2005: año todavía más caliente, con confrontación social abierta a la vista

TLC. El envío del TLC a la Asamblea Legislativa, activará todos los mecanismos de movilización que se han venido preparando, por parte de las diferentes redes organizativas que se han establecido para este enfrentamiento. La explosión social que se tiene en perspectiva, adquirirá un carácter jamás visto, de consecuencias imprevisibles.

PENSIONES IVM.CCSS. La reforma de pensiones al régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), que administra la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), es otro coctel explosivo. Si la Junta Directiva de la CCSS decide tomar una decisión únicamente con base en el apoyo del empresariado y del solidarismo, no estaría más que prendiendo una candela de dinamita; pues estamos seguros que la clase trabajadora no aguantará una reforma de pensiones cuyo costo será absorbido, totalmente, por la parte laboral, quedando exoneradas las partes empresarial y estatal.

SALARIOS. Los salarios de la clase trabajadora de los sectores Público y Privado, sin duda alguna que es otro factor de conflicto latente. Recordemos, por ejemplo, que para los empleados públicos no se ha fijado el aumento salarial del primer semestre del 2005. Los datos de este año por concluir, revelan una sensible pérdida, de casi un 6 %, del poder adquisitivo real de los salarios; los cuales anduvieron muy por debajo del índice de inflación, por demás alto como bien es conocido.

RITEVE. El asunto de la revisión técnica vehicular, en manos del ilegal monopolio privado de RITEVE, sigue en capilla ardiente. Esta empresa deberá defenderse de los cargos que le imputa el Movimiento Cívico Nacional, en audiencia oral y pública prevista para el día 12 de enero de 2005. A partir de ahí, cualquier cosa puede pasar en las calles de Costa Rica.

PLAN FISCAL. El tema fiscal es otra brasa caliente. La reforma fiscal que se discute en la Asamblea Legislativa, no es aceptada por importantes sectores sociales, por cuanto no incluye muchas de las propuestas que en su momento se hicieron para hacerla más justa y equitativa. Sin tales cambios, nunca se podría aceptar el ya famoso plan fiscal. Además, la necesidad de tal reforma se ha descalificado, aún más, ante el movimiento popular costarricense, conociendo el dato espantoso de la cuantía gigantesca anual de dinero que se evade, desde el Sector Privado, en pago de impuestos: unos 200 mil millones de colones (casi un 3 % del Producto Interno Bruto PIB).

RESTRICCIONES PRESUPUESTARIAS. Aunado a lo anterior, las restricciones presupuestarias implicarán confrontaciones sectoriales muy serias, pues ni los trabajadores ni las personas usuarias de los servicios públicos afectados, se quedarán con los brazos cruzados ante el agravamiento del deterioro de la calidad de los mismos por la supuesta falta de fondos.

Ante este panorama, no hay más que una conclusión: el 2005 promete ser mucho más intenso y confrontativo, que el no menos agitado año que está por concluir.

Solamente una combinación correcta entre responsabilidad y credibilidad políticas, con sentido estratégico, podrá posibilitar sólidos espacios de búsqueda de acuerdos sociales de alto alcance, con participación social y productiva sin exclusiones; buscando evitar así que las colisiones anunciadas no se den. Lamentablemente, en tal sentido, la clase política y económica que hoy dirige el país, como bien sabemos, no da muestras serias y responsables para apuntar en la dirección indicada de la paz social.

San José, 16 de diciembre de 2004.

Dejar una respuesta