Alvarado: gestión gubernativa anti-obrera y empobrecedora

Albino Vargas BarrantesSecretario General (ANEP)

Carlos Alvarado Quesada termina su nefasta gestión gubernativa de cuatro tormentosos años, este próximo domingo 8 de mayo de 2022. Resaltamos algunos de los aspectos que le llevaron a ser el mandatario peor evaluado por la ciudadanía, el más detestado por el pueblo trabajador, desde que se hacen encuestas que miden la credibilidad y la aceptación presidencial.

1) Pulverizó, política y electoralmente hablando, al partido que lo llevó a la Casa Presidencial. Al cometer la estafa política más relevante de los últimos tiempos, dejó al PAC sin una sola diputación.

2) Se va con el más alto número de causas judiciales, de carácter penal, abiertas en su contra y en proceso de tramitación.

3) Deja a la clase trabajadora asalariada y no asalariada en mayores niveles de pobreza, de exclusión económica y social, de altísimo endeudamiento personal y familiar y con salarios totalmente precarizados.

4) Facilitó que los sectores económicamente poderosos, se hicieran más ricos de lo que ya acumulaban cuando él entró a ejercer la presidencia. La concentración de la riqueza se volvió incontrolable. Tan es así que ahora, al irse, advierte que el crecimiento de la desigualdad se volvió peligroso para el país. ¡Qué cinismo!

5) En materia de derechos laborales, que son Derechos Humanos, se convirtió en violador de los mismos. Por ejemplo, le pasó por encima, con la complicidad de partidos políticos como Unidad y Liberación, así como con la connivencia de la Sala Cuarta, a este artículo de la Constitución Política de 1949: “Artículo 34. – A ninguna ley se le dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna, o de sus derechos patrimoniales adquiridos o de situaciones jurídicas consolidadas”.

6) Persiguió, hostigó, impulso el despido, mandó a tribunales y hasta impulsó cárcel a una serie de dirigentes sindicales de base, militantes de las organizaciones laborales que no se le alinearon como él quería. Esto representó una grave violación al Derecho de Libertad Sindical que es un Derecho Humano Fundamental, así sentenciado por la Opinión Consultiva de mayo de 2021, de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).

7) Acuerpó, estimuló e impuso, igualmente con la complicidad de partidos como Liberación y Unidad (y el suyo propio), la más represiva legislación contra el Derecho Humano de Huelga, contra el Derecho Constitucional de Huelga; generándose una legislación que “compite” con disposiciones similares en tiempos de dictadura en diversos países latinoamericanos.

8) La deuda pública del país la llevó hasta niveles insostenibles cercanos al 70 % del Producto Interno Bruto (PIB); obligando al pueblo trabajador a un pago diario de intereses (especulativos, obscenos y criminalmente sociales), de unos 8 mil millones de colones; pues le tuvo miedo, miró para otro lado y hasta se volvió cómplice por inacción, con el inconmensurable fraude tributario fiscal y aduanero; mismo que obliga al país a endeudarse sin fin para no quebrar del todo. De hecho, no pocos pensamos que deja al país muy cercano a una caída libre en cuanto a esto.

9) Se matriculó con una política de extremismo orden ideológico-neoliberal para cuestiones fundamentales de la inversión pública, especialmente en lo social: la regla fiscal. El fanatismo y el dogmatismo de la misma no solamente le obligó a impulsar exclusiones institucionales de último momento; sino que deja altísimamente vulnerados una serie de programas precisamente previstos para enfrentar el altísimo grado de pobreza que su gestión gubernativa generó.

¡Qué va! Nos faltó espacio. Su gestión gubernativa terminó de fragmentar a la sociedad costarricense. No puede uno dejar de pensar en que “sembró”, fuertemente, el germen pernicioso de estallidos sociales por venir; sectoriales, regionales y hasta nacionales.

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