¿Poco de qué asombrarse? ¿Cómo nos repensamos de cara a un bicentenario que nadie imaginó?

Por: Mauricio Castro, especialista en Derecho Laboral

Las que eran certezas y una ruta de desarrollo económico relativamente exitoso para algunos, se han hecho pedazos.  En muchos países se han retomado discusiones sobre el rol del estado y la centralidad de la función pública, el rol del gasto público y las limitaciones de la teoría económicamente dominante respecto de elementos como el gasto público y las reglas fiscales, aunque sectores políticos y económicamente dominantes en Costa Rica no se dan por enterados.   En la cabeza de algunos esto pasará como quien supera un “hipo” que fue muy molesto por un tiempo, pero pasado el cual nos permitirá retomar donde dejamos, aunque con algunas consecuencias graves desde el punto de vista económico.

Esa es una forma de verlo, o mejor dicho, de no ver lo que es evidente.   El modelo construido a partir de una globalización económica por especialización por país de sus ventajas comparativas, y todos basados en una carrera hacia el fondo en términos sociales, laborales y ambientales es totalmente vulnerable y frágil.  Esta crisis por coronavirus, la crisis económica que le sobrevivirá y la violencia e inmediatez del cambio climático, dejan en evidencia esa fragilidad.

Ante esto, debemos pensar el corto, el mediano y el largo plazo.   Sin duda el bicentenario no se parecerá, o al menos no debería parecerse a lo que habíamos imaginado.  Buenos discursos con los que sectores políticos y económicos se dieran palmaditas en la espalda y se alentaran a seguir haciendo lo que venimos haciendo, pero mejor.   Esto resulta risible en la Costa Rica del 2020.

Por ello debemos pensar esto a partir de las necesidades fundamentales que tenemos como sociedad.   Lo que parecía olvidado ahora se hace necesario: debemos cuidar a los que nos cuidan: servicios y empleo público y sector agropecuario y pesquero para el consumo local.  Esto que hubiera sonado anticuado para esos sectores neoliberales dominantes, se vuelve una verdad clarísima para todos los que pasaron a ver la necesidad y dependencia que tenemos como sociedad de políticas y entidades públicas fuertes y con capacidad de adaptarse a realidades inciertas y cambiantes.  Una seguridad social potente y universal, la Fábrica Nacional de Licores garantizando la producción de alcohol de calidad y con seguridad, el Instituto Nacional de Seguros garantizando la atención y cobertura frente a riesgos nuevos y masivos, Correos de Costa Rica distribuyendo y llevando a todo el país lo que la gente necesita, el ICE garantizando la producción y el suministro eléctrico, así como el acceso a tecnologías de la información que garanticen la comunicación y el trabajo a distancia, el AyA garantizando agua potable aún en tiempos de escasez, o los servicios de policía, emergencias, bomberos, tránsito, son todos ejemplos de esto.  Esto hace evidente que el ímpetu privatizador, de ataque constante al servicio y el empleo público, y la fantasía de un sector privado que puede reemplazar al sector público pierdan su fundamento.

De nuevo se hace central la discusión sobre soberanía alimentaria que nos asegure que ante el colapso de las cadenas mundiales de producción y suministro, los agricultores nos garantizan las cadenas cortas de producción y suministro de las que dependemos para vivir.   Esto hace evidente que los agricultores no puedan seguir siendo los sacrificados de las políticas comerciales, tanto internacionales como a lo interno del país.

Y, finalmente, es evidente que debemos garantizar un ingreso mínimo vital a todas las personas que habitan este país.  Esto hace evidente que el hecho de que Costa Rica sea uno de los países más desiguales de Latinoamérica sea absolutamente inaceptable, de manera que las grandes riquezas y grandes capitales deben ayudar a garantizar esa renta mínima vital para todas las personas.

Es decir, el bicentenario sería una excelente oportunidad para repensar el país, pero no a partir de modelos frágiles y excluyentes, sino a partir de las necesidades más básicas: servicios públicos fuertes y universales, soberanía alimentaria e ingreso mínimo vital.   Esa sería una Costa Rica capaz de enfrentar de mejor manera crisis similares a la actual, como las que nos traerá la crisis económica y el cambio climático.

¿Cómo encarar esos desafíos, incluyendo la necesaria modificación de nuestra matriz energética hacia un modelo que además de no depender de los hidrocarburos en materia de transporte, no ignore la gravedad de la situación climática mundial?

Pero todo esto debe plantearse a partir de las enormes oportunidades y las enormes debilidades que tenemos como país.   Dentro de las enormes oportunidades está la destrucción de esas certezas construidas sobre una globalización económica inevitable.  Me atrevería a decir que de esta vamos a salir habiendo resignificado la importancia de esos tres elementos: servicios públicos potentes y universales, soberanía alimentaria e ingreso mínimo vital.

Pero dentro de las enormes debilidades tenemos una élite política y económica que no “acusó recibo” y piensa esta situación como un hipo del que nos curaremos y seguiremos haciendo lo mismo, pero mejor.  Son desesperanzadoras las manifestaciones de las cúpulas empresariales del país, zafándole el lomo a las necesidades que tenemos como sociedad.  

A UCCAEP como organización empresarial (muy distinta a la diversidad de empresarios que existen en el país) la mantiene unida tres ideas: el antisindicalismo, la oposición a impuestos que les implique pagar en función de sus rentas reales o de su riqueza, y la prevalencia de los intereses del sector financiero.   Es por ello que no me sorprende en lo más mínimo, que este momento de crisis, UCCAEP recurra a las mismas tres ideas, utilizando estereotipos, y buscando desviar la atención de la extraordinaria labor de los funcionarios públicos y de las instituciones públicas, hacia el lugar donde se sienten más cómodos: los privilegios, sindicatos del sector público, y a la imposibilidad de tocar al sector financiero y al sector empresarial bajo ninguna circunstancia.

UCCAEP sabe que si no logran cargar (toda) la factura al empleo público y a la reducción del gasto público, esto implicará impuestos y contribuciones adicionales para las élites económicas.  De manera que reflotan la idea de los privilegios, el empleo público, la eliminación de derechos laborales, etc. como el camino para pagar la factura de ayudas a las personas que claramente lo necesitan.  No hablan de gravar todos los ingresos altos (públicos Y PRIVADOS), y de gravar no solo los ingresos salariales sino TAMBIEN LOS INGRESOS NO SALARIALES (rentas, ganancias de capital, etc.).

Por su parte, en lo que a las élites políticas se refiere es necesario recordar que, en Costa Rica se desarrolló una expresión de la socialdemocracia que toda la vida fue antisindical, aunque siempre fue pro- trabajo, es decir, que persiguió de todas las maneras posibles a la organización sindical autónoma, y sólo aceptó la organización sindical que cooptada por el PLN, pero que estaba claramente preocupada por crear empleo y redistribuir la riqueza. Persiguió sindicatos en el sector privado y generó relaciones clientelares y corporativas con algunos sindicatos en el sector público (con quienes fue tremendamente generoso).  Sin embargo, cuando el PLN dejó de ser socialdemócrata, entró en contradicción con sus sindicatos, a quienes empezó a llamar privilegiados, y entró en contradicción con la institucionalidad pública y el empleo público.   Es decir, dejó de ser una socialdemocracia antisindical pero pro-trabajo, y se convirtió en una partido neoliberal más (así le pasó a partidos como el Partido Colorado en Uruguay, al PSOE en España, o al Partido Laborista Inglés).  Esos partidos dejaron de ser pro sindicales y pro trabajo para pasar a ser neoliberales y por lo tanto pro capital privado y antisindical.  El PLN ya era antisindical pero pasó a ser pro capital privado y dejó atrás su inclinación pro empleo.  Dejó de interesarse en la industria nacional y la clase media, para pasar a preocuparse por la apertura comercial.

