Así funciona la telefonía en Chile con TLC

  • El primer desafío fue llamar a Costa Rica con una tarjeta, la vendedora en el aeropuerto no pudo explicarme como usar la tarjeta, simple y sencillamente no sabía. Tampoco el taxista, el carabinero y a cuanta gente le pregunte esa madrugada. Me quedé sin avisar que había llegado bien.
  • En la terminal de buses nadie supo decirme como usarla, así que emprendí mis 700 kms de viaje sin poder avisar que ya iba de camino. Luego de unas horitas de descanso, me sorprendió el hecho de que casi no sonaban celulares en el bus, si fuera acá, (ya sea en uno de los viajes de Tracopa o en uno de los buses de la U ) el ring ring sería frecuente, pero en ese viaje de 7 horas, sonaron menos de 12 llamadas…
  • Un buen samaritano se dignó a prestarme su celular después de exponerle mi caso, pero eso si, debía ser por medio de un mensaje. Y tremendo susto, el costo del mensaje era de 50 pesos chilenos, algo cercano a 48 colones de acá. El tipo no podía creer que acá un mensaje de texto costara 1.73 colones con impuesto incluido. Y sorpresa, el mensaje de texto se frustró como por 12 kms pues no había señal en el recorrido ¿les suena familiar?
  • Pasaron 2 días sin poder usar la tarjeta, nadie me sabía decir como, y no sobró quien insinuara que era falsa; pero cuando un operador me explicó cómo utilizarla, pues reconocí mi incapacidad técnica, e inicie así la larga serie de sobresaltos. Primero que nada, tenía que escoger un carrier, o compañía intermediaria, y según el tipo de tarjeta que yo tenía, la hora del día, el aparato teléfonico que utilizaría y la zona a la que llamaría, así sería el costo de la llamada. Para ahorrar, tuve que hacer un cuadrito con esa información y buscar siempre el mismo aparato.
  • Las llamadas de teléfono residencial a residencial tenían un costo de 100 colones el minuto, y mucha gente pedía bloquear sus servicios residenciales para no llamar a celular, porqué? pues el costo era de 200 colones el minuto. Y su presunción es correcta!!! La llamada de celular a celular era de 200 colones el minuto. Cause envidia cuando hice referencia a las bajas tarifas telefónicas que habían acá, nadie me lo podía creer.
  • Pero no todo el sistema es malo, me tocó ver una promoción en que por la módica suma de 28900 colones, usted tenía “derecho” a 400 minutos libres de celular.
  • Aprovechando mis influencias, una amiga me prestó su celular; sin embargo, a otras personas que se lo solicité, me dijeron que solo lo utilizaban para recibir llamadas o para consultar su agenda de contactos, y no eran mentiras, varias veces las vi utilizando los teléfonos públicos. Gracias a ello entendí porque los chilenos eran tan toscos cuando hablan por teléfono, van directamente al grano, casi ni saludos, lo importante es terminar de hablar a la brevedad y no invertir una fortuna.
  • Ya hablé de la cobertura, pero vale la pena mencionar, que en muchos lugares de Santiago los usuarios tampoco tenían señal, especialmente en lugares cerrados.
  • Con cerca de 10 mil colones gastados en tarjetas telefónicas, me pasé a las opción de las monedas, era un hola, un breve acuerdo y un adiós. Pero resultaba que con monedas habían otras tarifas, otros carriers, e incluso, otros procedimientos: en unos aparatos había que tocar una tecla antes, en otros esperar una señal y luego tocar otra tecla, en ocasiones me retenía las monedas y otras me devolvía el doble. Terminé haciendo mis llamadas teléfonicas por Internet, el precio, algo más accesible.
  • Con todo eso y más bañarse con agua caliente es una verdadera renta uno se pregunta porqué los neoliberales de este país insisten en privatizar las telecomunicaciones y electricidad, y la respuesta es muy sencilla, ellos quieren quedarse con esos 46 colones que usted pagaría de más por cada mensaje, o con los 22 mil colones de más que habría que pagar en celular, o los cerca de 8000 colones extras para pagar el teléfono celular. Por esa y más razones, yo rechazo la firma del TLC.
  • Lic. Marcos Chinchilla Montes mchinchi@fcs.ucr.ac.cr – www.ts.ucr.ac.cr

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