Tratado De “Libre” Comercio Con Sello Libertario: pésimo pronostico para los defendores del TLC Nos queda mejor ahora, hablar del TLC libertario-arista

Conocidos por su extremismo ideológico, sus cuestionados vínculos con los negocios del placer y con una ausencia total de transparencia en cuanto a sus fuentes de financiamiento, los defensores del TLC deberían preocuparse, seriamente, ante el anuncio libertario de que dicho partido introducirá el TLC en la corriente legislativa. En verdad, se trata de unos pésimos patrocinadores.

Si ya ha venido decayendo el apoyo ciudadano al TLC, la anunciada acción de los amigos de los casinos y de las casas de apuestas, propicia un enorme impulso a la creciente ola de rechazo a dicho convenio “comercial”.

Sin duda alguna, el anuncio de los libertarios aporta un valioso elemento de propaganda para incrementar la calidad del trabajo de la amplia coalición opositora que se ha venido consolidando en contra del TLC. Una especie de “valor agregado” con el que no se contaba para esta lucha.

Particularmente, el exmandatario de la República, Dr. Oscar Arias Sánchez, ahora aspirante presidencial, debería preocuparse aún más, pues en el marco de la anunciada acción de la extremista fracción parlamentaria del Movimiento Libertario, será muy fácil posicionar en la conciencia popular, algo así como “el TLC libertario-arista”.

Si lo vemos desde una perspectiva estratégica para quienes desean la aprobación de ese TLC, su llegada a la Asamblea Legislativa por la vía libertaria, le genera una enorme descalificación política, dado que podrá interpretarse como carente de rango de política de Estado, al no haber sido enviado a su tramitación por el propio Poder Ejecutivo.

En todo caso, la circunstancia política y sociohistórica que se va perfilando es contundente: el verdadero debate del TLC será el de la calle y será en este escenario donde la suerte del mismo se resolverá en forma definitiva. Eso sí, lastimosamente, en un clima de confrontación social jamás visto en la historia nacional de las últimas décadas.

San José, 29 de enero de 2005.

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