Así que la bandera la retomó el PAC, como partido que incluyó en sus filas tanto a conservadores antisindicales provenientes del PLN y de otros partidos, como a sectores que estaban dispuestos a entender que en Costa Rica debía legitimarse también a la organización sindical autónoma, en el sector privado y en el público.  Esto permitió que, de manera muy valiente, Luis Guillermo Solís empujara la Reforma Procesal Laboral, a pesar de que la UCCAEP pegaba gritos y amenazaba al PAC.   No obstante, esos días quedaron atrás.   El PAC pasó a ser un partido pro capital privado, que dejó de ser pro trabajo y en el que prevaleció, finalmente, el antisindicalismo.  Es decir, se convirtió en un aprendiz, malo y desdibujado del PLN.   

Esta combinación o maridaje entre estos partidos completamente entregados al neoliberalismo y a los capitales privados, y profundamente antisindicales, es la que se junta naturalmente y sin ningún esfuerzo con la UCCAEP antisindical, anti impuestos progresivos y anti sector y empleo público.   El resultado es muy sencillo: el Poder Ejecutivo, entregado totalmente a esta visión, ya no tiene que enfrentar a UCCAEP o al PLN, sino que los ve como sus aliados naturales con los que tiene que ponerse de acuerdo, y ve como variables de ajuste, a los sindicatos, al empleo publico, a las personas trabajadoras del sector privado y a las instituciones públicas, en función del capital privado y de las tesis neoliberales.  Ya no es un gobierno que se siente como un “sándwich” y que debe construir “justos medios”. 

Por eso es que el gobierno corrió dramáticamente para que se le rebajaran los salarios (en un 50 o 75% a los trabajadores del sector privado), o bien que, sencillamente los enviaran a la casa sin salario  al aceptar un procedimiento “express” para suspender los contratos de trabajo, de manera que los empleadores pudieran dejar de pagar salarios y los trabajadores y sus familias se quedaran a sus casas a desayunar, almorzar y cenar aire.    Esto bajo la “promesa” de que algún día, esos trabajadores serán devueltos al 100% de su salario o a recibir algún salario, una vez que pase esta coyuntura.

Ahora se discute, luego de varias semanas de castigo a los trabajadores, un subsidio para una gran masa de personas.  Los que han perdido su empleo o a quienes se les haya suspendido su contrato; a los que se les ha disminuido su jornada y sus salarios, o sencillamente a quienes tienen que trabajar las mismas horas pero con una disminución de salarios ilegal o los que han sido sometidos a suspensiones ilegales; o bien aquellos que se ven duramente golpeados por no poder continuar en sus emprendimientos productivos, sus estrategias de autoempleo (trabajadores informales e independientes), o sencillamente ya se encontraban desempleados o en condición de pobreza.

De nuevo, el PAC, el PLN o los otros partidos neoliberales (PUSC, Republicano Nacional y cristianos incluidos), no tienen problema en abordar esta discusión a partir la perspectiva macroeconómica, y haciendo eco de la UCCAEP, por supuesto, a quien le preocupa las ganancias del sector financiero si se pone un límite a las tasas de interés de usura o si se accede a los fondos de pensión complementaria, le preocupa tener que pagar más impuestos, o incluso le preocupa tener que pagar impuestos ya que vienen reportando ganancia cero desde hace mucho tiempo, y quien por el contrario ve esta como una oportunidad para reforzar el antisindicalismo, la disminución del empleo público y la privatización de empresas e instituciones públicas.

No importa que el subsidio ofrecido por el gobierno no cubra a todas esas personas sometidas a la dieta del aire, o que el subsidio propuesto ni siquiera cubra la canasta básica alimentaria.   Es claro que, de esta crisis, ningún país de la tierra saldrá bien parado en términos macroeconómicos, pero algunos países habrán arrojado al abismo a buena parte de su población, con consecuencias insospechadas, mientras que otros tendrán que reconstruir sus economías con una población relativamente integrada.

Lo dramático de la situación global ha permitido hablar y hacer cosas que se pensaban prohibidas y olvidadas: Irlanda nacionalizó temporalmente hospitales privados; se exige el incremento del gasto público para no dejar caer a las familias; se habla de moratorias en alquileres y deudas; se rompen reglas fiscales, etc.  Esto ha hecho que algunos países, hayan recordado que eran socialdemócratas, como el PSOE en España.

Las voces que desde el PAC quieren una opción alternativa lo hacen en voz muy baja (porque lo principal es la lealtad partidaria…), quedando muy atrás de las pocas voces del PLN que se sienten avergonzadas de lo que ese partido representa actualmente, pero que no temen ser voces disidentes y, aunque muy minoritarias, dispuestas a ser críticos con el PLN neoliberal.   En el PUSC ni siquiera hay voces disidentes en voz baja. El PLN es el dominante, pero de una porción cada vez más pequeña de electores.  Cada vez más personas ven claro el panorama y entienden que PAC, PUSC, PLN y partidos cristianos nos están llevando al abismo.

La situación es critica para miles de personas.  Pero cada vez más personas entienden que ya no hay prensa seria en Costa Rica, sino empresas de comunicación vinculadas con intereses financieros y capitales privados, y que por lo tanto mienten y manipulan abiertamente.

¿Qué saldrá de todo esto? Nadie lo sabe, pero por el rumbo que transitamos es claro que tendremos una sociedad híper fragmentada, con un segmento enorme arrojado al abismo, y una UCCAEP tranquila porque habrá defendido los grandes capitales al sector financiero, y ojalá, a pesar del enorme sacrificio y mística de la enorme mayoría de empleados públicos, habrá debilitado a las instituciones públicas.  

Cada vez más son las personas para las que es evidente que debemos cuidar a quienes nos cuidan: CCSS, FANAL, CNP, INS, RECOPE, JAPDEVA, MEP, Ministerio de Salud, Universidades Públicas, policías, bomberos, investigadores, etc.; agricultores, pescadores y ganaderos que producen la comida aquí cerca; no las grandes cadenas comerciales sino los comercios pequeños y cercanos y las ferias del agricultor; los servicios de transporte púbico; los artistas de todas las ramas que nos han acompañado, gratuitamente, en esta dura coyuntura. 

Estos y otros sectores se han puesto la camiseta, mientras que las grandes riquezas de este país, y los grandes ganadores del modelo económico neoliberal solo saben decir, a mi no me toquen y graven al empleado público.   Todo esto bajo el aplauso y acuerdo del PAC, EL PLN, EL PUSC, el Republicano Nacional y los partidos cristianos.  

Algunos sabremos recordar y exigiremos una reconstrucción de país, a partir de estas nuevas o renovadas claridades.   Pero esto no alcanza.  Si algo nos enseñó la lucha contra el TLC o contra el combo del ICE, es que se requiere articular el tejido social a partir de esas claridades y necesidades.  Esto no se logra poniendo de acuerdo cúpulas de movimientos sociales (sindicales, feministas, ecologistas, etc.), sino articulando los movimientos sociales desde las necesidades locales, si es necesario frente a sus propias cúpulas dirigentes.    La construcción de ese nuevo paradigma no se puede hacer desde Zapote en la Casa Presidencial o desde Cuesta de Moras en el Parlamento.    O re articulamos institucionalidad pública y movimientos sociales desde lo local, o seguiremos dependiendo de esas élites políticas y económicas que se sienten cómodas navegando en el Titanic.

