Rescate inicia el proceso de recolección de firmas para la inscripción de papeleta

Si desea colaborar con el proceso de recolección de firmas, y perteneces a una zona alejada, seguir las siguientes instrucciones:

1. Imprimir la boleta de recolección de firmas a color.

2. Sólo firman personas afiliadas a la ANEP

3. La Comisión Electoral de la Anep, adoptó el acuerdo de que si un afiliado o afiliada le firma a varias tendencias su boleta de recolección de firmas, dicha firma será anulada en ambos casos. Por lo que es muy importante recordarle a nuestros compañeros y compañeras que firmen úncamente en una boleta.

4. Las boletas deberán ser entregadas a más tardar el jueves 02 de junio, favor coordinar con la compaera Laura Morúa Calvo al número 88-98-76-30 para la devolución de las boletas.

De antemano agradecemos su colaboración.
www.tendenciarescate.org
www.facebook.com/aneprescate

Documentos en ARCHIVOS ADJUNTOS en la columna derecha

Ministro Herrero acepta «reto» de ANEP

Estoy siempre dispuesto a presentar, debatir y buscar acuerdos sobre la política fiscal de nuestro país. Desde el inicio de la discusión invité personalmente a don Albino y compañeros a analizar las opciones que tenemos. Pero discutamos en serio, sin estereotipos:

1. He dicho claramente que el gobierno busca un ajuste en el que se fortalezca la inversión, se contenga el gasto corriente, y se aumente la carga tributaria a través de mejoras en la recaudación y el rediseño y aumento, de manera no regresiva, de nuestros impuestos. En este momento los ingresos adicionales se requieren incluso para el pago de salarios, porque los impuestos no alcanzan para las obligaciones normales. Estamos aumentando la deuda pública de una manera que no es sostenible en el tiempo.

2. Como parte de este debate invité en mi muro de Facebook a las personas que piensan que el ajuste se puede hacer rebajando el gasto, a que nos digan cuáles gastos proponen rebajar. Pero que lo hagan en serio: si quieren reducir el déficit a punta de rebajas en el gasto, tienen que proponer 500 mil millones de colones de rebaja sostenible. Pienso que no lo van a lograr, que no es posible a través de rebajas balancear las cuentas fiscales, y por eso el aumento de la recaudación es esencial. Pero, por supuesto, estoy abierto a soluciones alternativas. Distorsiona la verdad don Albino cuando dice que yo propongo rebajar en 500 mil millones el gasto público.

3. Le agradeceré a don Albino no ponerme etiquetas. No soy ni he sido neoliberal ni partidario del consenso de Washington; siempre fueron esquemas muy simplistas y así lo confirma la historia económica de los últimos veinte años en la que don Albino ha sido un actor relevante. Es más, lo más interesante de la experiencia costarricense no es ser parte de esas corrientes ideológicas, sino más bien la manera en la que nos hemos diferenciado de ellas.

Quedo a la espera de la propuessta para el debate y de la visita de los compañeros del Ministerio de Seguridad.

Cordialmente,

Fernando Herrero

P.S. Don Albino, le agradeceré distribuir mi respuesta en la misma red en la que distribuyó el reto que reproduzco abajo. Es una especie de derecho de respuesta.

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EL RETO DE ANEP

ANEP lanza reto público al Ministro Herrero

Un reto para discutir sobre la grave equivocación de recortar la inversión social y pública.

Hay que ser bastante enfáticos en señalar que un recorte de gastos por el orden de los 500 mil millones de colones como lo está proponiendo el Ministro de Hacienda, don Fernando Herrero Acosta, es un golpe brutal a la estabilidad social, ya no solamente de los sectores más vulnerables de la población, sino que afectará a sectores medios atacados sistemáticamente por el crecimiento de la desigualdad, que es el problema número uno del país.

El Ministro Herrero se niega, sistemáticamente, a discutir la amplia gama de propuestas alternativas que se han formulado, durante la discusión de su hoy fallido proyecto de impuestos, para no solamente solventar el problema del déficit que tanto le agobia, sino para generar más recursos frescos y ampliar la inversión pública y social.

El Ministro Herrero sigue aferrado, en estas materias de déficit y gasto público, a planteamientos fundamentalistas del hoy devaluado y desacreditado “Consenso de Washington”; cuando, por el contrario, lo que se impone en más política pública de inclusión social, más inversión pública para atajar el crecimiento de la desigualdad.

La ANEP, que desde el pasado 8 de febrero de 2011 dio a conocer sus 14 planteamientos para una transformación tributaria estructural, le lanza un reto público al señor Ministro de Hacienda para un debate al efecto, organizado compartidamente; propuesta ésta que le entregaremos en su despacho el próximo día lunes 30 de mayo, con ocasión de una manifestación de policías disconformes por deudas salariales pendientes que se harán presentes en las afueras del Ministerio de Hacienda.

San José, martes 24 de mayo de 2011.

Albino Vargas Barrantes
Secretario General ANEP

Los narcodólares afectan la economía nacional

El asunto, en verdad, se las trae. El sector exportador costarricense está siendo fuertemente afectado pues por cada dólar que genera, son menos colones los que se convierten en rentas dentro del circuito financiero nacional, afectando la competitividad de tal sector.

Cualquiera podría decir que ¡qué bueno que el empresariado exportador reciba menos plata y tenga menos ganancias pues, de por sí, mucha gente trabajadora que labora en tal sector es superexplotada!, lo cual es cierto.

