¡Sí! Es sumamente importante ir a votar

¡Sí! Tenemos que ir a votar este domingo 2 de febrero. Hagámoslo masivamente. Tanto para la conformación de la nueva Asamblea Legislativa, como para designar al próximo Presidente de la República. Pero, en este último caso, ¿a quién deberíamos darle nuestro voto?

Se trata de una decisión personalísima. Debe ser un acto sumamente privado con nuestra propia conciencia. Algo muy confidencial con uno mismo. Por tanto, en nuestro caso personal, ya definimos nuestro propio voto luego de convencernos de que ¡sí!, tenemos que ir a votar este domingo 2 de febrero. Tratamos de informarnos lo mejor posible sobre las opciones en mesa, en la medida de las posibilidades a nuestra disposición, según diversas fuentes y medios.

Nos interesa compartirle a usted que nos honra con su lectura, una de esas fuentes informativas que nos pusieron a pensar sobre a quién votarle este domingo. Cayó en nuestras manos un folleto pequeño pero de mucho contenido: “Rehabilitar la Política”, emitido por la Conferencia Episcopal de Costa Rica (Cecor), planteando “Algunos criterios éticos para iluminar el proceso electoral y la vida democrática 2013 – 2014”.

Algunas de las más importantes frases indicadas en ese documento nos condujeron a nuestra propia decisión pues las contrastamos con varias de las propuestas presidenciales más notorias. Empecemos: “El verdadero amor no tolera las desigualdades ni las injusticias”. Los obispos ticos lo afirman de manera contundente, en el apartado “Justicia Social y Bien Común”. Además, nos recuerdan un principio fundamental de la Doctrina Social de la Iglesia: “los bienes de este mundo están originariamente destinados a todos”.

Agregan que “el futuro nos exige una visión humanista de la economía y una política que logre cada vez más y mejor participación de las personas, evite el elitismo y erradique la pobreza”. Fíjense ustedes: “erradicar la pobreza”; es decir, no “atenderla”, tolerarla, asistirla, repartir migajas… de lo que se trata es de erradicarla, según los obispos ticos. Solamente con tener presente este principio cristiano con miras al voto del próximo domingo, pensamos que más de la mitad de las opciones presidenciales se descalifican, según nuestro modesto entender.

Varias de las propuestas presidenciales nos remiten a otro importante señalamiento de los obispos costarricenses. Dicen ellos: “La banalización del discurso y del quehacer político se ha hecho una práctica sistemática en nuestra vida democrática. Hay una evidente ruptura entre el ‘deber ser’ de la política y la realidad que ha generado, a su vez, un ambiente de creciente desafección y desconfianza”. No hay duda de que la Cecor atina con este señalamiento, para explicar por qué hay tanta gente que no quiere ir a votar. ¡Pues claro! Bastantes eslóganes de la campaña electoral que termina contienen mensajes banales (“pura paja”, en el lenguaje del pueblo).

Si en verdad el desafío a juicio de los obispos costarricenses es “erradicar la pobreza”; y si la “banalización del discurso” han estado presente en bastantes de las ofertas electorales que conocimos en este campaña, menos de cuatro de ellas estarían quedando como “válidas” para recibir nuestro voto, según pensamos nosotros.

En el apartado de “Honestidad y Transparencia” del folleto católico en comentario, leemos: “Se necesita mucha fuerza y mucha perseverancia para conservar la honestidad que debe surgir de una nueva educación que rompa el círculo vicioso de la corrupción imperante. Realmente necesitamos mucho esfuerzo para avanzar en la creación de una verdadera riqueza moral que nos permita prever nuestro propio futuro”. (Esta cita, a su vez, nos remite a la V Conferencia de Aparecida, n. 507, una gran reunión del episcopado latinoamericano que todos deberías analizar con cuidado).

No menos impactante es este otro criterio del documento “Rehabilitar la Política”: “La corrupción es el abuso de poder en el ámbito del gobierno o en el sector privado para el beneficio o el enriquecimiento personal. Siempre son los pobres los que pierden pues se instrumentaliza a la persona humana utilizándola con desprecio, ignorándola o excluyéndola, para conseguir intereses egoístas, personales o grupales”.

El sistema político tradicional nos “ofrece” para este domingo 2 de febrero, varias opciones de candidaturas presidenciales, insertas totalmente en él, o “periféricas” del mismo. Varias de las que están insertas totalmente son las responsables de que no se haya erradicado la pobreza, de la banalización del discurso, del elitismo, de la ruptura entre el “deber ser” de la política con la realidad y de la corrupción producto del abuso del poder.

Y varias de esas candidaturas “periféricas” se conforman con “agarrar” algo en el marco de esa lógica de perpetuación de un sistema que ya no da para el bienestar de las mayorías. Al menos esa es nuestra conclusión de la iluminación que nos dan los obispos ticos de cara al proceso electoral que culmina este domingo 2 de febrero… Aunque podría no ser así (posible segunda ronda, el primer domingo de abril).

Nuestro propio voto, en consecuencia, va en otra dirección. La sustancialidad de los desafíos que hay por delante en nuestra querida Patria, no da para seguir posibilitando la prolongación de un estado de cosas que deben modificarse si, en verdad, queremos, de corazón y por conciencia, “Rehabilitar la Política”.

No creemos en las transmutaciones camaleónicas de los oportunistas que ahora se rasgan las vestiduras para pretender que les creamos que son “humanistas cristianos”; ni tampoco creemos que, de un día para otro, aquellos que renegaron de los valores históricos y clásicos de una genuina filosofía socialdemócrata como la que se practica en los países escandinavos, volverán a ellos así como así.

Al final de su documento, los obispos costarricenses sentencian: “Con plena convicción afirmamos que todos los costarricenses debemos proponernos la urgente revolución ética, en todos los estratos y actividades de la sociedad”. Vistas así las cosas, no creemos que lo “viejo” esté legitimado para esa “revolución ética, como para darle nuestro valioso voto. ¡Sí!, es sumamente importante ir a votar este domingo 2 de febrero.

Un comentario en «¡Sí! Es sumamente importante ir a votar»

  • Adrián Gómez dice:

    Los criterios expuestos por la Conferencia Episcopal –aquí comentados por la ANEP– no dejan lugar a dudas al respecto de que es urgente la necesidad del CAMBIO de la clase política corrupta del Neoliberalismo instalado a sus anchas en el gobierno elitista.

    Que no les metan miedo por el CAMBIO, pues la democracia vive de cambios y sólo en la «dictocracia» es que no se deja que nada cambie.

    SÓLO EL CAMBIO ES OPCIÓN para erradicar la pobreza, para des-banalizar el discurso, para re-humanizar la política en el combate a la corrupción.

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