Bono “Proteger” protege a medias, incrementa la miseria y deja a miles desprotegidos

Tarifas de agua, de luz y de teléfono deben ser condonadas a los hogares en desgracia

Sí hay alternativas para el “quedarse en casa” con dignidad: ANEP las propuso

El denominado bono “Proteger” que está poniendo en práctica el Gobierno de la República para “ayudar”, fundamentalmente, a las personas trabajadoras del sector privado a las cuales les fue aplicado el despido, la reducción salarial y de jornada y/o la suspensión transitoria de sus contratos de trabajo; representa una protección a medias, va a incrementar la miseria y dejó a miles más desprotegidos todavía, pues ya estaban en tal condición antes del estallido en el país de la pandemia del coronavirus covid-19.

La cantidad de 125 mil colones (y, peor aún, el 50 % de la misma, 62.500 colones), no alcanza para solventar, en condiciones de dignidad, situaciones de pobreza surgida de manera súbita, lo cual hará crecer la vulnerabilidad de los hogares de escasos recursos que ya antes de la pandemia, sobrepasaban la cifra de 400 mil.

Será, por tanto, sumamente crítico para la fuente de ingresos del hogar que quedó en la calle, las jefaturas de familia, comprar los alimentos básicos, pagar recibos de servicios públicos, alquiler de vivienda y atender deudas con esos 125 mil colones.

Es urgentísimo ampliar las posibilidades de estos hogares para enfrentar la desgracia socioeconómica que ya tienen encima, haciéndose necesario una condonación del pago de los recibos de agua, de luz y de teléfono durante el próximo trimestre, pues ni siquiera una moratoria será beneficiosa dado que, al término de la crisis, esos hogares están mucho más endeudados.

Lamentablemente, en sociedades como la nuestra donde las personas han sido condenadas para que estén al servicio de la economía y, más grave aún, si dentro de la misma la prioridad es las cifras macrofiscales asociadas al pago de la impagable deuda pública; quienes menos tienen son quienes más sufren. 

En el caso costarricense, este grupo de personas ciudadanas ya había crecido considerablemente antes de la pandemia y, como ahora es notorio, sigue aumentando su número.

En tal sentido, la consigna oficial del “quedarse en casa” incrementa el sufrimiento, la congoja y el estrés de más de la mitad de la población costarricense, lo cual nos da la posibilidad de recordar que sí hay iniciativas de corte alternativo, más humanistas y más congruentes con la filosofía del Humanismo Cristiano que inspira la actual Constitución Política de Costa Rica.

Con la propuesta del Subsidio Social Solidario (SSS), formulada por la ANEP hasta un número de 660 mil personas-familias habrían podido recibir 250 mil colones mensuales, cogiéndose el pago diario de intereses de la deuda pública, declarándose una moratoria para tal efecto, mismo que anda en la cantidad de 5.500 millones de colones diarios. El fundamentalismo ideológico dominante en Casa Presidencial lo impide.

Con estupor y con indignación contemplamos que dentro del presupuesto extraordinario que el Gobierno plantea en estos días a la Asamblea Legislativa para que lo tramite, con toda celeridad y para darle contenido financiero a su bono Proteger, incluye 224 mil millones de colones para atender la deuda pública; es decir, casi 2 mil 500 millones de colones diarios en un período de 90 días, que es el plazo del bono gobiernista.

Casi 300 mil familias podrían haber recibido un Subsidio Social Solidario de 250 mil colones para cada una, durante los meses de abril, mayo y junio, con esos 224 mil millones de colones correspondientes a los acreedores de la deuda pública del país y sus correspondientes intereses obscenos.

Sin discusión alguna, quienes menos tienen son los que más sufren. Pero alternativas hay para que esto no fuera así.

ANEP propone 15 medidas para enfrentar la crisis ante la emergencia del Covid-19

San José, lunes 13 de abril de 2020.

-Albino Vargas Barrantes, Secretario General de la ANEP

-Wálter Quesada Fernández, Secretario General Adjunto de la ANEP

ANEP solicita medidas de protección sanitaria para recolectores de basura, aseo de vías y similares

La Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) envió una carta dirigida al Ministro de Salud, Daniel Salas Peraza, con una serie de planteamientos a considerar con el fin de que se inste, de forma vehemente, a las alcaldías y concejos municipales del país, a reforzar las medidas sanitarias en resguardo de los trabajadores de aseo de vías, de recolección de basura y de tareas similares con alta exposición de salud.

Compartimos la solicitud enviada al Ministro de Salud

Dr. Daniel Salas Peraza

Ministro de Salud

Honorable señor Ministro:

En primer término, reconocer su labor en el manejo de la pandemia Covid-19.  Somos la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), sindicato compuesto de miles de trabajadores y de trabajadoras quienes comparten sus experiencias laborales con nosotros; y quienes se han manifestado por medio de esta organización, total interés en colaborar con esta causa. Es por eso que remitimos una serie de planteamientos a considerar por parte de su digna autoridad a fin de que se inste, de forma vehemente, a los señores alcaldes, a las señoras alcaldesas y a las personas integrantes de los 82 concejos municipales del país, a reforzar medidas para mayor contundencia y consistencia, en resguardo de los trabajadores de aseo de vías, de recolección de basura y de tareas similares con alta exposición de salud.

Este documento tiene como fin presentar una serie de situaciones sobre el ambiente laboral que rodea a dicho personal, especialmente a los trabajadores de recolección de residuos sólidos, importante labor en la cual destaca ya la participación de mujeres; para que sea considerado en la actualización del documento, que ya fuera emitido por la cartera ministerial de Salud con relación a este cuerpo laboral estratégico de los servicios públicos.

Hacemos un breve recorrido en la vida de un trabajador para que puedan comprender a fondo el quehacer y cómo puede afectar la salud de estas personas y de las comunidades a quienes se les brinda el servicio. ANEP espera que sea de gran utilidad y, repetimos, para que se complemente lo inicialmente emitido por el Ministerio de Salud acerca de la protección de las personas trabajadoras recolectoras de residuos sólidos.

Ambiente laboral y factores de riesgo

Los trabajadores recolectores de residuos sólidos se pueden clasificar según sus tareas, de las cuales no sólo se trata de una labor de recolección si no de tratamiento. Es de suma importancia destacar que estos trabajadores están constantemente expuestos a múltiples virus y bacterias y su sistema inmunológico está, constantemente, a prueba. Para la ANEP son parte de una población de alto riesgo de cual hay que estar           en constante vigilancia. Para estos casos podemos contemplar los diferentes medios que los rodean.

Las labores descritas en este documento detallan un quehacer en el cual los trabajadores se exponen a un ambiente contaminado donde el virus covid-19 puede estar presente en cualquiera de los elementos y tareas diarias. Toda tarea descrita podría exponer enormemente al trabajador a una infección segura.

RECOLECTOR DE BASURA SOBRE CAMIÓN RECOLECTOR

Hogar o casa de habitación antes de entrar a laborar

El trabajador debe asearse antes de salir a trabajar, sin importar que horas después se vaya a ensuciar o sudar en el trabajo.

