Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP
El Partido Liberación Nacional (PLN) pagó caro el precio de respaldar la gestión ideológico-política de Carlos Alvarado Quesada. Es más, en las urnas le cobraron su cogobierno con el hoy, prácticamente, extinto Partido Acción Ciudadana (PAC).
Acaba de perder su tercera elección consecutiva, producto de su paulatino pero sostenido proceso de degeneración política al pasarse a las tiendas del neoliberalismo; renunciando al pensamiento socialdemócrata clásico, especialmente el de su principal fundador, don José Figueres Ferrer, el célebre Don Pepe.
La corriente sindical en la cual militamos impulsó una campaña, realmente exitosa, en redes sociales, denominada Pasar Factura, con ocasión de las votaciones del pasado domingo 6 de febrero.
Por supuesto que el resultado final de las mismas no puede atribuirse solamente a la circunstancia del proceso Pasar Factura, pero, sin duda, aportó para que: a) el PAC no obtuviera una sola diputación y su candidato presidencial fuera, electoralmente, “exterminado”; b) ni Fabricio, ni Lineth ni, mucho menos, Cruickshank, pasaran a la segunda ronda; y, c) el señor Figueres lo logró, pero “dejando los pelos en el alambre”. Al final, se le derrota en la segunda ronda… Y se terminó de Pasar Factura.
Sin duda, la campaña Pasar Factura caló hondo. Como gestores de la misma, no la retomamos para la segunda ronda para no ser acusados de promotores o apoyadores de la victoria del hoy Presidente electo, el señor Rodrigo Chaves Robles. Continuar la campaña Pasar Factura en segunda ronda, era más que obvio que se estaría abogando por el hoy triunfador y en contra del hoy perdedor.
Optamos por preservar el carácter independiente, no alineado del pensamiento y de la acción que venimos generando e impulsando a lo largo de estos tiempos de los TLC, en los cuales la hegemonía ideológico-política y económica de corte neoliberal sigue dominando la escena política del país. Pero, sin duda, el espíritu de Pasar Factura jugó papel relevante en el resultado final de segunda ronda de las elecciones presidenciales del pasado domingo 3 de abril.
Pasar Factura tuvo como base el repudio, el rechazo, la ira popular en contra de tres legislaciones adoptadas por la Asamblea Legislativa ya próxima a terminar su gestión, el próximo 30 de abril: la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, No. 9635, conocida como combo fiscal, impuesta en el 2018; la Ley para brindar seguridad jurídica sobre la huelga y sus procedimientos, No. 9808, conocida como ley anti-huelgas, impuesta en el 2020; y, finalmente, la Ley Marco de Empleo Público, No. 10159, impuesta en este 2022.
En la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia se tramitan acciones de inconstitucionalidad contra las leyes 9635 y 9808. A la 10159 le espera una lluvia de acciones judiciales en la misma línea. Sin esperanza alguna, pues la Sala Cuarta, en su mayoría, está alineada con el poder económico reinante. Sin embargo, es necesario pasar por ella antes de ir al litigio internacional que tenemos previsto ya.
Fue el Partido Liberación Nacional (PLN), con su actual fracción parlamentaria el líder gestor, articulador y manipulador para que esta tríada de legislación anti-obrera se convirtiera en ley de la República; cargada de inconstitucionalidades, de violaciones de Derechos Humanos, con un contenido de odio de clase muy peligroso, particularmente, en contra de las personas trabajadoras asalariadas del sector Público.
Las bases del liberacionismo honesto, ese que sigue siendo leal al pensamiento de Don Pepe, de don Rodrigo Facio Brenes, de don Daniel Oduber Quirós, deberán siempre tener presente estos nefastos nombres que propiciaron la tercera derrota electoral consecutiva del PLN: Carlos Ricardo Benavides Jiménez, Yorleny León Marchena, Silvia Hernández Sánchez, Roberto Thompson Chacón. ¡Y se terminó de Pasar Factura!, pero la lucha social organizada debe continuar.