciado gobierno del Presidente don Luis Guillermo Solís Rivera
Recordemos que esta administración, a lo largo de su período constitucional, deberá realizar 16 fijaciones salariales semestrales: 8 para el sector Privado y 8 para el sector Público.
El sector patronal-empresarial, básicamente el que se representa en la denominada Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones de la Empresa Privada (UCCAEP), se presentará en la tarde de hoy lunes 23 de junio de 2014, ante el Consejo Nacional de Salarios (CNS), para dar a conocer su propuesta de cara al reajuste en los salarios mínimos que debe regir a partir del próximo 1 de julio.
Ante esta situación, la ANEP debe insistir en la imperiosa necesidad de que el empresario se abra a una amplia discusión sobre la necesaria política salarial que se ocupa en los actuales escenarios de crecimiento de la desigualdad y de concentración de la riqueza que vive la sociedad costarricense; pues no podemos continuar con una política que precariza la situación socioeconómica de miles de familias de la clase trabajadora asalariada del sector privado.
Por el contrario, entre los nuevos elementos que se deben considerar está la circunstancia de que es preciso conectar la política salarial con los desafíos del crecimiento de la producción del mercado interno, de forma tal que tengamos mayor dinamismo al potenciar un funcionamiento dual de la economía con sus dos motores fundamentales: el del mercado externo, el gran “chineado” de las políticas neoliberales de los últimos gobiernos y que ha demostrado ser insuficiente para mejorar mecanismos redistributivos de más impacto, en cuanto al crecimiento económico; junto a el relanzamiento de una política pública de corte estratégico para el mercado interno.
En consecuencia, abogamos por abandonar el sesgo excesivamente restrictivo en cuanto al incremento salarial semestral en los salarios mínimos, para pasar (mediando una nueva fórmula de cálculo, por ejemplo y entre otros factores), a una política salarial con características expansivas.