Por: Albino Vargas Barrantes
Secretario General de la ANEP
Aunque no lo admitan, ellos lo saben. El combo fiscal, hoy ley de la República No. 9635, con el pomposo nombre de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, solamente sirvió para hacerle daño a la mayoría de la población del país; especialmente a la clase trabajadora asalariada y a la de la informalidad, así como a las micro-pequeñas y medianas empresas.
Además, una fuerte carga ideológica en contra del sector Público, en contra del empleo público, estuvo en la consideración política fundamental de los grupos dominantes para meterle, con forceps, a la gente esta ley que, como reiteradamente hemos apuntado, se impuso haciendo varias trampas políticas, tema éste que abordaremos en próxima entrega.
Lo que nos interesa ahora es insistir en que esta gente del gobierno del tripartidismo PLUSC-PAC ha fracasado en cuanto a su política económico-fiscal: alto desempleo (llegando al 20%); no hay reactivación económica, los salarios están deprimidos y congelados (exceptos los de la cúpula política de alto nivel, las burocracias doradas); la informalidad es ya la mitad de la Población Económicamente Activa (PEA); el alto endeudamiento público y los intereses obscenos de la deuda pública están estrangulando la economía, el agro está abandonado y en proceso de extinción, la mega-corrupción tributario-fiscal del empresauriado está sin control, etc., etc. ¡Fracasaron! La sociedad es más desigualdad que nunca.
Por eso conviene poner en la mesa que existen otras posibilidades de una nueva política económico-fiscal, distinta a la implantada por los grupos económicos del alto corporativismo empresarial instalados en Zapote en los últimos gobiernos y no solamente en el actual. ¡Son los mismos!
A juicio de la opinión de los expertos del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), Costa Rica tiene diez desafíos fiscales estructurales, más agudos todavía, luego de la fracasada apuesta neoliberal por el combo fiscal-ley 9635.
Son éstos: 1) Gasto público insuficiente y sumamente rígido. 2) Poca transparencia en la ejecución del gasto. 3) Los ingresos públicos son insuficientes para cubrir los gastos. 4) La carga tributaria es rígida. 4) Los resultados del combate a la evasión tributaria son muy pobres. 5) Los resultados del combate a la evasión tributaria son muy pobres. 6) La estructura tributaria no permite el combate a los flujos ilegales de capital (FIC), es decir, el dinero sucio producto del negocio criminal del narcotráfico y del crimen organizado. 7) Estructura tributaria regresiva. 8) Persiste el otorgamiento de gastos tributarios como estrategia de competitividad. 9) El déficit fiscal ha sido creciente. 10) La deuda pública tiene rasgos de insostenibilidad.
Cada uno de esos diez aspectos abre la posibilidad de la construcción de un enorme conjunto de disposiciones políticas, legales y administrativas, para darle un nuevo rumbo al país, un cambio estratégico ante la constatación de que los controladores de la cuestión macro-fiscal y tributaria del país en los gobiernos del PLN, de PUSC y del PAC han, repetimos, fracasado estrepitosamente.
Este dato es realmente impactante. Las arcas públicas dejan de recibir, ¡por mes!, unos 425 mil millones de colones; gigantesca cantidad que equivale a 1.21% del Producto Interno Bruto (PIB). El combo fiscal-ley 9635, la ley que está causando tanto daño a la mayoría de la población, apenas recaudará, ¡en un año!, unos 440 mil millones de colones, equivalentes a 1.25 puntos PIB.
¿Y por qué esta grave situación? Pues los mega-intereses del gran corporativismo empresarial del país no permiten ningún tipo de transformaciones profundas en materia de evasión fiscal-fraude tributario (8.5 puntos PIB), ni tampoco en exenciones-exoneraciones (6 puntos PIB).
Además, es más que un crimen social seguir sacándole recursos a los que menos tienen y a los que sí tributan y tributan más, proporcionalmente hablando; para destinar recursos a una deuda pública que es impagable, al menos en su estado actual de condiciones de pago de intereses, por ejemplo. Hay que auditar esa deuda con urgencia.
Como bien ha indicado el papa Francisco, el gran desafío para la Costa Rica actual es éste: “Una economía que da vida y no mata, incluye y no excluye, humaniza y no deshumaniza, cuida la creación y no la despoja”. Dice el papa Francisco que “hay que cambiar la economía actual y dar un alma a la economía del mañana”.
Ni Alvarado, ni Piza creen en esto. Ni André Garnier, ni Edna Camacho, ni Rocío Aguilar creen en esto. Ni Carlos Ricardo Benavides, ni Paola Vega, ni Yorleny León creen en esto. Ni los latifundistas mediáticos practicantes del periodismo de odio, creen en esto. Ni las burocracias doradas de salarios multimillonarios creen en esto. Ni el histrionismo radiofónico gobiernista, cree en esto. Ni sus respectivos adláteres, amanuenses, escribanos, aduladores, condescendientes obreros por oportunismo y similares, creen en esto. Y, sin embargo, ¡hay esperanza!