Como sabemos, la superexplotación laboral es parte central del proceso sistemático de crecimiento de la desigualdad. Ello se profundiza si, además, se ponen en peligro empleos en el sector exportador y nada más doloroso en estos tiempos que quedarse sin empleo.

La esencia de la lucha sindical no solamente es por la libertad sindical y el trabajo decente y digno, sino para que se conserven los empleos mejorando su calidad. Con tanto dinero narco ingresando a la economía nacional, sin control alguno, en el sector exportador son muchos los empleos en riesgo y esto debemos denunciarlo.

Aquí lo más grave es el papel del Banco Central de Costa Rica (BCCR), que está de manera sospechosamente conveniente, “mirando para otra parte”. La lavadora narco suena fuerte en sus propias puertas pero en el BCCR no escuchan nada.

Esta actitud de “complicidad pasiva” con el funcionamiento de esa lavadora, queda más evidente cuando el máximo jerarca de la ABC (la Asociación Bancaria Costarricense), don Franco Naranjo, recientemente comentó que “los movimientos de capital de corto plazo que están llevando a la apreciación del colón no están ingresando por medio de los bancos, ni forman parte del fondeo del crédito bancario comercial”.

¿Significa esto que estos movimientos son de lavado de dólares? Pues parece que sí. La ABC es contundente al indicar, por una parte, que el gran movimiento de dinero que se observa todos los días no se da por medio de los bancos; y, por otra, ese montón de dinero no es parte del fondeo del crédito bancario con fines comerciales. En otras palabras, los dólares del narco andan sueltos en la calle, sin control alguno, dislocando la actividad productiva nacional y el Banco Central, ¡muy bien, gracias!, mirando para otra parte.

En consecuencia, lavado de dólares y movimientos de capital externos aprecian el colón, lo sobrevaloran frente al dólar y, por tanto, afectan la competitividad de las exportaciones costarricenses. El lavado influye en el tipo de cambio porque los dólares narco se cambian en el país generando una sobreoferta que abarata el tipo de cambio del colón por el dólar. Esto afecta la competitividad de la economía costarricense.

Adicionalmente, los Estados Unidos, con su política fiscal y monetaria, busca inundar de dólares el mercado mundial y de esa forma abaratar el dólar y mejorar la competitividad de ese país. En el caso nuestro, significa que capitales de corto plazo también llegan al país y aprecian nuestra moneda. Aquí, además, queda en evidencia la doble moral del gobierno gringo en cuanto al narco, dice combatirlo pero los trillones de dólares que el comercio de la droga genera le sirven a su propia economía.

En esto de la apreciación del colón por el ingreso masivo de los narcodólares a Costa Rica, quienes están felices, más que felices, son los importadores. Tienen que aportar menos colones para importar más. Y con el desastre fiscalizador aduanero, pues están doblemente felices: importan más, más barato y cero impuestos, prácticamente.

El poder hegemónico dominante no hará nada para controlar tal situación. Tendrá que ser la gente, la ciudadanía, los movimientos sociales de todo tipo y los partidos políticos decentes todavía. Aún hay tiempo. Todavía el narco no nos ha convertido en un “Estado fallido”, como ya lo ha hecho con México y con Guatemala. Hay que emplazar al Banco Central, hay que pedirle cuentas, hay que exigirle que tome medidas como el registro de capitales, la acreditación previa para compra de bonos en bolsa, la reestructuración fiscal aduanera, entre otros aspectos preventivos de urgencia, antes de que la economía costarricense termine por ser, del todo, una economía narco.

Hay tanto que decir, ¿que mejor no decir nada?

Desde el punto de vista de la puridad jurídica, el señor Obama debió recordarle que fue por una resolución de las Naciones Unidas que se creó el Estado de Israel; y que, de acuerdo a esa resolución, Israel estaba obligada a respetar el Estado Palestino, ya que se supone que esa fue la resolución de la máxima autoridad del mundo (las NNUU) para que los “judíos errantes” tuvieran patria propia. Pero …

¿Cuántas resoluciones lleva ya las Naciones Unidas respecto de que Estados Unidos (el gran vecino del norte) no tiene derecho alguno a imponerle, desde hace medio siglo, un bloqueo tan criminal y genocida como el que le viene aplicando a Cuba? Si mal no recuerdo, el 2010 fue la décima novena vez que, prácticamente por unanimidad, la Asamblea General de las NNUU resolvió que Estados Unidos tenía ningún derecho a ello y que esa acción era contraria a las más elementales normas universales que se aprobaron después de la Segunda Guerra Mundial. Pero …

El ya famoso (por sus arbitrariedades y equívocos) Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó (en abril 2010) una de sus típicas resoluciones contra un país miembro del organismo mundial (Libia) más bien dicho contra el coronel Muhamar el Gadaffi (o Kadaffi) unas sanciones económicas y, lo más criticable, que se reconozca a un supuesto o real frente anti Gadaffi (un etéreo Consejo de Transición, que nadie conoce); y que se le dé todo el apoyo posible a fin de que obligue al coronel de la revolución verde a que se vaya o se muera; y a que se cree, vía OTAN (los imperitos europeos unificados) una llamada zona de exclusión aérea, ya que la resolución de la ONU prohíbe expresamente que haya invasión terrestre de soldados invasores, como si pasó en IRAK, aunque sin resolución del Consejo de Seguridad.

