En momentos en que el crimen organizado diversifica sus operaciones, incrementa su incursión en nuestro territorio, nuestro país carece de un Plan Nacional Sobre Drogas. El último plan sobre drogas, 2013-2017 expiró y a la fecha no se tiene listo el que debería servir para el periodo 2018-2022. Ahora bien ¿cuál es entonces la estrategia? ¿cómo desarrollan sus actividades la Policía de Control de Drogas (PCD) y el Servicio Nacional de Guardacostas (SNG)?
Recientemente se conoció del hallazgo de un semisumergible con poco más de dos toneladas de aparente Clorhidrato de Cocaína en el sector de Corcovado de Osa. Para nadie es un secreto que el Océano Pacífico hace varios años viene siendo la ruta de paso del Narcotráfico, varias lanchas rápidas en el pasado fueron encontradas o decomisadas al crimen organizado. Sin embargo, en el Pacífico Sur, propiamente en Osa, los recursos en materia de seguridad son bastante escasos. Sectores como: Palmar, Ciudad Cortés, Bahía Drake y Sierpe, carecen de infraestructura policial y por ende de personal.
Ahora bien, en relación con el hallazgo de un semisumergible en Corcovado de Osa; llamó mi atención y no debe pasar desapercibido lo siguiente: se nota una clara variación en la información entre una declaración y otra, por parte de nuestras máximas autoridades, lo cual, me parece se motiva en la necesidad de dar un enfoque político al tema. Lo otro que llamó mi atención desde el principio fue: ¿qué hacía un funcionario de Guardaparques en una custodia que es competencia de la PCD, la UEA, el OIJ o de un cuerpo policial especializado? ¿Quién ordeno que un funcionario sin chaleco antibalas, sin preparación específica en el tema, fuera parte de una custodia de altísimo riesgo?
Nuestro territorio sigue siendo tomado por el narcotráfico y el crimen organizado, mientras tanto, seguimos careciendo de una verdadera estrategia nacional sobre drogas, así como de una Política de Estado, para dar contención al ilícito negocio de los estupefacientes. Valdría la pena conocer ¿Qué se hace con los dineros decomisados al narcotráfico y al crimen organizado? Por ejemplo: ¿qué se hará con el dinero recientemente decomisado a un grupo de orientales en el Barrio Chino?
Podría emplearse en dotar a nuestra Policía de equipo, de instalaciones dignas, además de lo que se destina al IAFA para la prevención del consumo de drogas, por cierto, con resultados poco alentadores. Paradójicamente, al mismo tiempo que vemos el empoderamiento del narcotráfico, la incursión e infiltración del crimen organizado en nuestro país, y el crecimiento de la actividad delictiva producto de la exclusión social, nuestros cuerpos policiales de debaten en una constante incertidumbre, incerteza jurídica e inclusive, indefensión ante la aplicación de la justicia. No se protege la actuación de los cuerpos policiales, no creo ser el único que ha escuchado a un juzgador decir: “usted es policía, tiene que estar acostumbrado a los insultos y a que le escupan la cara”, pero, al momento de ser juzgados por sus actuaciones, se hace con absoluta rigurosidad. Lo anterior surge de la teoría de que el Policía debe mantener una conducta ejemplar, y en efecto así debe ser, no obstante, su salario dista mucho de reconocer su importancia en la sociedad.
Como si fuera poco, se plantea seguir afectando el salario, y las condiciones laborales de nuestros policías. Al menos es la lectura y análisis que hago del proyecto marco de empleo público, el cual no excluye a la Fuerza Pública, como tampoco lo hizo el de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, hoy Ley de la República número 9635, la cual, cerceno la carrera policial, el pago de antigüedad (Quinquenio) que era un reconocimiento por permanecer sirviendo al país en una función tan importante, como la de brindar seguridad ciudadana.
Es aquí donde es preciso entender, que los cuerpos policiales son la primera línea de prevención, por ende, son también los que tienen el primer contacto con los grupos delictivos, a la hora de enfrentarlos para brindarle seguridad al país. La regresividad salarial y el desmejoramiento de las condiciones de trabajo de nuestras fuerzas policiales; debe ser motivo de reflexión, por cuanto, con ello se favorece al crimen organizado.