Es preferible que se lave bien las manos y prepare su desayuno y lo consuma antes salir a trabajar, para evitar consumir alimentos en la calle.

Al salir del hogar debe seguir todas las recomendaciones generales y protocolos establecidos para el uso de transporte público o propio.

Plantel Municipal

Se debe lavar y desinfectar las manos para marcar la entrada en el reloj marcador, de ser preferible es mejor hacer un control escrito por el capataz para evitar filas y contacto directo a un solo objeto.

Evitar la ingesta de alimentos (desayuno) antes de salir a su labor, así como intercambios de alimentos a menos que estén sellados o empaquetados.

Si se hace consumo de alimentos dentro del comedor, es preferible no estar uno frente a otro guardando distancia. Se pueden turnar grupos para esto y, de ser posible, mejor haber tomado el desayuno en casa. En caso de aquellas personas que necesiten alimentarse en horas especificas por motivos de salud, guardar todas prevenciones antes de la ingesta.

Si el trabador necesita despojarse de su ropa particular para uniformarse, es preferible que guarde distancia, o que este tiempo se haga en pequeños grupos para evitar aglomeraciones.

El uniforme debe estar limpio seco y desinfectado. Es recomendable que la institución brinde suficientes prendas de vestir para que los trabajadores siempre puedan tener su uniforme completo a la hora de trabajar. En caso que no tengan suficientes prendas y por ser una crisis, las instituciones deberían autorizar el uso de ropa particular con el propósito de que los trabajadores siempre tengan ropa limpia y seca.

Camión de basura

La exposición a la contaminación empieza desde que el trabajador se baja del camión y corre a recolectar la basura. Es importante mencionar que por las actuales normas de seguridad estos trabajadores se exponen más a ciertos desechos de cuidado personal, como lo son toallas de secado de manos, papel higiénico, paños desinfectantes, mascarillas, guantes y demás desechos con residuos biológicos.

El método de recolección normalmente se hace de forma rápida. Los trabajadores suelen correr, trotar o caminar rápido. Esto provoca que estén constantemente agitados, por ende, aspiran y expiran más aire de la cuenta exponiéndose a más posibilidades de infección.

Los desechos se recogen con las manos las cuales deben estar protegidas con guante resistente a cortaduras y, a su vez, impermeable y flexible por completo.

Sería recomendable que los trabajadores usaran protección en su cabeza, mascarilla, delantal, mangas largas y calcetines sujetando los ruedos del pantalón. Los guantes, los zapatos, los ruedos del pantalón las piernas, la parte baja del abdomen y las caderas son las zonas más críticas y las que acumulan más suciedad donde se pueden contaminar y retener más bacterias y virus.

Una vez recogida la basura y depositada en la tolva trasera del camión, el trabajador vuelve a su posición inicial de salida, se sujeta a una barandilla con los guantes sucios. Es importante tratar de mantener esta área en constante limpieza, así como el lugar donde van los pies.

Un momento crítico en esta labor es cuando se activa el mecanismo que comprime la basura, ya que en este momento el aire acumulado en las bolsas de basura escapa de forma violenta esparciendo liquido lixiviado, así como otros residuos que pueden estar contaminados con cualquier tipo de virus. Sería fundamental establecer como protocolo mantener una sana distancia mientras se realiza esta labor y acercarse a la tolva cuando ya el proceso ha terminado.

Sobre los camiones de recolección de basura no tradicional, normalmente son estilo vagoneta o de tolva abierta. Lamentablemente los trabajadores suelen recoger no sólo desechos no tradicionales, sino que también tradicionales, dada la falta de educación de los usuarios que mezclan todo tipo de basura lo que provoca un mayor peligro para el trabajador.

El método normal de recolección de desechos no tradicionales consiste en un trabajador que recoge la basura con pala o las manos, arroja la basura en la tolva, mientras tanto otro se encarga de acomodar la basura en la tolva. En muchas ocasiones el trabajador que acomoda la basura termina bañado en basura de pies a cabeza;  cuando el viento sopla y eleva la basura liviana, los desechos sólidos con contenido biológico infeccioso están al cien por ciento en contacto con el trabajador durante las horas de trabajo.

Durante este período de actividad es muy importante el lavado y secado de manos hasta el codo, capacitar al personal sobre cómo retirar y volver a ponerse el equipo de protección. Es fundamental cargar con suficiente agua y jabón en una parte segura y limpia del camión o vagoneta para uso del lavado de manos, de ser posible el chofer puede colaborar vertiendo el agua mientras los trabajadores se restregan bien las manos.

Evitar la ingesta de alimentos en la calle y sobre todo lo suficientemente lejos del camión.

Seguir todas las recomendaciones sanitarias e intensificar los protocolos sobre la entrada y salida de los camiones recolectores en los vertederos de basura.

Plantel municipal después de la jornada laboral

El ingreso de los camiones de basura y del personal debe cumplir horarios por grupos. Es de vital importancia crear una lista de requisitos a cumplir para la labor de ingreso, limpieza y desinfección de la maquinaria, herramienta y personal.

Crear plantillas metodológicas en las que se van anotando cada paso cumplido y observaciones al respecto.

El personal debe contar con un depósito adecuado para guardar y transportar su ropa sucia. Los zapatos deben limpiarse en este momento, se le debe condicionar un buen espacio para bañarse y desinfectarse, así como tiempo suficiente para esta labor. El personal que esté limpio y desinfectado debe estar, obligatoriamente, lejos del resto del personal que están en proceso de limpieza o estén contaminados. De ser posible sería mejor que se retiraran a sus casas una vez ya hayan completado la plantilla de limpieza.

Hogar después la jornada laboral

Respetar el protocolo de ingreso a la casa después de venir de la calle

Lavar el uniforme o la ropa con la que trabajó de forma inmediata, en un recipiente aparte para desinfectar antes de usar la lavadora o de verterla en una pila donde se lave otra ropa. Poner a secar la ropa y de ser posible, plancharla para que asegurarse que esté totalmente seca.

Evitar contacto físico con los miembros del hogar y sobre todo que tengan contacto con la ropa contaminada

BARREDORES DE CAÑOS, ACERAS Y CALLES

Hogar o casa de habitación antes de entrar a laborar

El trabajador debe asearse antes de salir a trabajar, sin importar que horas después se vaya a ensuciar o sudar en el trabajo.

Es preferible que se lave bien las manos y prepare su desayuno y lo consuma antes salir a trabajar, para evitar consumir alimentos en la calle.

Al salir del hogar debe seguir todas las recomendaciones generales y protocolos establecidos para el uso de transporte público o propio.

Plantel Municipal

Se debe lavar y desinfectar las manos para marcar la entrada en el reloj marcador. De ser preferible es mejor hacer un control escrito por el capataz para evitar filas y contacto directo a un solo objeto.

Evitar la ingesta de alimentos (desayuno) antes de salir a su labor, así como intercambios de alimentos a menos que estén sellados o empaquetados.

Si se hace consumo de alimentos dentro del comedor, es preferible no estar uno frente a otro guardando distancia. Se pueden turnar grupos para esto y, de ser posible, mejor haber tomado el desayuno en casa. En caso de aquellas personas que necesiten alimentarse en horas especificas por motivos de salud, guardar todas prevenciones antes de la ingesta.

Si el trabador necesita despojarse de su ropa particular para uniformarse, es preferible que guarde distancia o que este tiempo se haga en pequeños grupos para evitar aglomeraciones.