Y los aviones supersónicos de la OTAN, en una de sus incursiones contra “blancos militares” de Gadaffi, mataron a un hijo y a tres nietos del líder repudiado, amén de “daños colaterales” que no han podido dejar de matar los super aviones de los imperitos (varios cientos de muertos civiles libios) por haber “cometido el delito” de haber estado en el lugar donde los superbombarderos de la OTAN iban a bombardear.

Nos enteramos, por el vocero de la cancillería rusa (que se abstuvo, igual que China, cuando el Consejo aprobó lo que aprobó contra Libia) que la tal resolución no da para tanto (para los bombardeos si, que se llaman humanitarios) y que la OTAN debe no ser tan brutal. Y ahí estamos. Pero…

Y el mismísimo Consejo de Seguridad de las NNUU tan vigilante de la democracia y la libertad en Libia (ahora en Siria) no ha dicho ni pío respecto de las veces que los terroristas israelitas han invadido territorio palestino y han asesinado mujeres, niños, ancianos. Pregunto yo: ¿es que Israel tiene alguna prerrogativa, algún designio divino, y está por sobre el resto de países árabes del medio oriente?

No hay duda que un rayo llamado democracia a secas, recorre el norte de África; y, al parecer, en países del medio oriente que durante décadas, no acusaron una “peste” semejante. El “líder” que gobernaba Túnez, ni corto ni perezoso, puso pies en polvorosa y san se acabó. En cambio, al pobrecito de Mubarak, que llevaba apenas 40 años en el poder de Egipto, la señora Clinton, desde Washington, tuvo que recordarle que estaba obligado a irse “en paz y ordenadamente”. Hay que recordar que tanto el tunecino como el egipcio, eran lo que alguna vez les calificó Richard Nixon a algunos de sus amigos (Trujillo, Somoza, Batista, Strossner): ”Cierto es que son unos hijos de puta; pero, son unos hijos de puta nuestros”

Según parece, el Gadaffi libio no llegó a ser enteramente del imperio (a pesar del millón de barriles diarios que le enviaba) o de su absoluta confianza (menos, después de haber ensayado una revolución verde en su Libia y haber puesto en ventaja a sus súbditos, en cuestiones de buen vivir) Y el coronel verde ya fue “sentenciado” por el gran emperador del mundo: está descalificado como gobernante y debe irse.

Como el asunto se puso feo en Yemen y la gimnasia política de su líder que también es hombre de confianza de USA, y como el reino de Mahrein también anda agitado y como hay voces alarmantes en Arabia Saudita, pues los ágiles agentes de la CIA y sus amigos, encontraron que cerca de ahí, haciendo frontera con Israel, había un señor Assad (no don Asaad, que en paz descanse en Guayaquil) que heredó el gobierno de su padre y que se ha quedado ahí, durante años, haciéndoles la vida imposible a los “pobres judíos” y respaldando a los terroristas libaneses.

Así que, la fiebre democrática saltó a Siria. Y si debemos creerles a los ágiles corresponsales de las grandes redes informáticas del imperio, todos los días, en pueblos alejados de la capital siria, se dan manifestaciones contra el señor Assad y se pide su salida. Según la gran prensa sipiana, todos los días, hay manifestaciones con saldo de muertos y heridos. Unas manifestaciones que se repiten y repiten en la televisión sipiana pero que no muestran las multitudes en acción, menos los muertos y heridos de los que nos habla la gran prensa sipiana.

Recuerdo: cuando comenzaron los bombardeos “humanitarios” contra Libia, las mismas redes informáticas del imperio nos hablaron que, en la capital Trípoli, se producían manifestaciones multitudinarias contra Gadaffi y sus hijos; y que, en tres días, el malo de Gadafi y sus tropas habían asesinado a diez mil “rebeldes” Pero, ocurrió que un equipo de una red televisiva del tercer mundo (UNASUR) logró llegar a Trípoli, sin mayores dificultades, y encontró que las manifestaciones eran pero a favor del coronel y en contra de la insurrección; y que no había rastro de un muerto, peor de diez mil. Y todo el mundo sabe hoy que la llamada insurrección se ha radicado en una ciudad petrolera del este de Libia donde unos “feroces guerrilleros” juegan todos los días a la guerra, pero solo para la televisión sipiana

Podríamos seguir preguntando ad infinitum. ¿Por qué Estados Unidos (en el lado de su frontera) no desarrolla acciones tan brutales como están ocurriendo en el lado mexicano, donde todos los días se mata gente “inocente”? ¿Por qué, para encontrarle una vía de escape al Sr. Lobo, solo fue posible cuando apadrinaron la reconciliación Colombia, Venezuela y, desde luego, el propio señor Lobo, menos Estados Unidos y Canadá?

“Me muero de las iras” (como se dice popularmente) cuando leo en El Comercio de Quito (el principal diario sipiano del país) una reproducción de una especie de editorial del diario argentino La Nación, hablando de que Correa es un peligro para la libertad de expresión en Ecuador. Y me muero de las iras porque no recuerdo que El Comercio de Quito le haya reproducido alguna opinión de este diario durante los casi ocho años (1976-1983) en que desoló Argentina (30.000 muertos y desaparecidos) la feroz dictadura del Flaco Videla, un genocida que está sentenciado a prisión perpetua.

Y no puedo reprimir mi furia interior cuando, en el mismo periódico sipiano, leo una columna que semanalmente tiene el señor Danilo Arbila, uno de los capos de la SIP-CIA que anduvo de secretario de la Junta Militar que asoló Uruguay en los mismos años que Videla en Argentina y Pinochet en Chile. Y pensar que estos individuos y sus “democráticos periódicos” pretenden darnos lecciones de “democracia y libertad”.

