Por: Albino Vargas Barrantes, Secretario General de la ANEP
¿Fin del neoliberalismo? ¡Por supuesto que no! Sí está llamando mucho la atención varios anuncios de nuevas políticas fiscal-tributarias, sociales y salariales que ha venido formulando el nuevo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden; decisiones ejecutivas que tendrán que pasar por el congreso de ese país pero que, sin duda, alguna, están generando diversas reacciones en el mundo de la política, de la economía, de la sociedad y del imperio mediático dominante, tanto dentro de ese país como fuera de él. Él pronunció su primer discurso como Jefe de Estado estadounidense ante el congreso en pleno: la cámara de representantes y el senado.
Pero, ¿qué está diciendo el presidente Biden al punto de que, a nivel del mundo sindical y social continental, se estén destacando sus anuncios, los cuales (como era lógico suponer), no están siendo objeto de atención de prensa, al menos en profundidad, por parte de los mass media ideológicamente hegemónicos alineados con el neoliberalismo. No podía ser de otra manera.
Anunció el mandatario estadounidense un aumento del salario mínimo a 15 dólares la hora (unos 9.300 colones), por una jornada semanal de 40 horas; que ninguna persona trabajadora estadounidense debe estar bajo el umbral de pobreza. Evidentemente, aquí se plantea aumentar el poder de compra, el poder adquisitivo de los salarios con miras, de seguro, a fortalecer el mercado interno gringo.
Habló el presidente Biden en su primer mensaje al congreso de Estados Unidos de impulsar una legislación para la equidad salarial, buscando más y mejores oportunidades para las mujeres. Además, fue enfático en que los Estados Unidos debe reactualizar su ley de violencia contra las mujeres.
También, algo que no se había escuchado por boca de un político estadounidense de tan alto nivel, tiene que ver con la cuestión tributaria fiscal. Hay que resaltar esto si consideramos que muchas personas y entidades estudiosas y serias de esta materia, en varias partes del mundo, nos dicen que estamos viviendo la época de la mayor desigualdad de la historia de la Humanidad.
Dijo el presidente Biden de que ya es hora de pedir que paguen (tributen) lo justo al 1% de la población más rica de Estados Unidos; y, por el contrario, que ya no se van a poner más cargas impositivas a la clase media, la cual ya ha tributado lo suficiente. Resaltó que 650 multimillonarios estadounidenses incrementaron en tiempos de pandemia, lo que ya de por sí eran sus extraordinarias riquezas antes de la aparición de la misma.
Aquí reseñamos este increíble comentario del presidente Biden (traducción libre), en cuanto a que Wall Street no construyó Estados Unidos, sino que fue la clase media la que construyó a los Estados Unidos y fueron los sindicatos los que construyeron esa clase media.
Como sabemos, hablar de Wall Street es mencionar el corazón fundamental del circuito financiero global del capitalismo neoliberal imperante, sin control alguno, en el planeta.
Por cierto, el presidente Biden ya había indicado en otro escenario lo siguiente, con relación al derecho obrero a sindicalizarse libremente: “… Y no debe existir ninguna intimidación, ninguna coerción y ninguna propaganda anti-sindical. Ningún supervisor debe confrontar a los trabajadores en relación con sus preferencias sindicales. Todo trabajador debe tener una justa y libre cuota de permanecer a un sindicato. La ley garantiza esta escogencia. Y es su derecho, no del patrono. Ningún patrono puede privarlos de ese derecho”.
Que la atención médica debe ser un derecho y no un privilegio es, a nivel del pueblo costarricense, un asunto que consideramos consustancial a nuestras vidas en este país. Pese a todos los riesgos que lo amenazan, el derecho a la salud como derecho humano fundamental para los y las costarricenses, lo materializamos en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la más importante entidad de propiedad pública de las que todavía nos quedan.
Pero que sea el presidente estadounidense el que esté diciendo eso, que la atención médica es un derecho y no un privilegio, sin duda alguna, es de ponerle cuidado, habida cuenta que dentro del conglomerado del poder real en ese país (y a nivel global), las casas farmacéuticas jamás aceptarán tal postulado.
¿Los “novedosos” anuncios del presidente Biden en materia tributario-fiscal, social y laboral podrían considerarse como señales del fin del neoliberalismo? ¡No lo creemos! Sin embargo, a nivel de la militancia sindical con sentido político-estratégico no los podemos dejar pasar desapercibidos.
¿Quiere Biden darle al capitalismo imperante en su país, una dosis de humanismo, para tratar de detener el descenso de Estados Unidos como potencia planetaria ahora que su liderazgo ha dejado de ser monopólico? Podría ser…
Lo que sí es real, es que la tesis extremista del todo mercado-nada Estado, la del mercado total, implementada por el neoliberalismo fundamentalista del capital financiero; no solamente ha generado que esta sea la época más desigualdad de toda la historia de la Humanidad, sino que, está acabando con la Humanidad misma. ¿Será que Biden y sus asesores, como el senado Bernie Sanders, se han puesto a pensar en ello con seriedad?…