- Iniciativa fue presentada ante la oficina de participación ciudadana de la Asamblea Legislativa
- Proyecto busca evitar que la variación del precio del dólar afecte el bolsillo de los costarricenses
La Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) presentó ante la Asamblea Legislativa un proyecto de ley que blinde el régimen cambiario del “manoseo” en la oferta y la demanda de divisas en nuestro mercado.
La iniciativa fue presentada en la oficina de participación ciudadana. El proyecto denominado “Ley de racionalización del uso de las divisas extranjeras” pretende darle estabilidad al régimen cambiario en nuestro país.
“Hay que proteger a los ciudadanos, al pueblo trabajador, de los vaivenes del tipo de cambio que en la mayoría de los casos es inexplicable. Este proyecto busca evitar que la variación del precio del dólar afecte el bolsillo de los costarricenses, es necesario que se establezcan parámetros que llevarán transparencia en la toma de decisiones por parte de las autoridades monetarias”.
ANEP considera que la realidad y el panorama con el tipo de cambio refleja que ningún sistema de la administración de las divisas ha sido eficiente. Por el contrario, todos los cambios han reflejado que ninguno ha funcionado y en algunos casos han generado la escasez extrema y hasta acumulación excesiva de divisas.
Para mencionar en el país se han aplicado diferentes metodologías como el tipo de cambio fijo (solo podía variarlo la Asamblea Legislativa), tipo de cambio dual (oficial y libre), controles cambiarios, registro de capitales, uso restringido de divisas( recordemos días amargos cuando el Banco Central tenía que autorizar hasta la compra de un tiquete de avión o gastos de viaje, viáticos, entre otros), minidevaluaciones, sistema de bandas (se fijaba un piso y un techo al precio de las divisas, flotación administrada, entre otros.
Una de las preocupaciones y situación inexplicable es el aumento del tipo de cambio desde mayo del 2008 hasta enero de 2010 (¢497,36 a ¢582, 21), cuando el BCR ya había acumulado más de $4.000 millones en sus reservas y no impidió el incremento en el precio de la divisa. Y lo mismo ocurrió en el período de julio a noviembre de 2018, en que el tipo de cambio pasó de ¢569,76 a ¢628,11 y ya las reservas habían pasado de los $ 4.000 millones a un promedio de $7.522 millones en el año 2018.
La ANEP podría suponer que en algunas ocasiones ahorrantes e inversionistas en colones han pasado sus fondos a dólares, creando una falsa demanda de divisas, ya que muchos de esos movimientos bruscos en el tipo de cambio no coinciden con la situación económica costarricense.
“La devaluación de la moneda solamente beneficia a dos sectores: turismo y exportadores y perjudica enormemente al resto de los sectores: asalariados, deudores en moneda extranjera, inquilinos que tienen sus contratos en dólares, transportes, buses, importación de bienes y servicios básicos como los combustibles y lo peor, desde luego, sobre la canasta básica. Es decir, que los beneficios de la devaluación se quedan en las pocas manos de esos empresarios”, indica el documento.
En los últimos 15 años, las reservas de divisas han crecido desde $1694 millones (1 enero del 20013) a más de $8.000 millones en el año 2018.
“No puede haber explicación posible para que las distintas administraciones del BCCR se hayan dedicado a acumular reservas en exceso sin usarlas en su principal función: mantener un tipo de cambio en equilibrio que no cause presiones inflacionarias”, agrega.
Seguirá siendo una flotación administrada, pero con diferentes reglas de juego.
En el proyecto de ley presentado por la ANEP, no habría restricción de divisas en cuanto a su libre disposición por parte de los diferentes participantes del mercado, no habría controles cambiarios.
Existiría un mercado de divisas en el cual el BCCR establecería los tipos de cambio de acuerdo únicamente al movimiento de los “fundamentales” de la economía, que estaría totalmente blindado al execrable mecanismo de la especulación, definida como la forma de aprovechamiento de los que tienen mayor poder económico, acaparando bienes básicos para venderlos cuando le es más propicio, es decir, cuando la escasez ha provocado un aumento de los precios.
Esta propuesta de ley tiene como fin fundamento evitar el uso especulativo de las divisas, propiciar un uso racional de las mismas y proteger a los ciudadanos de los abusos que pudieran cometerse en la fijación de los tipos de cambio. Tiene, además de lo señalado anteriormente, la ventaja de poner fin al ingreso al país de “capitales golondrina” que por su cuantía y su estacionalidad han causado en el pasado graves distorsiones en el sistema cambiario.