Por último, tengo el hígado revirado porque la gran oposición pelucona en Ecuador, con los grandes medios comunicacionales a la cabeza, insisten e insisten, en hacer creer que porque el No tuvo una votación más que inesperada (para ellos mismos) aunque el SI terminó por vencer a nivel nacional en las 10 preguntas planteadas (mayo 7/2011) tiene derecho a imponer sus condiciones políticas y sociales (las económicas las manejan ellos)y a decirle al Presidente Correa y su Alianza País, lo que tiene que hacer, lo que tiene que decir porque “ellos ganaron moralmente la consulta”.

En los tiempos de mis abuelos y en los tiempos de mis papas y en los míos propios, a toda esta desfachatez se le llamaba cinismo; o, en términos menos agresivos, “falta de ética” ¿No habremos llegado pregunto yo, finalmente que los sectores retardatarios de este mundo (que siguen teniendo gran poder) consideran que ha llegado el momento de quitarse la careta; esa careta que les permitía disimilar una supuesta democracia y una más supuesta libertad de expresión?

*especial para ARGENPRESS.info

COFADEH: Los Derechos Humanos no son objeto de negociación política

“Admitiendo que durante la crisis política ha habido personas que estiman haber sido afectadas por la vulneración de sus derechos humanos, el Gobierno de Honduras, a través de la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos se compromete a atender sus denuncias, y así coadyuvar a la reconciliación de la sociedad hondureña en un marco de garantías verificables (…) y a la espera del apoyo de la Oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unida”, dice el texto oficial firmado ayer.

Los términos utilizados reflejan dudas, ironías, intenciones y evasiones propias de la misma élite político-militar que intentó sepultar en el olvido las desapariciones forzadas en los años ochenta y vender un discurso utilitario de los derechos violados a la comunidad internacional.

Al comenzar la década de los años 90´s los mismos ex presidentes – Rafael Callejas, Ricardo Maduro y Carlos Flores, que auditaron el texto del Acuerdo de Cartagena – repetían la necesidad de dejar atrás el pasado y ponerle fin a la_ “noche oscura de las desapariciones”._

Era la forma suigéneris de escapar a sus propias responsabilidades, algunos de ellos, como integrantes de la Asociación para el Progreso de Honduras (APROH), que inspiró y financió la represión contra la disidencia política e ideológica de entonces, que nos mantiene en luto.

No tenemos dudas que el ex presidente Zelaya acuñó con absoluta buena fe en el Acuerdo de Cartagena la urgencia de investigar las violaciones a los derechos humanos derivadas del golpe de Estado hasta nuestros días, reparar los daños causados a las víctimas y sancionar a los responsables.

Pero dudamos absolutamente del golpismo que controla las fuerzas represivas que, a su vez, sostienen un Estado frágil, que falla en derrotar con legalidad y justicia el enorme monstruo de la impunidad.

La duda es aún más auténtica cuando, mediante el Acuerdo, el régimen impone el reconocimiento de la “Secretaria de Justicia y Derechos Humanos como entidad que permita fortalecer las capacidades nacionales para la promoción y protección de los derechos humanos en Honduras”.

Este Comité no observa hábitos, prácticas ni políticas que hagan suponer que la institución referida marque una diferencia siquiera mínima al interior del Estado respecto al estatal Comisionado de Derechos Humanos, deslegitimado a sí mismo por su parcialidad con la violencia institucional en contra de la población.

Cerca de nosotros permanecen aún la huelga de hambre indefinida de cinco educadores por violación a sus derechos sociales y económicos; centenares de familias campesinas en la zona del Aguán asechadas por fuerzas legales y clandestinas en contra de su vida y la tierra. Y un promedio de más de 16 personas muertas en forma violenta, cada día en todo el país, en total impunidad.

Por tanto, exhortamos a la población a continuar utilizando los servicios de acceso a justicia en cualquier dimensión local e internacional que merezca su confianza y respeto, mientras el pueblo hondureño reconstruye la institucionalidad perdida del Estado de Derecho.

De los hechos y de los hechores, ni olvido ni perdón

Tegucigalpa, Honduras, 23 de mayo de 2011

El orden y la libertad

Es mediodía del primer domingo de julio de 1856. El Presidente Mora acaba de reintegrarse al mando del Estado, tras cuatro meses de campaña bélica en Guanacaste y Rivas, más unos pocos días de tregua e introspección en su hacienda alajuelense de Los Ojos de Agua. Todo parece indicar que ha descendido al punto más bajo de debilidad política posible: la Guerra Patria, interrumpida; el adversario conquistador, reorganizándose; el régimen filibustero, reconocido por Washington; Centroamérica, aún en pláticas; la peste del cólera, en ascenso; las arcas del Estado, exhaustas; la élite cafetócrata, escindida a muerte.

Después de comulgar en la catedral, se reencuentra con su Ejército en la revista militar de la Plaza Mayor. Con su voz grave, proclama: «Somos dignos de nuestros antepasados. Somos siempre los defensores del orden y la libertad nacional». Estas son palabras-fuerza, conceptos definitorios, lenguaje que trasciende la circunstancia. Si se quiere, es quizá el instante en que, del empresario devenido en gobernante y caudillo, surge el estadista, como se verá enseguida.

