La noche del martes 29 de abril, en un programa de televisión, se le escuchó al señor ministro de Seguridad, profesional en derecho Lic. Mario Zamora Cordero, decir que el policía de la Fuerza Pública está bien pagado, porque según el señor Ministro, el salario promedio de ¢400 mil es bueno para alguien que tenga noveno año de secundaria.
Queda demostrado, con esa abrupta manifestación, que al muy lúcido señor Ministro nunca le interesó el trabajador de la Fuerza Pública, pero además deja en evidencia el poco conocimiento que tiene del tema.
Resulta que al hombre o mujer que trabaja en la nada sencilla tarea de brindar seguridad ciudadana, el que realiza los decomisos de drogas que le permitieron a él páginas en los medios de prensa escrita y flamantes conferencias con medios de prensa televisiva.
A el y la trabajadora de uniforme azul, el delincuente al que se debe enfrentar en razón de sus funciones no le pregunta si tiene noveno, bachillerato o una licenciatura, para el delincuente, su rival simplemente es un policía.
Claro, este señor se jacta al decir que logró números históricos en decomisos de drogas, en decomisos de armas, en un etc… Pero lo único que logro fue mostrarse fariseo y falaz, esos números los consiguieron las y los policías con noveno año de secundaria, con bachillerato, con licenciatura, y sin más escolaridad que el sexto grado en algunos casos, pero que igual, con valor y honestidad, cumplieron su deber, y no un Ministro que solo pensó en “ganar imagen”, al igual que algunos de sus jerarcas, si algunos de ellos en su “historia” policial no registran ni el decomiso de una tocola.
Nos pidió las listas de delegaciones en mal estado, igual quiere la lista de delegaciones donde se come mal, o sea, no salió de su despacho, salvo las veces de la entrevista que permitiera reforzar imagen.
Es imposible que desconozca las condiciones en que labora el personal de la Fuerza Pública, a menos que una vez más quiera pensar que somos como el “buey manso”.
Esta es la historia que está cambiando, en donde las y los policías en muchísimos casos dejaron de parecer este animal de trabajo, que con el yugo en sus lomos, cabeza y mirada al suelo solo ara los campos, aunque sea maltratado.
Se acabó ese tiempo, porque las y los policías de hoy analizan, cuestionan, y estudian, sí señor, por si no lo sabe, hoy en día muchas y muchos sacaron licenciatura en Derecho, Administración, Psicología, Criminología, y muchas otras carreras, aunque, paradójicamente, mientras el señor Ministro dice que no se tiene más que noveno, estas y estos profesionales, en muchos casos, están en casetas y embajadas, ¿por qué será, señor Ministro?
Por cierto, la Ley 7410, Ley General de Policía, establece como requisito de ingreso a la Fuerza Pública el noveno año, entonces no vemos cuál es su queja, porque si bien este requisito parece de mediana escolaridad, lo cierto es que para ser policía se requiere de mística, entrega, valor, coraje, amor, vocación, convicción y deseos de servir.
Requisitos que posiblemente el señor Ministro no pueda llenar, porque para ser policía se requiere todo lo anterior, más una alta cuota de sentimiento, mientras que para ser Ministro basta con ser político.