El uniforme debe estar limpio, seco y desinfectado. Es recomendable que la institución brinde suficientes prendas de vestir para que los trabajadores siempre puedan tener su uniforme completo a la hora de trabajar. En caso que no tengan suficientes prendas y por ser una crisis, las instituciones deberían autorizar el uso de ropa particular con el propósito de que los trabajadores siempre tengan ropa limpia y seca.

Campo de trabajo

Es importante mencionar que por las actuales normas de seguridad estos trabajadores se exponen más a ciertos desechos de cuidado personal, como lo son toallas de secado de manos, papel higiénico, paños desinfectantes, mascarillas, guantes y demás desechos con residuos biológicos.

Los trabajadores barredores se exponen a mucha suciedad en el aire debido al barrido que levanta partículas de polvo. Lamentablemente también barren caños con aguas residuales principalmente jabonosas, tienen que levantar rampas de acceso. Entre otras cosas, asean aceras donde personas indigentes orinan y defecan, recogen restos de basura que no recogió el recolector de basura, limpian botes de basura públicos, chingas de cigarro. También puede estar más expuesto a lugares públicos donde exista aglomeración de personas, como paradas de buses salidas de colegio y escuela, entre otras.

 Los desechos son apuñados con escobón y recogidos con la pala para ser depositados en una bolsa montada sobre un carretillo o balde. Desechos más pesados o grandes deben ser recogidos con las manos. También existe la posibilidad de que, por alguna razón, el trabajador tenga que ordenar la basura para que le quepa por completo en la bolsa, lo cual lo hace con las manos; preferiblemente mejor que lo haga con su herramienta.

Sería recomendable que los trabajadores usaran protección en su cabeza, mascarilla, delantal, mangas largas y calcetines sujetando los ruedos del pantalón. Los guantes, los zapatos y casi todo el pantalón son las áreas donde más se suele acumular suciedad y donde puede retener no solo el virus covid-19, si no otra clase de virus.

Una vez la bolsa de basura esté llena, el trabajador debe depositarla en un punto específico. En este momento el barredor puede aprovechar la oportunidad para lavarse las manos hasta los codos. Para esto podría cargar una botella de agua y jabón en una mochila, o en el compartimiento trasero del carretillo; de ser posible puede limpiar las agarraderas del carretillo y desinfectarlas, así como la tapa del compartimiento donde guarda las cosas.

Un momento crítico en esta labor es cuando la bolsa de basura está totalmente llena. En este punto la exposición a la contaminación es mucho más alta, el carretillo o balde suele estar más sucio y avanzadas las horas, la pala y el escobón también; el trabajador debe acercarse a la bolsa de basura, tener más contacto con ella para cerrarla, alzarla y sacarla, para finalmente depositarla y acomodarla en su sitio. Sería prudente que el trabajador se limpie y desinfecte después de esta tarea.

Sobre los carretillos y baldes, las agarraderas, el depósito donde se sostiene la bolsa y las ruedas, son las partes donde más se contamina. El escobón y la pala no escapan de ser focos de concentración de cualquier virus y bacterias; son puntos clave a considerar a la hora de manipular esta herramienta, por tanto, es necesario evitar tener contacto directo sin los guantes.

Evitar la ingesta de alimentos en la calle y, sobre todo, lo suficientemente lejos de la herramienta contaminada.

Plantel Municipal después de la jornada laboral

El ingreso de los trabajadores y sus herramientas debe ser por grupos, para que se le pueda dar un mejor seguimiento en el procedimiento de entrada, limpieza, y guardado de la herramienta. Para esto es fundamental crear plantillas metodológicas en las que se van anotando cada paso cumplido y observaciones al respecto.

El personal debe contar con un depósito adecuado para guardar y transportar su ropa sucia. Los zapatos deben limpiarse en este momento. Se le debe condicionar un buen espacio para bañarse y desinfectarse, así como tiempo suficiente para esta labor. El personal que esté limpio y desinfectado debe estar, obligatoriamente, lejos del resto del personal que esté en proceso de limpieza o estén contaminados. De ser posible sería mejor que se retiraran a sus casas una vez ya hayan completado la plantilla de limpieza.

Hogar después la jornada laboral

Respetar el protocolo de ingreso a la casa después de venir de la calle.

Lavar el uniforme o la ropa con la que trabajó, de forma inmediata, en un recipiente aparte para desinfectar antes de usar la lavadora o de verterla en una pila donde se lave otra ropa. Poner a secar la ropa y de ser posible plancharla para que asegurarse que esté totalmente seca.

Evitar contacto físico con los miembros del hogar y, sobre todo, que tengan contacto con la ropa contaminada.

Observaciones importantes para ambos grupos de trabajadores

  1. Se solicita a las jefaturas planificar la labor por tarea, para evitar concentraciones de trabajadores en los planteles.
  2. Crear varios grupos de trabajo que entren a laborar en distintas horas a un lapso de tiempo prudente que permita cumplir con los protocolos de entrada y salida; este último con el cumplimiento de la planilla de limpieza, descontaminación y aseo del equipo de trabajo y los trabajadores.
  3. Disponer de personal en los planteles que se encarguen de realizar aseo constante y que, a su vez, se guíen también con una planilla de tareas a cumplir.
  4. Capacitar al personal, con su quehacer de cada tarea y puntos a considerar.
  5. Se le recomienda al personal evitar la interacción con los contribuyentes. Si éstos tienen consultas, que las hagan vía telefónica.

Sin otro particular por el momento, esperando una pronta respuesta del despacho ministerial de salud,

Albino Vargas Barrantes Secretario GeneralWálter Quesada Fernández Secretario General Adjunto

Esteban Quesada Chacón

Directivo Nacional ANEP

Asesor Sindical ANEP-Sector Municipal

Criterio Sobre la Aplicación de la “Ley de Autorización de reducción de Jornadas de Trabajo ante la Declaratoria de Emergencia Nacional”

Es por todos (as) conocida la situación que ha estado atravesando el país, por motivo de la propagación del virus llamado “COVID-19”, ante la cual se han dictado una serie de medidas sanitarias, con la finalidad de reducir la posibilidad de propagación del mismo.

En respuesta a esta situación, el Estado costarricense decreto estado de emergencia nacional por medio de Decreto Ejecutivo N°42227-MP-S del 16 de marzo del 2020.

En este mismo orden de ideas, se tramito en la Asamblea Legislativa, el expediente N ° 21.854, como una posible medida para enfrentar la situación del país, en el ámbito del Derecho Laboral, proyecto que fue aprobado como Ley de la República y publicado en la Gaceta del 19 de marzo del 2020, como “Ley de Autorización de reducción de jornadas de Trabajo ante la declaratoria de emergencia nacional”, sobre la cual ANEP oportunamente presentó su oposición y observaciones, por no estar de acuerdo con el fondo del proyecto. Sin embargo, al ser hoy ley de la República, es necesario que nuestras bases tengan claridad de los alcances de dicha norma, las posibles restricciones, pero principalmente de cuáles son los aspectos sobre los que debemos estar vigilantes, en su aplicación.

