Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP
El discurso del nuevo Presidente de la República, don Rodrigo Chaves Robles, permite diversas interpretaciones según el cristal con que se esté mirando la realidad nacional actual de nuestro país. El cristal nuestro, el obrero-social y sindical, no podía ser la excepción.
La frase que da título al presente comentario, está incluida en el mensaje de asunción del cargo del nuevo mandatario ejecutivo del país: “…Si una vez más la clase política falla, el país se podría desmoronar”.
El Presidente Chaves Robles lanza una advertencia muy fuerte y de potente contundencia: el país colapsará si su clase gobernante, su clase política falla de nuevo. Y, ¿cuántas veces ha fallado esa clase política?
Desde la Caída del Muro de Berlín, en 1989, a la fecha de la más reciente elección presidencial, han pasado ocho gestiones legislativas y ocho gestiones ejecutivas, todas conducidas y hegemonizadas por esa clase política.
A nivel de Poder Ejecutivo, los tres partidos políticos tradicionales han estado “aportando” para que el desmoronamiento del país esté cada vez más cerca: Liberación Nacional, tres gobiernos (Figueres Olsen, Arias Sánchez y Chinchilla Miranda); Unidad Social Cristiana, tres gobiernos (Calderón Fournier, Rodríguez Echeverría y Pacheco de la Espriella); y, Acción Ciudadana, dos gobiernos (Solís Rivera y Alvarado Quesada).
No parece necesario puntualizar en la naturaleza perversa de esas ocho gestiones gubernativas en los más diversos órdenes; especialmente los de carácter social y los que se refieren al desarrollo económico con integración social. Costa Rica ha retrocedido, al menos, unos 40 años; y, ahora se tiene la deshonrosa distinción de ser uno de los diez países más desiguales del planeta. Sobran las palabras.
Al parecer, la gestión gubernativa que acaba de iniciar don Rodrigo Chaves Robles, por decisión de él mismo, habría que considerarla como la “última” oportunidad de la clase política para que el país no llegue al cataclismo.
Es más, esa frase, así como fue planteada, nos indica que él se siente como el recién llegado al ambiente de esa desprestigiada clase política, muchos de cuyos integrantes se coluden con la corrupción y hasta con el narcotráfico, para salvarla.
Sin embargo, si esta es la última oportunidad de la actual clase política antes de que termine de desmoronarse; entonces, para que no pase esto habría que hacer las cosas radicalmente distintas de cómo se han venido haciendo, si nos atenemos a la sentencia política del señor Presidente: “…Si una vez más la clase política falla, el país se podría desmoronar”.
¿Cuáles son esas nuevas cosas que hay que hacer para evitar que el país termine de desmoronarse?