Señora diputada: transparencia y coherencia en la función pública

Lisbeth Quesada Tristán

Ex Defensora de los Habitantes de la República

Esta semana en el noticiero de Canal 42 se informó que, a ocho días del cierre de la inscripción para que las y los habitantes ofrezcan sus nombres para el cargo de Defensor o Defensora de los Habitantes, la Comisión de Nombramientos de la Asamblea Legislativa no ha recibido aspirantes a este importante cargo.

Será que, una vez más, los y las habitantes están seguros que no vale la pena ofrecer sus nombres porque este proceso de elección ya está contaminado, hartamente manoseado, decidido de antemano e irrespetando la institucionalidad y la transparencia que debería tener esta elección.

Con qué ganas van los habitantes a ofrecer sus nombres, cuando diputada Ofelia Taitelbaum, desde hace varios días viene anunciando claro y fuerte, con bombos y platillos, que tiene los votos del Partido Liberación Nacional (PLN) para ocupar el puesto. El mensaje que usted, señora diputada, está enviando al país con sus declaraciones triunfalistas, es que este proceso ya tiene nombre y apellido; está comprometido, amañado, repartido como si la institucionalidad forma parte del botín político y de paso se burla de quienes desean presentar su nombre para “_concursar_” por el puesto de Defensor o Defensora de los Habitantes, le roba seriedad a su labor parlamentaria y finalmente como si no fuera suficiente, al decir cómo desarrollará su trabajo en la Defensoría, le “_para el pelo_” a todas y todos los habitantes que sí saben qué hace la Defensoría.

¿Entonces, en qué quedamos? ¡Dejen de hacer la pantomima de una elección cuando todo parece estar definido hacia usted! Cómo lastiman sus declaraciones a la democracia costarricense, cómo hacen que se pierda la credibilidad en las instituciones, pero sobretodo que se siga perdiendo la fe y la confianza en el primer poder de la República.

Señora diputada, la Defensoría se defiende desde adentro y desde afuera. Usted que quiere ser Defensora ya la está atacando desde el inicio del proceso, al hacerle ver a los y las habitantes que todo esta suerte está echada a su favor. No quisiera pensar que lo hace a propósito para descorazonar a los y las habitantes que, en algún momento, pensaron en ofrecer su nombre. Transparencia señora diputada; nuestro habitantes están hambrientos de rendición de cuentas y de procesos legítimos y transparentes.

De igual manera sus declaraciones solo muestran su total desconocimiento de una institución y de su ley de creación. Léase la ley de la Defensoria, póngale especial atención al artículo 3 de la ley, que dispone que, en los asuntos de su competencia, la Defensoría y sutitular deban actuar con absoluta independencia y no estarán subordinados a órgano o funcionario alguno. Señora Diputada, no se trata de un centro de resolución alternativa de conflictos. No, la Defensoría es otra cosa y así lo dice la ley. Puede conciliar, negociar y mediar cuando existen partes en conflicto, pero fue creada para ejercer el control de legalidad de la administración pública y para la defensa de los derechos humanos, hace fiscalización del estado, y si esto se ignora, estaría violando la ley y dejando de hacer su trabajo.

Me regala usted muchos adjetivos, me acusa de estar siempre parcializada. No logro comprenderla, se lo digo con respeto. ¿Cómo no estar parcializada en la defensa de los derechos humanos? Mi deber fue siempre defender a los habitantes y lo hice con y en conciencia, con todo mi empeño y con toda la transparencia de que soy capaz. Claro que soy irreverente ante los violadores de los derechos de las personas, sí acusadora y demandante, y también negociadora; viera también cómo se logro por esa vía.

Me imagino que nunca se dio cuenta por no ser yo una defensora mediática. Le tomo sus palabras y sin haberlas conocido antes, las hice mías hace cuatro años: “_No quiero que me den recetas, no quiero que me digan que si se hace así o de otra manera. Yo hago lo que me parece más lógico y lo que va a ayudar más a la gente_”. En eso pensamos igual. Eso es tomar decisiones en conciencia y ejercer la magistratura de influencia, en conciencia ¿Entonces?, Acaso no es lógico que los derechos humanos implican tomar partido hacia algún lado? ¿ piensa usted que los derechos humanos son negociables? ¿cómo no ser parcial con una posición así? Señora la imparcialidad no existe. Es imposible, no solo desde el ser humano que asume posiciones siempre, sino desde la ciencia y la física cuántica. Hace rato que se cayó el paradigma de la objetividad científica. El resultado de los experimentos atómicos siempre dependerá de la presunción empírica con que se haga, de lo que se pretenda estudiar y de cómo se estudie. La dualidad del comportamiento de la luz. ¿Es onda o es partícula? Pues, es las dos. Se comporta como onda o como partícula, todo depende del experimento.

Resulta pues inimaginable, y contra la ley, una Defensoría imparcial. Si señora diputada, siempre fui contestataria, piedra de Ujarrás, y en cada zapato, no solo en uno, a mucha honra, contra el principal violador de los derechos de las personas: el estado.

Un defensor o una defensora que salga del puesto con gran cantidad de amigos, sobre todo en el gobierno de turno, es claramente sospechosa(o) de no haber hecho bien su trabajo. Si quiere ser defensora, gáneselo, vaya a una selección y a un proceso transparente, no se aproveche de su condición de diputada y que tiene amigos en la asamblea y confiando en que el Presidente de la República de línea de partido para elegirla a usted en la Defensoría.

Que no se dé la línea de partido, que cada diputado y diputada vote en conciencia, por quien considere el o la mejor. Vamos a ver si es electa. En lo personal siempre la he apreciado, más aún, le profeso un gran cariño, usted sabe además en parte, por quien: nuestro querido Jorge, a quien le debo solo bendiciones, solidaridad y apoyo. De usted y su familia solo he recibido aprecio y calor humano, no importa que, eso lo tengo en el corazón. No confunda lo personal con el tema de la elección del jerarca de la Defensoría, ni con la institución. No esta bien seguir hablando del puesto y al mismo tiempo hacer manifestaciones personales sobre un estilo de gestión. Cuando hablamos mucho nos enredamos, nos exponemos, nos cerramos puertas y hasta puestos y terminamos diciendo aquello que no debíamos, caemos en el exceso innecesario, en lo personal o poco prudente; y luego señora diputada, luego, no hay forma de recoger todas esas palabras ni de caminar sobre ellas.

Sí le pido, como Ex Defensora de los Habitantes, que se abstenga de hacer manifestaciones que comprometan una elección transparente. No es bien visto, que por su cargo de diputada, obtenga ventaja en un proceso que es abierto a todos y todas los habitantes. Le hablo a su conciencia.

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