Dentro de la exposición de motivos de dicha ley, se justifica en la afectación que la actual crisis ha tenido y está teniendo sobre las actividades comerciales, y económicas y por ende en las relaciones de trabajo. Bajo esta premisa se debe tener claro que para la aplicación de dicha ley deben en principio mediar dos supuestos iniciales y elementales, el primero es que únicamente se aplicaría esta norma, cuando se haya declarado un “Estado de Emergencia Nacional”, por lo que en condiciones normales, si una empresa tiene problemas de solvencia económica, siendo un caso particular, y no una situación de emergencia nacional, no se puede aplicar la reducción de jornada, y el segundo supuesto es que se está ante una afectación real y directamente relacionada con la situación de emergencia nacional decretada.

Por otra parte, la reducción de las jornadas reguladas en esta ley, al responder a un tema de emergencia nacional, y sus efectos, la misma únicamente puede ser temporal, es decir no se debe aplicar en el tiempo, ni de manera ilimitada. Debe responder a la situación económica de la empresa, frente a la situación de emergencia nacional, con una limitación temporal máxima de 6 meses. (Artículo 5 de la Ley)

La Ley está pensada para las empresas del sector, privado, no regula la reducción de jornadas en el sector público, sobre lo cual a este momento no ha sucedido, ni se ha regulado nada al respecto, por lo que por el momento lo que podemos tener presente es que no puede darse reducción de jornadas en el sector público, sino hay norma que lo permita, y si se llegará a emitir deben respetarse las mismas o mayores garantías que las que regulan en la ley de cita.

El primer requisito para que la reducción de jornada sea aprobada es que la empresa demuestra que ha tenido al menos en 20% de reducción en sus ingresos, y esa reducción debe estar directamente relacionada con la situación de emergencia nacional.

La ley da potestad al empleador para determinar cuáles son los contratos de trabajo que requieren ser reducidos en su jornada. Sobre este tema lo razonable y sobre lo cual debemos estar vigilantes, es que, si se aplica dicha reducción de jornadas, mínimamente se justifique en la real reducción de producción de determinadas secciones, departamentos o trabajadores de la empresa, directamente relacionada a la crisis nacional, y que no se aplique de manera antojadiza o arbitraria.

La ley establece un límite de la reducción de la jornada, hasta en 50% de la jornada ordinaria, y únicamente en los casos en los cuales las empresas demuestran tener pérdidas de hasta un 60% de las ganancias podrían reducir las jornadas hasta en un 75% de la jornada semanal ordinaria.

Sobre este tema se debe estar atento a la cantidad de horas que se mantenga trabajando a los trabajadores cuando esta reducción sea aprobada, es decir que, si una persona trabaja tiempo completa, únicamente podrá ver reducida a su jornada a medio tiempo. Y únicamente en casos extremos de pérdidas económicas de la empresa del 60% la jornada podrá ser reducida a un cuarto de tiempo.

Se debe tener claro que como quedo redactada la Ley, los patronos pueden aplicar la reducción de las jornadas de previo, a la solicitud ante la Inspección Nacional de Trabajo (ente encargado de autorizar o no la reducción de las jornadas) de dicha autorización, pero necesariamente dentro de los 3 días siguientes a la aplicación de dicha reducción el patrono debe solicitar la autorización, justificación mediante declaración jurada del patrono y certificación de un contador público autorizado, las pérdidas económicas.

En este punto lo que debemos vigilar, es que si en una empresa se ha reducido la jornada de los trabajadores, es que el patrono efectivamente pida la autorización dentro de los 3 días siguientes, y corroborar la información que den en el Ministerio de Trabajo, sobre las pérdidas económicas y sugiero que si se tiene alguna prueba en contrario, por medo de la cuales pueda acreditar que las pérdidas económicas no están relacionadas directamente con la situación de emergencia, o en realidad no hay pérdidas económicas, deberían aportar a la Inspección Nacional de Trabajo, para que sean valoradas a la hora de resolver si autoriza o no la reducción de jornada.

En los casos en los que se haya autorizado la reducción de jornada, se debe tener claro que en caso de que posteriormente ese trabajador termine su relación de trabajo, las prestaciones deben calcularse sobre los salarios recibidos antes de la reducción de la jornada. (Preaviso, cesantía, daños y perjuicios en contratos a plazo determinado)

Para efectos de los demás derechos laborales, si se tomaran en cuenta los salarios realmente percibidos durante la aplicación de la reducción de la jornada (ejemplo para efectos de aguinaldo, vacaciones, cuotas de la CCSS)

En caso de que la Inspección de Trabajo rechace la solicitud del empleador, la persona trabajadora tendrá derecho al pago de las diferencias salariales correspondientes al salario que habría percibido por su jornada ordinaria, y da la posibilidad también al trabajador de dar por terminada la relación laboral, de forma unilateral su contrato con responsabilidad para el patrono. (sin embargo, esto es un sin sentido, ya que los trabajadores lo menos que quieren es quedarse sin empleo, por lo que esto debe entenderse necesariamente como algo netamente voluntad del trabajador, es decir tiene el derecho de recibir las diferencias salariales y solo si quiere dar por terminado el contrato de trabajo)

Como dirigentes se debe estar vigilantes que estas reducciones de jornada no se apliquen solo a los dirigentes sindicales, o a las demás personas con fueros de protección.

ANEP denuncia conductas anti-sindicales y anti-obreras por parte de la autobusera TRACASA

La Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), solicitó la intervención de las máximas autoridades del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), ante las constantes prácticas anti-sindicales y anti-obreras por parte de la empresa autobusera TRACASA, está ultima encargada de prestar servicio en la zona Caribe de nuestro país.

Según la denuncia interpuesta por la ANEP ante la cartera de trabajo, la empresa presenta un doble discurso mostrándose ante el MTSS respetuosa del Estado de Derecho costarricense, sin embargo, en la practica la conducta es totalmente opuesta.

“Dada la valoración que hemos realizado, de último minuto, de la persistencia de conductas anti-sindicales y anti-obreras en la empresa de buses TRACASA-Limón, con antecedentes al respecto ante la cartera ministerial de Trabajo y Seguridad Social; precisamente porque en varias ocasiones la ANEP ha insistido en que mediando el diálogo, se pueden resolver la controversia obrero-patronal persistente en dicha empresa, la cual, lamentablemente, no parece o no quiere trabajar con transparencia y buena fe en tal sentido, manteniendo un doble discurso”, indica la denuncia dirigida a la Ministra de Trabajo, Geannina Dinarte Romero.

Incluso la ANEP, junto a su seccional en TRACASA, presentaron varios audios como prueba que testimonian el grado de indignación por proceder de la empresa, donde se escucha la voz de una trabajadora, que al parecer “tendría los días contados”.

Ante esta situación, la ANEP, también dirigió la nota al Consejo de Transporte Público (CTP) y al Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU), a fin de que ambas entidades y en el ámbito de sus respectivas competencias intervengan lo más rápidamente posible.

Con respecto a la solicitud ante el MTSS, la ANEP está solicitando que se convoque con urgencia a César López Solano y Luis Castillo Smith, personeros de la empresa en las oficinas centrales de la cartera de trabajo, al considerar que deben dar la cara ante esta circunstancia.  

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Subsidio ofrecido por Gobierno dejaría a miles en la miseria total

-Se debe cubrir, sin excepción, a todas las familias compatriotas en desventaja.
-El Subsidio Social Subsidiario (SSS) propuesto por ANEP dará asistencia a 660 mil familias y con 250 mil colones mensuales.