A 35 años de la emancipación de España, el adalid dice que constituimos una nacionalidad, somos una persona colectiva, formamos un organismo viviente, tenemos una forma propia de ser. El idioma, las costumbres, la religión, el territorio, compartidos, nos sustentan en la voluntad de vivir juntos para beneficio mutuo. Hay conciencia temprana de que la humanidad puede contar con la variedad cultural, como quien dice, del «homo costarricensis», no mejor a otros pero si distinto. Es que, nada amalgama más a los pueblos en un poderoso sentimiento nacional, como el dolor y la gloria comunes.

Está de duelo por el recién fallecido vicepresidente, don Francisco Ma Oreamuno, fulminado por el cólera asiático. Su primo segundo, don Juan Mora Fernández, el primer Jefe de Estado, ha expirado dos años antes. En las batallas de Rivas, Santa Rosa y Sardinal acaban de morir por la patria 163 oficiales y soldados, muchos de ellos amigos suyos. Se cuentan por millares las víctimas de la peste. La estirpe de los Mora practica la devoción por sus ancestros, cultiva las virtudes familiares, valora la piedad filial y la lealtad fraterna. Traslada esa filosofía de vida a la que él estima como la gran familia costarricense, con fe católica en sus fieles difuntos. En este terruño esmeralda están enterrados sus deudos, sus hijos nacieron en el mismo suelo próvido. La nación posee hondas raíces, es continuidad antañona y desarrollo futuro, no es invención artificiosa.

Hay dos formas de culto a los antepasados, enseñaba el filósofo Roberto Murillo: pueden evocarse muertos, para morir con ellos, o recordárselos vivos, prestándoles nuestra existencia para recibir de ellos algo de su esencia. La nobleza de alma, la integridad y la magnanimidad nos ayudan a ser dignos de nuestros mayores: padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos, ojalá satisfechos de nuestra conducta cívica: prestos a costaenrriquecer la herencia que ellos nos legaron, en especial la defensa del orden y de la libertad.

El patricio cree que el progreso hacia la riqueza general y el bienestar compartido dependen de una convivencia ordenada, segura, pacífica y equilibrada. Él ejerce, como primer ciudadano entre 160.000 costarricenses, una tutela preventiva, persuasiva más que represiva: la libertad de cada uno, acotada por los derechos de sus semejantes. Animados todos por un conjunto de finalidades superiores, la justicia y la solidaridad entre ellas, que idealmente han de caracterizar las relaciones sociales.

Cree el prócer que la única libertad digna de ese nombre es la de procurar nuestro bien a nuestra manera, como nación, familia o persona. Un país en el cual el libre desarrollo de cada uno sea condición del libre desarrollo de todos. Pero también, libertad como soberanía política e independencia nacional, bienes supremos por cuya supervivencia se pelea valerosamente contra la agresión del filibusterismo esclavista.

Adversidad e incomprensión. Debe tenerse presente el turbulento entorno de aquel memorable domingo, para apreciar el alcance de sus afirmaciones vigentes todavía. Mientras el joven presidente comanda al pueblo en armas, San José ha sido convertida en un nudo de víboras imposible de desenlazar, que exige tasajearlo de un navajazo. El 18 de junio, «el Gobierno toma medidas activas para sofocar una revolución premeditada», informa el cónsul británico, quien agrega que_ «el 30 era la fecha decidida para la sublevación y el cambio de gobierno»._ Al malestar acumulado por el monopolio fiscal en la destilación de licores y por la clausura temporal del Congreso cuatro años atrás, se suma la amarga censura por los empréstitos de guerra de 100.000 pesos uno y otro de 50.000 –el enojo es mayor entre _«capitalistas, cuyo patriotismo se halla en la billetera»_–. «Algunos individuos, dirigidos por el expresidente don José Ma Castro, formaron una conspiración contra» Don Juanito, «pero este ha logrado descubrirla», informa el ministro de España. Hay confinados y expatriados,_ «personas de pro»_, reporta el cónsul de Estados Unidos.

En tal contexto, el Presidente Mora advierte a la tropa, con verbo claro y convincente:
«Los filibusteros relacionados con los ambiciosos enemigos de la patria, no cesan en sus maquinaciones: aquí mismo han pretendido emponzoñar nuestra ventura para dividirnos, lanzarnos a una lucha intestina, y cuando vieran a Costa Rica convertida… en otra infeliz Nicaragua, uncirla al carro de la fortuna de una horda de bandidos. No lo conseguirán. En todo tiempo sabremos preferir el orden y la libertad a pérfidas ofertas revolucionarias, la pobreza al deshonor, la guerra a la ignominia, la muerte a la esclavitud. He jurado sacrificar mi fortuna, mi reposo, mi vida por el buen nombre y por la independencia de mi Patria. Cumpliré mi juramento».

Costa Rica se dispone a reanudar la Guerra Patria con esos mismos soldados que lo escuchan con respeto, lo admiran con afecto y lo siguen hasta la oblación de su vida. La decisión lo coloca en conflicto con hombres de importancia, quienes sostienen que el país debe hacer solo una guerra defensiva: esa moderación sería funesta ante un enemigo inescrupuloso. ¿De dónde saca el estadista tal entereza, tamaña voluntad y tanta capacidad para levantarse sobre la adversidad y la incomprensión, dejar atrás las desgracias de la peste del cólera, y persuadir a los costarricenses para continuar la lucha? Rendirse no forma parte de su naturaleza. ¡Qué valor el suyo, qué agallas de varón, cuánta certeza en la victoria!

