La actual (y ya casi saliente) Asamblea Legislativa promulgó el pasado 12 de setiembre de 2013, la Ley de la República No. 9165, declarando que este año 2014, recién iniciado, se nombre como el del “Bicentenario del Libertador Juan Rafael Mora Porras”; costarricense más que ilustre y a quien se cataloga como el mejor presidente de la República de toda la historia nacional.
También, y gracias a varios distinguidos compatriotas de hoy en día, estudiosos de su obra y de su legado, se le denomina como el “Héroe Olvidado”; específicamente por parte del prestigioso historiador don Raúl Arias Sánchez.
Don Juan Rafael Mora Porras, popular y cariñosamente conocido como “don Juanito”, nació un 8 de febrero de 1814 y murió fusilado un 30 de setiembre de 1860, cuando combatió a su regreso al país, luego de un exilio involuntario en El Salvador, pretendiendo recuperar la Presidencia de la República que la traición le había arrebatado.
Cuando estaba ya en su tercer mandato para el cual había sido electo (al igual que en los dos períodos inmediatamente precedentes, 1849 – 1853 y 1853 – 1859), le habían dado un golpe de Estado.
Le correspondió a don Juanito liderar el episodio más gigante de toda la historia republicana de Costa Rica: la defensa de la soberanía nacional, a poquísimos años de haberse dado la independencia política de España por parte de los cinco países “originales” de la América Central (1821); así como también a menos de una década de la proclamación de Costa Rica como una república en el amplio sentido del término (1848). Es más, fue “don Juanito” el segundo presidente de nuestro país, pues el primero fue, precisamente, el que hizo tal proclamación, el Dr. José María Castro Madriz.
La historia patria colocó a “don Juanito”, frente a frente, a la primera ola expansiva, con carácter geopolítico, de lo que luego sería conceptuado como el imperialismo estadounidense. Los estados esclavistas del sur de los Estados Unidos de América se proyectaron por estas nuestras tierras y enviaron a sus mercenarios con la misión de anexar a las jóvenes repúblicas centroamericanas a esa ya naciente potencia regional y global.
Se enfrentó “don Juanito” a las huestes imperiales y anexionistas jefeadas por lo que desde la escuela se nos dice, el “filibustero” William Walker; dado que a la historia oficial del país nunca le interesó en denunciar ante las generaciones futuras luego de tal gesta patriótica, que se asociara a Walker y a sus filibusteros, con la política oficial gringa que ya enseñanza sus tentáculos expansionistas de corte imperial.
A nosotros, las generaciones actuales y anteriores se nos “educó” para que viéramos a los gringos que derrotó “don Juanito” y el ejército tico que él estableció, como “aventureros”, “facinerosos”, hombres sin Dios ni ley, “pandilleros” y, genéricamente, como los “filibusteros” (“piratas”).
La envergadura de esta verdadera epopeya independentista de nuestra Patria, apenas empieza a dimensionarse y el papel de don Juan Rafael Mora Porras, apenas comienza a ser valorado en su majestad histórica y trascendencia.
Tuvo que transcurrir un siglo para que el parlamento costarricense, en 1957 (Acta 181), le declarara como “Defensor de la Libertad de Costa Rica” (junto a otros eximios ciudadanos que junto a él estuvieron al frente de ese gran desafío: don José María Cañas y don José Joaquín Mora su hermano). Y fue hasta hace poco, al cumplirse 150 años de su infame ejecución política vía fusilamiento, cuando la Asamblea Legislativa le declaró “Libertador de la Patria y Héroe Nacional” (Acuerdo Legislativa No. 6445-10-11, de 16 de setiembre de 2010). Ahora se declara este 2014, como “Bicentenario del Libertador Juan Rafael Mora Porras”. ¡Enhorabuena!
Ya hemos de ampliar sobre la importancia trascendental de esta figura histórica nacional, cuyo pensamiento y acción, redimensionados al hoy, nos debe servir para enfrentar el devenir futuro, mediato e inmediato, de la Costa Rica actual: la de la desigualdad y la del entreguismo.