La propuesta del Gobierno para otorgar un subsidio a 375 mil familias y por un monto de 200 mil colones mensuales, durante un trimestre, se queda cortísima. Están pensando en asistir, únicamente, a las personas trabajadoras que ya han perdido sus empleos producto de la pandemia del covid-19, o que han sido afectadas por reducción de jornada con rebaja salarial. ¡Esto está bien!, en principio.

Sin embargo, la gravedad de esta crisis obliga a pensar en todas las personas desempleadas que ya tenían tan grave condición social antes del estallido de la pandemia. ¿Cómo se van a quedar en casa con hambre? ¡Eso no es humano!

Hablamos de las 309 mil personas que, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), estaban ya desempleadas, el 12.4 % de la Población Económicamente Activa (PEA). ¿Qué pasará con estas personas?

Por el contrario, la propuesta formulada por la ANEP, con el apoyo del Encuentro Social Multisectorial, establece la posibilidad de cubrir hasta un total de 660 mil personas-familias sin ingreso alguno o muy reducido; y, aun así, de seguro, más compatriotas estarán entrando a la miseria producto de esta crisis de salud y de economía.

La propuesta de la ANEP para establecer el Subsidio Social Solidario (SSS), se financiaría con la declaratoria de una moratoria en el pago de intereses de la deuda pública, por un lapso igual de tiempo, tres meses, inicialmente; que permitiría emplear con ese fin social los 5.500 millones de colones diarios que el Ministerio de Hacienda está erogando para honrar esos intereses, considerados abusivos y obscenos.

Hablamos de que habría un monto mensual de unos 165 mil millones de colones volcados en la economía del mercado interno con lo cual se obtiene un doble efecto: solidaridad social y reactivación económica.

Creemos que hoy en día, dado los acontecimientos mundiales y el parón de la economía planetaria, una moratoria como la que plantemos tiene espacio político a raíz de que las rigideces fiscales, dogmáticas y fundamentalistas, inspiradas en el neoliberalismo, están siendo barridas por la lógica de los acontecimientos; y en los mismos países-cuna de tales políticas macroeconómicas y fiscales, las mismas están haciéndose añicos.

La propuesta de ANEP, incluida dentro del documento 15 medidas para enfrentar la crisis ante la emergencia del Covid-19, mismas que -repetimos-, cuentan con el respaldo del Encuentro Social Multisectorial, ya la conoce el Gobierno y estamos esperando, al menos, un “acuse de recibo”.

Costa Rica: Apuntes para un Programa Económico Urgente frente la crisis del Covid-19

Por: Luis Paulino Vargas Solís, EconomistaDirector Centro de Investigación en Cultura y DesarrolloCICDE-UNED

Las condiciones que se viven:


1)    El Covid-19 plantea un desafío sanitario de dimensiones no vistas en generaciones.
2)    El tipo de medidas que es indispensable aplicar para frenar el contagio, tienen severas consecuencias económicas que, principalmente (aunque posiblemente no de forma exclusiva), tienen el aspecto de un abrupto “choque de demanda”, con una fuerte reducción de las ventas en diversos sectores de la economía, algunos de los cuales quedan cerrados del todo.
3)    Esto lanza a la economía a territorio negativo, y provoca un decrecimiento económico, el cual podría ser, al menos durante un tiempo, realmente agudo.
4)    Pero, por sobre todo, esto provoca desempleo y agravamiento de la pobreza, o sea, conlleva un costo humano y social, que debe ser atendido con sentido de urgencia y máxima prioridad.
5)    Razonablemente puede suponerse que una crisis sanitaria con estas características dure unos meses, después de lo cual debería haber una estabilización de la situación y un paulatino retorno a la normalidad. El proceso de recuperación será seguramente difícil, no solo desde el punto de vista económico, sino también social y cultural.


Las prioridades: su ordenamiento en el tiempo


1)    Durante la fase aguda de la crisis sanitaria, la prioridad absoluta es el combate al contagio, y la defensa de la salud de la población y la vida de las personas.
2)    Al mismo tiempo debe haber un gran esfuerzo nacional encaminado a reducir al mínimo posible las implicaciones humanas de la contracción de la economía, o sea, preservar los empleos tanto como se pueda; apoyar de forma especial a las micro, pequeñas y medianas empresas y los emprendimientos de la economía social y solidaria; y brindar apoyos a las personas pobres y más vulnerables, así como a quienes se quedan sin empleo.
3)    Avanzar rápidamente hacia la planificación de un programa de recuperación de la economía y el empleo, que se debe poner en marcha tan pronto como sea posible y, como mínimo, tan pronto como las condiciones sanitarias se estabilicen.


Fondo Nacional de Solidaridad Social


1)    Objetivo: atender y aliviar las implicaciones humanas y sociales derivadas del deterioro de la economía, y atenuar la contracción económica que se sufra.
2)    Aprovechar la baja del precio de los combustibles: el economista, Dr. Olman Segura (Segura Bonilla 2020), de la UNA ha formulado una propuesta para la constitución de un fondo que ayude a preservar el empleo en micro, pequeñas y medianas empresas, aprovechando para ello la baja en el precio del petróleo, de forma que ésta no se  traslade a los precios. El diferencial correspondiente permitirá  alimentar ese fondo. Segura estima que ello rendiría alrededor de ₡7000 millones al mes, lo que permitiría beneficiar a unas 70.000 personas con un subsidio de ₡100.000 mensuales, de forma que, cumpliéndose algunas otras condiciones, se preserve el empleo de estas personas. Me parece una idea absolutamente pertinente y necesaria.
3)    Recargo temporal solidario: establecer un recargo temporal (6 meses) a diversos impuestos: impuesto sobre la renta (tanto personas físicas como jurídicas, e incluyendo tanto ingresos del trabajo como los provenientes del capital), impuesto sobre rentas y ganancias de capital, impuesto sobre casas de lujo y automotores, graduado según una escala progresiva que garantice máxima justicia y equidad en el reparto de las cargas. El Ministerio de Hacienda debería estudiar un diseño de este recargo temporal progresivo, con el objetivo de que, en lo posible, rinda un monto de al menos ₡20 mil millones mensuales, y de esa manera beneficiar con un subsidio de ₡100.000 mensuales al menos a unas 200.000 personas. Según el grupo de trabajo FES-OES (Friedrich Ebert Stiftung, Observatorio Económico y Social UNA 2020), hay estimaciones del exviceministro de Hacienda José Francisco Pacheco, según las cuales un recargo del 10% al impuesto al salario, aplicado por una sola vez, daría un monto aproximado de ₡13 mil millones. Esto sugiere que el monto de ₡20 mil millones mensuales que propongo es viable, pero, además, esta propuesta que formulo, que responde a la misma motivación, es de alcances más amplios y, al cabo, más justos y equitativos, ya que hace partícipes ingresos de fuentes diversas (no solo del trabajo) y algunos recursos patrimoniales de carácter privilegiado. Es lo que corresponde en vista de las circunstancias excepcionales que hoy vivimos.
4)    Programa “Proteger”: todos los recursos que pudieran obtenerse a partir de lo indicado en los dos puntos anteriores se sumarían a los fondos, por un billón de colones, que el gobierno ha contemplado en su programa “Proteger” (Oviedo 2020) a fin de ampliar la cobertura, y apoyar a más personas en condiciones difíciles y a las micro, pequeñas y medianas empresas, y emprendimientos solidarios, que pudieran enfrentar problemas.
5)    Meta propuesta: con base en los recursos provenientes de las diversas fuentes mencionadas, se tratar de hacer llegar un subsidio mensual de ₡100.000 a un número de personas que, deseablemente, pudiese llegar a las 400.000. Esto no solo representaría un alivio necesarísimo para la vida de muchas familias, sino que además apuntalaría la economía en un momento en que ésta lo requiere de forma especial.
6)    Agresiva acción internacional: los diversos organismos internacionales se muestran hoy día muy dispuestos a conceder financiamiento en condiciones favorables, con el objetivo de aliviar los efectos económicos y sociales de la crisis.  Incluso esos organismos proponen posponer los pagos de deuda externa, al menos en el caso de los países más pobres. El gobierno debe aprovechar al máximo estas posibilidades, tanto para obtener fondos adicionales como para aliviar las obligaciones de la deuda externa, y así fortalecer los programas de auxilio a las personas y sectores más vulnerables, mantener la estabilidad del tipo de cambio y, al menos en parte, financiar un vigoroso programa de recuperación económica, una vez la emergencia haya sido superada.