Este es el sentido de las palabras inscritas en la placa de bronce que hoy se descubre en este santuario de la libertad, adyacente a la Casa Amarilla. Son conceptos henchidos de significado, que aún reverberan en la conciencia cívica, como mensaje actual del Padre de la Patria.

Fuente: Página Abierta
Diario Extra

Centroamérica: La doble moral del poder mediático

“_La pauta publicitaria estatal, utilizada para premiar a los amigos y castigar a quienes no lo son, brilla por su ausencia en las páginas del periódico. La publicidad de la empresa privada, pautada con riguroso cuidado de no ofender a los gobernantes, tampoco apuntala las finanzas de la publicación_”: quien piense que estas líneas denuncian el estado de situación que enfrenta cualquier medio alternativo centroamericano, medianamente crítico del orden neoliberal y de los poderes establecidos en la región, se equivoca.

Tampoco se trata de un manifiesto por la democratización de la comunicación social y contra las espurias prácticas del poder político y el mercado, que condenan a la marginación o el silencio a las voces disidentes del sentido común dominante.

Son las palabras del “_director corporativo de opinión_” del diario La Nación de Costa Rica, y que fueron publicadas en una columna el pasado 15 de mayo, a propósito de la crisis financiera que enfrenta un periódico nicaragüense: El Nuevo Diario, propiedad de la familia Chamorro García.

El anuncio de la posibilidad de quiebra de esta empresa de comunicación, a la que se reconoce como “_opositora_” del gobierno del presidente Daniel Ortega, llamó la atención porque el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSNL), propietario de un porcentaje menor de las acciones, dejó ver su interés por ampliar su participación y adquirir el diario. De inmediato, se encendieron las alarmas del empresariado nicaragüense: el Grupo Pellas, uno de los más importantes emporios económicos de la región –los nuevos dueños de Centroamérica- presentó una oferta de $1 millón de dólares por el rotativo, pero fue la propuesta del banquero Ramiro Ortiz Gurdián, presidente del Banco de la Producción (BANPRO), de la que no se conocen mayores detalles, la que finalmente se impuso en las negociaciones.

¡Para tranquilidad de los paladines de la Sociedad Interamericana de Prensa, de la que tanto La Nación como El Nuevo Diario son militantes ampliamente reconocidos, el gran capital acudió al rescate de la “_libertad de expresión_” y la “_independencia editorial_”, amenazada por las huestes sandinistas!

Pero quien se atreva a mirar más allá de esa “_gesta_”, puede encontrar en este caso un buen ejemplo de las contradicciones que sufre Centroamérica en términos de la conformación y distribución de su espacio infocomunicacional (medios de comunicación e industrias culturales), caracterizado por enormes desigualdades y un peligroso fenómeno de concentración de la propiedad de los medios.

Los investigadores argentinos Guillermo Mastrini y Martín Becerra, en un su libro Los monopolios de la verdad. Descifrando la estructura y concentración de los medios en Centroamérica y República Dominicana monopolios de la verdad.pdf (2009, Prometeo Libros), uno de los más completos y ambiciosos estudios sobre el tema realizados en los últimos años, describen con detalle el estado de las relaciones existentes entre poder político, grupos económicos y medios de comunicación en nuestros países: un mundo en el que los medios reflejan casi exclusivamente los intereses de las clases hegemónicas, los sectores empresariales y los terratenientes: una forma de legitimar las transformaciones en el modelo económico impulsadas por el neoliberalismo, y al mismo tiempo, de invisibilizar sus consecuencias negativas.

Un mundo en el que, a pesar de que se registra un aumento en la cantidad de medios en funcionamiento, no es posible afirmar que esto signifique un desarrollo cualitativo de la oferta comunicacional, ni de la vida en democracia ni del reconocimiento de la pluralidad cultural. Y además, donde el multimillonario negocio de la publicidad se convierte en el criterio único que determina lo que existe y lo que no existe en una pantalla o una página de periódico.

En definitiva, un mundo donde los pequeños y medianos empresarios del sector infocomunicacional son desplazados, cuando no devorados, por las grandes inversiones de las tradicionales familias centroamericanas (como los Ferrari, Willeda-Toledo y Canahuti en Honduras; o los Araujo-Eserski, Dutriz y Altamirano en El Salvador); de los grupos económicos regionales, que definen e imponen agendas económicas (como el Grupo Prensa Libre de Guatemala; Grupo Nación y Grupo Teletica, en Costa Rica; el Grupo Samix, del expresidente salvadoreño Elías Saca; o el Grupo Estesa-Pellas, en Nicaragua), y también de grupos extranjeros, como el del magnate mexicano Ángel González, cuya presencia prácticamente en todos los países, en los rubros de televisión, radio, prensa escrita, cine y publicidad, resulta abrumadora.

En las actuales condiciones de las sociedades centroamericanas, dependientes del capital extranjero, empobrecidas y excluyentes, los estatutos de independencia editorial de los medios y libertad de expresión de los periodistas no son sino un ideal que puede guiar, en mayor o menor medida, el ejercicio del periodismo, allí hasta donde la integridad, la amplitud de criterio y la consecuencia del profesional lo permitan. Su límite es, precisamente, el de la estructura económica, social y política a la que los dueños de esos medios, en última instancia, defienden y sostienen, y que reclama del periodista la definición de una postura ética y humanista: estar del lado de los opresores o hacer causa común con los oprimidos.

