Albino Vargas Barrantes/ Secretario General ANEP
“Un pacto por el empleo” es el demagógico nombre escogido por el sindicato patronal Uccaep (Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado) en su más reciente planteamiento (al menos, a nivel público, pues los que no lo son jamás llegan a ser del conocimiento ciudadano), dirigido al Gobierno de la República; pretendiendo un “reordenamiento” de las relaciones económico-sociales para la Costa Rica de los tiempos de la desigualdad y, ahora, los de la pandemia.
Se impone, necesariamente, la formulación de posiciones alternativas, mismas que han de surgir desde la acera opuesta en la cual se encuentra ubicado dicho gremio corporativo de los meganegocios del país; alternativas que ya han venido siendo formuladas desde las vivencias de los sectores obrero-sociales, cívico-patrióticos, así como los agrupamientos micro-pequeños y medianos del empresariado; tanto como desde sectores de la academia y de la intelectualidad inspirados en la promoción del bien común y de la inclusión social.
Es en este último caso que queremos comentar con las personas lectoras los primeros aportes que sobre la propuesta de la Uccaep nos brinda el grupo Economía Pluralista, integrado por “25 economistas que provienen de diversos ámbitos de la academia y del ejercicio profesional de la economía, tanto en el sector público como en el privado”. Así se presentan ellos ante la comunidad nacional. Por demás, personas extraordinariamente serias y profesionales.
El grupo Economía Pluralista expresa su preocupación por el “tono político y moral de las propuestas económicas de la Uccaep”. Desde nuestra perspectiva obrero-social, tal conjunto de propuestas expresa una peligrosa tendencia totalitaria y esclavista.
Bien hace el grupo Economía Pluralista cuando nos enseña que “…en economía no existe ni un único enfoque ni, en consecuencia, tampoco un único camino que pueda seguirse o una única propuesta de políticas que deba considerarse. Esto debe tenerse muy en cuenta, para evitar caer en la trampa de creer que los planteamientos de la Uccaep agotan, ni mucho menos, las posibilidades disponibles. Precisamente es por tal razón que a nosotros nos movió calificar esta propuesta empresarial como totalitaria.
O sea, lo distinto, lo diferente, lo razonablemente diverso para que un ordenamiento de las relaciones económico-sociales costarricenses, en época de desigualdad y de pandemia sea lo más incluyente posible, no cuenta para Uccaep.
La connotación totalitaria que nosotros decimos tiene la propuesta “Un pacto por el empleo” dada a conocer el sindicato patronal Uccaep se explica muy bien por parte de estas 25 personas académicas integrantes del grupo Economía Pluralista cuando nos hacen ver lo siguiente: “…Costa Rica es una sociedad pluralista y diversa, y que las voces, intereses y necesidades de los diversos sectores de la sociedad, tienen el mismo derecho a ser atendidas y están investidas de la misma legitimidad, que puedan tener las voces de las organizaciones empresariales como la Uccaep. La arrogante y antidemocrática pretensión de esta organización, al insinuar, como claramente lo hace, que su voz es la única que deba ser escuchada, no es de recibo, y merece ser rechazada ad portas”.
Al continuar el análisis efectuado por el grupo Economía Pluralista sobre la propuesta de Uccaep, el carácter totalitario de la misma se refuerza pues presenta una invisibilización histórica de los aportes multifacéticos del desarrollo socioeconómico costarricense a lo largo de la vida republicana del país, aportes que no solamente han sido dados por el empresariado. Uccaep “…ofrece interpretaciones de la historia costarricense sumamente anacrónicas y arbitrarias, cuyo propósito es, claramente, afirmar que Costa Rica debe su existencia entera al empresariado. Es una idea absurda e insostenible, la cual, sin embargo, ha echado profundas raíces en el imaginario de la Uccaep y otras organizaciones empresariales costarricenses, las cuales parece que, en efecto, se la toman en serio”. Para fortuna de la democracia, el grupo Economía Pluralista se ha encargado de cerrarle el paso a esta visión totalitaria de lo que ha sido la construcción social en Costa Rica… Volveremos sobre el tema la semana próxima.