Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP
Son 26 las personas candidatas a la Presidencia para las elecciones del domingo 6 de febrero de 2022. Estamos a 94 días de esta importante fecha, en la cual, también, se dará la elección de las 57 diputaciones para el período constitucional 2022-2026.
Es posible que tal número de candidaturas presidenciales se reduzca un poco, pues algunas de ellas podrían no ser inscritas por diversas razones. En todo caso, esa cantidad de aspirantes presidenciales representa un número inédito para unas votaciones de tal naturaleza, desde que entró en vigencia la actual Constitución Política del país, el 7 de noviembre de 1949. Hace ya, prácticamente, 72 años.
En estos días hemos estado localizando los diversos programas de Gobierno que han venido haciendo público esas 26 personas/grupos. No los tenemos todos y no hemos leído ni uno. La verdad sea dicha: el papel aguanta lo que le pongan y, por lo general, lo que ha venido ocurriendo, desde entonces, son estafas políticas cuatrienales; resultando ser la más notoria la actual gestión ejecutiva con Alvarado Quesada a la cabeza.
En ese sentido, ante la pasarela electoral-presidencial, hemos decidido optar por compartir con ustedes algunos de los contenidos más notorios del pensamiento actual de la corriente sindical en la cual militamos; contenidos que fueron dados a conocer el pasado 15 de setiembre, en el marco de las celebraciones del llevado y traído bicentenario de la independencia con respecto a España, allá, en 1821, de 5 de las actuales repúblicas centroamericanas.
Ese día lanzamos el Manifiesto del Sindicalismo Sociopolítico del Bicentenario, cuya parte inicial hace una pequeña caracterización del estado actual del pueblo trabajador costarricense, según nuestra visión de clase. Tal estado actual de la situación socioeconómica y política de los sectores populares costarricense, estará como telón de fondo de la pasarela del domingo 6 de febrero.
El indicado documento plantea que el Bicentenario (y también será lo que tendremos el día de las votaciones, agregamos nosotros), “…nos encuentra con una Costa Rica en proceso acelerado de polarización desde el punto de vista de concentración de la riqueza: cada vez son menos los que tienen más, por un lado; por otro, cada vez son más los que tienen menos. La clase media, sostén de la democracia en los mejores tiempos de esta, está en desaparición”. ¿Verdad que es así?
Y, ¡por favor!, ¿díganos usted si estamos errados cuando en el citado documento, plantea que el Bicentenario (y también será lo que tendremos el día de las votaciones, agregamos nosotros), “…nos encuentra con un sistema tributario perversamente corrupto. Su naturaleza de profunda injusticia, se ha hecho más crónica desde que en la actual gestión gubernativa se impuso un ajuste fiscal en contra de los y las de abajo, para favorecer a los y las de arriba; a escamotear su pago y a mantener mucho capital fuera de nuestras fronteras, en paraísos fiscales”.
Incógnita enorme es saber si alguna de esas 26 personas candidatas presidenciales, podría aprobar la siguiente afirmación: Estamos “…con una amplia presencia político-delictiva del crimen organizado y del negocio del narcotráfico avanzando en el control social-territorial de una manera espeluznante; y, por el contrario, unos cuerpos policiales debilitados, mal pagados, agredidos salarialmente, con dramáticos casos de hambre familiar y gran precariedad de existencia”. Si están de acuerdo, ¡que lo digan a los cuatro vientos!
Por otra parte, cabe preguntarse cuál de esas 26 personas candidatas presidenciales tiene plena noción de que en el país se ha venido consolidando el peso político de la plutocracia (el grupo de los más ricos dentro del segmento de los ricos); que este grupo es el real poder en la Costa Rica actual y que tiene fichas colocadas en puestos claves de toda la institucionalidad tomadora de decisiones.
¿Están en disposición de desafiar a la plutocracia reinante en temas tan sensibles como el extraordinariamente excesivo pago multimillonario de colones, de manera diaria, en “atención del servicio de la deuda pública”?
¡Qué va! Si bien es muy importante el día de las elecciones, la verdad profunda es que no se decide la cuestión del poder; o bien, no estará en peligro la hegemonía que hasta ahora ha venido imponiendo el accionar de partidos políticos como Liberación, Unidad, PAC y los evangélicos. En los casos de las 21 postulaciones presidenciales restantes (algunas tan caricaturescas como irresponsables), no ve el poder plutocrático razones de preocupación. ¡Cómo quisiera estar equivocado!