Ignorar esta realidad, omitirla en las discusiones públicas (como lo hace el opinador corporativo de La Nación), y lanzar la maquinaria de la inquisición mediática contra una organización política –el FSLN o cualquier otra-, pero eximiendo de juicios a los poderosos grupos económicos, constituye un peligro mayor para las aspiraciones democráticas de nuestros pueblos: ese ocultamiento deliberado, juego de doble moral, solo refuerza el poder de quienes pretenden manejar a su antojo los destinos de Centroamérica, mediante el uso de la fuerza, el dinero y el dominio de los “_monopolios de la verdad_”.

*AUNA-Costa Rica

Extraído del sitio Con Nuestra América

Cuatro medicamentos urgentes para rescatar a la CCSS

Una institución tan emblemática incorpora sin lugar a dudas uno de los más puros sentimientos humanos arraigados en el pueblo costarricense, la solidaridad, el principio filosófico institucional que irradia a toda nuestra patria y le impregna toneladas de paz social, ya que este rumbo trazado en sus albores se contrapone al individualismo inhumano que promueven los impulsores del capitalismo salvaje, criticado por el excelentísimo Juan Pablo II. Tal fenómeno permite decir con meridiana claridad, que si destruyen la Caja, destruyen a Costa Rica, destruyen la paz social y quienes impulsen entre bambalinas un acto apátrida como este, se arriesgan a correr con un alto costo político, es decir, cualquier grupo de poder político-empresarial que se atreva a desmembrar la Caja pensando en llenar algunos bolsillos locales o extranjeros, tendrá que enfrentar al pueblo movilizado en las calles.

Ese arraigo que el pueblo le tiene a la Caja se puede explicar de la forma más sencilla y noble, la Caja es la madre de los ticos y ticas, es una curandera abnegada, es una progenitora de paz social y hoy es ella la que ocupa que sus hijos e hijas le diagnostiquemos su enfermedad, la cuidemos y le apliquemos los mejores remedios contra ese mal: La autonomía constitucional, el pago de las deudas, la revisión integral o parcial de su gestión y la movilización social, seguros estamos que un pueblo movilizado por conseguir estas medicinas para su madre nadie lo detiene.

El pueblo es sabio, conoce que su madre tiene errores como las filas en los Ebais, las tribulaciones en las clínicas, los atrasos en los exámenes de diagnóstico y la entrega de medicinas, una atención a veces poco amable del personal en general como resultado de un ambiente laboral tenso provocado por políticas muy desalentadoras por parte de las dirigencias nacionales de la Caja, largas listas de espera para una cirugía pequeña o grande que colocan a la gente en la disyuntiva de la salud o la enfermedad, la vida o la muerte o peor aún entre la medicina pública o privada, decisiones erróneas que desechan lo técnico-profesional y privilegian intereses de grupos o argollas internas de distinto tipo, altos salarios versus poca productividad, en fin las dolencias son muchas, pero todas tiene una cura.

Por el otro lado el pueblo y su ancestral sabiduría sabe que esta madre admirable, tiene virtudes como cirugías millonarias, trasplantes de diverso tipo, exámenes de diagnóstico complejísimos, procesos y tratamientos de diversas características y un paquete de servicios en salud y pensiones que resulta envidiable para muchos países del mundo, es decir, la Caja, es un cordón umbilical para la vida nueva, la amiga consejera que se acerca al oído del joven y intenta guiarlo en un mundo veloz, agitado y colmado de muchos antivalores sistémicos, es el bastón del adulto mayor, en fin estos valores agregados se convierten en esas pequeñas y grandes cosas, que son las que le dan un lugar privilegiado a la mayor constructora de paz social de Costa Rica.

La fabricación de los medicamentos que enunciamos, están siendo procesados en una gran maquila humana y solidaria que se llama Costa Rica, es decir, estamos apostando a la conformación de un gran tejido social de los hijos e hijas de la Caja y estamos seguros que la gran familia tica no va a permitir que algunos políticos-empresarios vinculados a los negocios que se derivan de la aprobación del TLC y sus leyes de implementación destruyan desde dentro o desde afuera las bondades de una madre como la Caja, institución emblemática del país.

Así, las cosas, un primer medicamento implica rescatar la autonomía constitucional de la Caja, eje que presupone revisar y reformar la forma en que se elige la Presidencia Ejecutiva y la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social.

Una segunda medicina nos plantea exigir el pago de las deudas que el gobierno y otros empresarios tienen con el Seguro de Salud y el de Pensiones, situación que es eje transversal de la crisis financiera institucional y se convierte en un tema a posesionar para la movilización popular. Esto lo vislumbramos así, porque nada haríamos en recuperar plata para mejorar los servicios y mantener las pensiones, si la estructura de intromisión política continúa intacta y sirviendo a intereses que buscan el desmantelamiento paulatino de esta institución por las distintas vías que conducen a la privatización de los servicios de salud.

El tercer medicamento pasa por impulsar una revisión profunda de la gestión que ejecuta la institución, es decir, se deben analizar y consensuar efectivamente distintas medidas que ayuden a utilizar eficientemente los recursos institucionales, lo cual como idea general implica una revisión de las reformas aplicadas al sector salud en el pasado reciente o bien al menos formularse un cambio radical en lo que a la Gerencia Médica se refiere, ya que parte del problema de la atención en la Caja, pasa por romper paradigmas y enfrentar con valentía los intereses de ciertos feudos de poder endógenos.