Ahorrar en los pagos por intereses


1)    Intervención del Banco Central: dada la excepcionalidad de la situación, el Banco Central debe estar dispuesto a participar activamente en los mercados secundarios de la deuda pública, con un objetivo prioritario: lograr una reducción significativa de las tasas de interés de los bonos del gobierno y, por esa vía, una significativa reducción en los gastos por intereses, a fin de aliviar la situación fiscal y liberar recursos que puedan destinarse a fines de más provecho y urgencia.
2)    Pagos excesivos: los datos de gastos por intereses de la deuda pública correspondientes al año 2019, sugieren que, en promedio, durante ese año se pagó una tasa del 8,3%. Este dato coincide plenamente con el dato el promedio histórico ponderado que publica el Ministerio de Hacienda en su página web. Entretanto, la Tasa Básica Pasiva, un indicador de las tasas a las que los bancos y otras entidades financieras captan recursos del público, cayó por debajo del 6% en julio de 2019, y concluyó el año en 5,75%. En el momento en que escribo esto, se sitúa en 4,35%.
3)    Injustificable: no hay ninguna razón sensata que permita justificar esa enorme diferencia (que en diferentes momentos ha oscilado entre 2,5 y hasta 4 puntos porcentuales), entre las tasas que paga el Ministerio de Hacienda y las que pagan los bancos por la captación de ahorros de la gente.
4)    Ahorro significativo: cada punto de menos en las tasas que se pagan por la deuda interna, reporta un ahorro de aproximadamente unos ₡160 mil millones anuales. Hacer bajar las tasas en 3 o 4 puntos, reportaría un ahorro total en el orden de entre ₡500 mil a ₡600 mil millones de colones en un año.
5)    El Banco Central puede hacerlo: posee las herramientas técnicas, y también al autorización legal, según el artículo 52, incisos c) y f) de su Ley Orgánica.
Plan Nacional de Producción de Alimentos
1)    Reparar un error histórico: los grupos que han conducido el país durante los últimos 35 años, han hecho que el país incurra en un grave error, al abandonarse la agricultura que produce alimentos, y con el maltrato sistemático y reiterado contra nuestras productoras y productores. Esta coyuntura de crisis desnuda que esa estrategia política ha sido realmente criminal, puesto que nada infundiría más tranquilidad en momentos tan duros como los actuales, que el poder disponer de una provisión segura de alimentos.
2)    Aprovechar recursos externos: una parte del financiamiento que se obtenga en el exterior debería destinarse a crear un fondo que, con carácter de urgencia, se destine a promover la producción de alimentos básicos, agrícolas, pecuarios y del mar. Su ejecución quedaría a cargo del Ministerio de Agricultura y Ganadería.
3)    Subsidios: si, por ejemplo, se formase un fondo de ₡50 mil millones de colones, se podrían dar subsidios directos a pequeños productores y productoras, eventualmente un subsidio que oscile entre ₡1 y 1,5 millones, que beneficie a unos 35 a 40 mil productoras y productores, con la expresa finalidad de promover la producción alimenticia.
4)    Condiciones complementarias: a fin de dar eficacia a la propuesta, deben satisfacerse una serie de otras condiciones complementarias:

a.     Deudas: llevar a cabo una concienzuda reestructuración de las deudas, que amplíen los márgenes de maniobra para que productores y productoras reinicien sus proyectos productivos, con tranquilidad y certidumbre.
b.    Comercialización: garantizar canales de comercialización que pongan en contacto directo a productoras y productores con las masas consumidoras urbanas, sin la influencia distorsionante de intermediarios.
c.      Cadenas de suministro: garantizar el acceso a los insumos requeridos para el normal desenvolvimiento de la producción.
d.    Compras públicas: el Estado garantizará la compra directa, por medio del Consejo Nacional de la Producción, de una parte de la producción (podría ser alrededor de un 20%), la cual se entregará como subsidio alimentario a las familias más pobres.
Programa de recuperación económica
1)    Compromiso patriótico: El país, en forma generosa, dialógica y muy patriótica, debe acordar un ambicioso programa de recuperación económica, una especie de Plan Marshall criollo, para recuperar la economía y el empleo, el cual se empezará a ejecutar tan pronto como se pueda y, al menos, una vez la crisis sanitaria se haya superado.
2)    Fondos externos: de los recursos provenientes de las diversas fuentes de financiamiento externo a las que se pueda recurrir durante la presente crisis sanitaria, más los fondos ya disponibles (incluidos los $1.500 millones obtenidos mediante la emisión de eurobonos) y una vez cubiertas las necesidades perentorias que ésta plantea, se reservará tantos recursos como sea posible para financiar un amplio programa de inversión pública. Deberíamos fijar una meta en el orden del 4-5%, como proporción del PIB, de recursos que se reservarán y destinarán a este fin.
3)    Acuerdo nacional: reconociendo las múltiples trabas y obstáculos que hoy dificultan la ejecución de obra pública, debe avanzarse en un gran acuerdo nacional, que permita simplificar al máximo los procesos y trámites, incluyendo un compromiso explícito, tanto por parte del sector público como del privado, para no interponer obstáculos a esos procesos.
4)    Prioridades: en una primera etapa, y con carácter urgente, se priorizarán proyectos de fácil ejecución que generen muchos empleos y que de manera explícita procuren incorporar a las mujeres y favorecer las regiones más empobrecidas y rezagadas del país. Por ejemplo, para la reparación, ampliación y mejora de centros educativos; clínicas y dispensarios de salud; reparación de calles, carreteras, aceras, puentes, parques y espacios públicos, entre otras posibilidades. También mejoría, reparación y ampliación de la infraestructura necesaria para las labores de cuido, así como ampliación de los servicios, incluyendo comedores escolares y centros de cuido de niños, niñas y personas mayores, entre otras opciones similares que es urgente explorar.
5)    Plazos más largos: debe contemplarse un amplio programa que relance la infraestructura y la productividad, de forma incluyente y equitativa. Las prioridades deberían estar en áreas como las siguientes: energías alternativas; acueductos; transporte público; tratamiento de aguas residuales y recuperación de ríos contaminados; fibra óptica; un programa nacional de vivienda que, mediante avales y subsidios, le dé acceso a casa propia a familias cuyos ingresos se ubiquen por debajo del percentil 70; laboratorios de investigación en universidades públicas, comprometidos con la generación de conocimiento y tecnologías que favorezcan a micro y pequeñas empresas, cooperativas, emprendimientos sociales y solidarios y,  en general, empresas de capital nacional.