“Es cierto que el país está quebrado”

El pasado lunes 7 de marzo, en las páginas de este prestigioso medio de comunicación colectiva que es Diario Extra, el señor Álvaro Ramírez Bogantes, candidato a la Primera Vicepresidencia de la República por el Partido Liberación Nacional (PLN), pronunció el siguiente criterio: “Es cierto que el país está quebrado, pero se puede levantar con oportunidades.” Así lo afirmó en la entrevista que Extra le publicó en la fecha mencionada.

Imposible dejar pasar de manera desapercibida el indicado criterio de don Álvaro pues, él (junto a don José María Figueres Olsen, como candidato a la Presidencia; así como junto a la señora Laura Arguedas Mejía, quien aspira a la Segunda Vicepresidencia del país), podría compartir la dirección política fundamental del Poder Ejecutivo si ganan las elecciones de segunda ronda previstas para el domingo 3 de abril.

Don Álvaro, por una parte, nos dice lo siguiente: “Es cierto que el país está quebrado…”; por otro lado, indica: “…pero se puede levantar con oportunidades”.

Sorprende que, a las puertas de llegar al Gobierno, si ganan las votaciones de segunda ronda, tan alta autoridad política admita que el país está quebrado. Desde la corriente sindical en la cual militamos, hemos venido alertando ya, durante mucho tiempo, que Costa Rica está en una crisis fiscal tan grave que podría caer en default (quiebre del Estado-cesación de pagos). Don Álvaro fue más lejos y afirma, categóricamente, que estamos, como país, quebrados.

Seguramente don Álvaro estaba pensando en que, si son gobierno, les tocará enfrentarse a pagos de deuda pública por el orden de los 10 billones de colones; es decir, en promedio, a razón de 7 mil millones de colones cada 24 horas.

Para comprender la magnitud de tal cantidad, se lo ponemos de esta manera: En la primera hora de un gobierno liberacionista, tendrán qué pensar en que deberán honrar compromisos de deuda pública por unos 290 millones de colones, en promedio; y, así, cada hora de cada día de los 1.460 días en que serían Poder Ejecutivo.

Estamos hablando de que deberá atenderse, en el cuatrienio de gobierno 2022-2026, pagos de créditos de deuda pública de una cifra por el orden de los 15 mil millones de dólares, calculados a 650 colones. ¡Sin contar intereses!

Cómo no, entonces, negarnos a aceptar la realidad de que el país está quebrado. ¡Tiene razón don Álvaro! Y, de un modo u otro, se nos da la razón pues llevamos, repetimos, enorme cantidad de tiempo hablando de que esta quiebra del Estado es inminente. ¡Ya llegó! Él nos lo confirmó.

Que Costa Rica, ya quebrada, se pueda levantar con “oportunidades”, nos hace fruncir el ceño pues, según nuestra visión-país, tales oportunidades son prácticamente inviables con la carga de deuda pública y su obsceno pago de intereses que pesa sobre las espaldas del pueblo costarricense, aunque no fue éste quien la generó.

De seguro la papeleta presidencial liberacionista tiene que tener escondida una “fórmula mágica”: dar oportunidades con un Estado quebrado. Es más, don Álvaro afirmó que “el Estado debe ser amigo de los que la pulsean” y nosotros decimos ¡por supuesto que sí! Pero, ¿cómo?…

Nos indigna muchísimo que, tanto de un lado como del otro que competirán por la silla presidencial el próximo domingo 3 de abril, la contundencia en afirmar cómo harían, con una Costa Rica quebrada, con un Estado quebrado, para que éste sea “amigo de los que la pulsean”, esté ausente.

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