El último medicamento es quizás el más importante, ya que constituye el aliciente esencial para curar y más allá de esto alegrar a esta gran madre llamada Caja, es decir, lo mejor que le puede pasar a esta institución es que todo un país salga a la calle a defender y clamar por mantener los cuidos gratuitos de tan amada institución, por eso apuntaremos a la construcción de los Comités de Defensa de la Caja en cada rincón del país y no dudamos que aún con sus defectos surgirán miles de militantes dispuestos a defender la continuación y mejoramiento de una institución que es la arquitecta insigne de la vida, del amor, la solidaridad y el humanismo, pilares que son los pies y brazos de una madre que protege a Costa Rica.

* Presidente de la Federación de Organizaciones de la Caja y de la Seguridad Social

Fuente: Diario Extra

ANEP lanza reto público al Ministro Herrero

Hay que ser bastante enfáticos en señalar que un recorte de gastos por el orden de los 500 mil millones de colones como lo está proponiendo el Ministro de Hacienda, don Fernando Herrero Acosta, es un golpe brutal a la estabilidad social, ya no solamente de los sectores más vulnerables de la población, sino que afectará a sectores medios atacados sistemáticamente por el crecimiento de la desigualdad, que es el problema número uno del país.

El Ministro Herrero se niega, sistemáticamente, a discutir la amplia gama de propuestas alternativas que se han formulado, durante la discusión de su hoy fallido proyecto de impuestos, para no solamente solventar el problema del déficit que tanto le agobia, sino para generar más recursos frescos y ampliar la inversión pública y social.

El Ministro Herrero sigue aferrado, en estas materias de déficit y gasto público, a planteamientos fundamentalistas del hoy devaluado y desacreditado “Consenso de Washington”; cuando, por el contrario, lo que se impone en más política pública de inclusión social, más inversión pública para atajar el crecimiento de la desigualdad.

La ANEP, que desde el pasado 8 de febrero de 2011 dio a conocer sus 14 planteamientos para una transformación tributaria estructural, le lanza un reto público al señor Ministro de Hacienda para un debate al efecto, organizado compartidamente; propuesta ésta que le entregaremos en su despacho el próximo día lunes 30 de mayo, con ocasión de una manifestación de policías disconformes por deudas salariales pendientes que se harán presentes en las afueras del Ministerio de Hacienda.

San José, martes 24 de mayo de 2011.

Albino Vargas Barrantes
Secretario General ANEP

ANEP solicita intervención del MTSS ante la JPS

Honorable y estimada señora
Licda. Sandra Piszk Feinzilber,
Ministra
Honorable y estimado señor
Lic. Álvaro Sojo Mendieta
Viceministro del Área Laboral
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, MTSS

Estimada señora Ministra y estimado señor Viceministro:

Luego de expresarles el más atento y respetuoso saludo de nuestra parte, oficialmente y por esta vía, así legitimada para actuar ante la Administración según resoluciones constitucionales en la materia, pedimos la intervención de la cartera ministerial de Trabajo y Seguridad Social, invocando para ello las potestades legales que son en asistirle a la misma en situaciones de conflictividad laboral en desarrollo; para que se convoque a esa sede a los señores Abundio Gutiérrez Matarrita y a don Francisco Ibarra Arana; respectivamente hablando, Presidente de la Junta Directiva y Gerente General, de la Junta de Protección Social (JPS); proceso que pretende, con la oportuna y eficaz intervención del MTSS, abordar la siguiente agenda de planteamientos laborales que, lastimosamente, no han podido ser resueltos en sede institucional pese a la reiterada vocación de diálogo y de actitud de negociación manifestada por la ANEP y por la Junta Directiva de la Seccional ANEP-JPS; resultando todo esfuerzo constructivo de la parte sindical totalmente infructuoso. Hablamos de:

1- Incumplimiento de STAP-8954 en el que se ordena el pagode percentil

2- Incumplimiento de lo ordenado por la Autoridad Presupuestaria para que se pague el 4.88%.

3- Jornada Laboral de 44 horas en unos casos y en otros de 37.5 ,desempeñando la misma labor y un mismo pago.

4- Cambio de la jornada laboral en lo referente a disfrute de días libres. Después de 30 años de tener sábados y domingos libres pasar a miércoles y jueves, además cambiando las funciones

5- Privatización de servicios (“outsourcing”)

6- Presunta intimidación al personal parea que no asista a las asambleas convocadas por la Seccional ANEP-JPS

7- Caso omiso a denuncias por presunta corrupción.

8- Proceso de restructuración por un funcionario sin estar incorporado al Colegio de Ciencias Económicas.

9- Uso malintencionado de estudios de costo-beneficio en términos económicos de un departamento y así justificar la privatización-agresión psicológica.

10- Acuerdos de Junta Directiva en que se distorsiona un artículo de la Ley 8718 para iniciar una restructuración.

11- Incumplimiento de recomendaciones de Salud Ocupacional que afectan directamente a un miembro de la seccional. Asunto pendiente desde el año 2008 y ahora dándose episodios de acoso laboral a ese mismo miembro. Desde el año 2005.

De manera anticipada, expresamos nuestra sincera gratitud por vuestra atención urgente a esta problemática, misma que fue analizada en Asamblea General de asociados y de asociadas a la ANEP en la JPS, estableciéndose la perentoriedad de una intervención conciliadora del MTSS.

Respetuosamente,

Albino Vargas Barrantes
Secretario General ANEP