Varios quinquenios de la Lucha contra el Combo ICE. Los recuerdos saltan. Era una muchacha y la bienvenida a los Estudios Universitarios Públicos me la dieron las consignas de un pueblo social, etario, laboral y políticamente diverso, empero que compartía la ética por la soberanía de este país. Fueron meses de mucha lucha, lectura, transferencia de saberes, diálogo y convicción. Días de levantarse a volantear, ir de clase en clase a conversar con más estudiantes.
Al principio éramos pocos. Al final, masivo 23 de marzo, éramos miles. El amarillo era nuestro signo externo y la conciencia se teñía de ese color en contra de una medida neoliberal que de haber sido aprobada hubiera transformado en detrimento de Costa Rica. Hoy a mis 35 años, escribo para recordar ese pasado históricamente colectivo, pero lo hago más aún para responder a la pregunta 15 años del Combo ¿Y ahora?
Se consiguió parar la privatización, al menos descarada, en ese momento y durante este tiempo se han dado pulsos a muerte como la lucha desigual contra el TLC. Se debe empero aspirar a más. Así, reflexiono desde mi humidad de pensamiento sobre tres tareas indispensables.
1. Reconocer que desde este lado de la acera, debemos superar la etiqueta de izquierda. La ideología del vivir bien o buen vivir, o la de un mundo donde quepan muchos mundos debe ser el motor de la Patria Grande. Durante el Combo y el TLC no solo gente de “izquierda” luchó. El asunto de la izquierda o derecha es una dicotomía mal sana de un patriarcado que dictaba solo dos caras de la moneda durante la Guerra Fría y hoy con guerra de miedo sin polos bien definidos lo sigue haciendo. Hoy la discriminación, el machismo, el sexismo, la homofobia, la xenofobia, los mitos, los estereotipos, el consumismo, la destrucción ambiental, todo cuanto promueve el Patriarcado, deben ser combatidos desde un espectro común. Un colectivo que sea capaz de escucharse e interdiscutir, interdialogar, interproponer. Abrirnos en nuestra individualidad de intereses y lucha, no para renunciar a ella, para ser capaces de ser empáticos y solidarios. Diversos pero juntos.
2. Darle mayor relevancia a la información. Primero, los medios de comunicación. Chomsky plantea que los medios son el quinto poder. Sin afán de definir o no qué es Libertad de Expresión, considero que informar debe hacerse siempre tomando en cuenta la legitimidad de las fuentes y su imparcialidad. Imparcialidad que se reserva para los y las comunicadores, pero qué poco cuestiona las líneas editoriales. Entonces, se debe hacer un ejercicio para estar claros y claras en cuales son los hechos y los filtros que se ponen sobre éstos. Segundo, la responsabilidad que tenemos cuando luego de informarnos, asumimos una posición, la cual será defendida con argumentos y no con invenciones o alarmismos. Durante el Combo ICE, recuerdo que informamos de esta forma. De ahí que de pocos pasarnos a miles, con información sobre el Proyecto y sus implicaciones. Nuestra lucha diaria en un país donde la lectura o la información se basan en “posts” en Facebook, tenemos el deber redactar volantes precisos que consideren los perfiles de sus lectores y lectoras. Comunicar por medio de la transferencia de conocimiento y no la retórica de frases vacías. La información es poder.
3. Finalmente, la ruptura de la cultura hegemónica. Durante el Combo ICE, se desquebrajó de alguna forma, por medio de la irrupción en el tradicional corrupto bipartidismo y la creación de otras fuerzas político electorales y el cuestionamiento de las políticas neoliberales y su vanagloriada privatización. Aquí la clase trabajadora pudo ser capaz de levantarse desde su propia conciencia en contra de los cánones establecidos de las élites y las mismas lumpemburguesías tan nocivas para nuestra América Latina.
Entonces, a grosso modo puedo terminar esta reflexión apelando a repensar nuestra posición y nuestro camino. Son tiempos difíciles que deben lucharse a partir del reconocimiento de sujetos políticos con agendas comunes, información inclusiva-transformadora y autoformación cultural desde la descolonización de patrones hegemónicos.
El Combo ICE debe ser referente para recordarnos las luchas, pero también y con mayor peso, forzarnos a reconocer las posibilidades internas tanto individuales como de gremios de reformular acciones transformadoras.