Posición de ANEP respecto de la realización de las pruebas toxicológicas a todo el personal de la Policía Penitenciaria

1. La Policía Penitenciaria en su inmensa mayoría está constituida por hombres y mujeres con altísimos niveles de probidad. No se puede admitir que, por unas pocas personas, que se presume han cometido algunas faltas al respecto, se generalice y se ensucie el buen nombre y la imagen de un valiente y abnegado gremio de policías.

2. ANEP es respetuosa de los procesos que en el marco del derecho y de respeto a la dignidad inherente de los policías ejecute el Ministerio de Justicia y Paz.

3. ANEP no puede ni debe interferir en la aplicación de dichas pruebas, salvo que existan irregularidades en la aplicación o que las mismas sean alteradas de forma maliciosa.

En este momento estamos indagando si las pruebas toxicológicas se ajustan a estándares internacionales que garanticen la exactitud de los resultados. Si la elección del personal y las eventuales sanciones se están aplicando de forma legal, equitativa e igualitaria. Se espera que en la práctica no haya espacios para el hostigamiento y que todas las personas, aunque se encuentren en puestos de jefatura sean tratadas en igualdad de condiciones.

4. Es verdad que la Sala Constitucional ha indicado algunos lineamientos al respecto, considerando la adicción como una enfermedad. No obstante, ANEP considera que nuestra defensa debe estar mayormente orientada a los conflictos obreros patronales que no guarden relación con conductas tipificadas en la Ley penal. En este caso, creemos firmemente que la función policial es incompatible con el consumo de sustancias psicoactivas o psicotrópicas prohibidas.

5. La honrosa función policial tiene ciertas excepcionalidades, por ello, al accionar de los agentes de seguridad (a su conducta) se le adjudica un cierto nivel de rigurosidad diferenciado en relación con los demás servidores públicos. Tómese en consideración que los expertos indican que el consumo de algunas sustancias ilícitas genera alteraciones a la salud y a la conducta de las personas. Que el policía o la policía debe estar en condiciones óptimas de disponibilidad aún en su semana libre, para hacerle frente a casos de fuerza mayor o de grave peligro a la seguridad.

Por ejemplo: no es lo mismo un policía con problemas de alcoholismo que un policía con problemas de adicción a sustancias ilícitas. El licor es de venta libre y se encuentra en distintos negocios comerciales, su consumo es legal y su tratamiento, por consiguiente, admite un procedimiento diferente. Sin embargo, algunas drogas o sustancias ilícitas solo se pueden conseguir a través de entablar nexos con sujetos dedicados al trasiego y venta de drogas. Sería inadmisible que una persona detenida por venta de sustancias ilícitas sea eventualmente custodiada por quien afuera figura como su cliente.

Finalmente, rogamos al personal policial su amable comprensión en estos casos, ya que ANEP se compromete a defender y llevar hasta las últimas consecuencias cualquier otro tema en el marco de las relaciones del trabajo. Pero guardamos distancia de aquellos que tienen que ver con actos de corrupción, o de acciones de materia penal. Sin que esta declaración niegue el derecho de defensa y la presunción de inocencia que le asiste a cualquier ciudadano.

La vida y la seguridad de los funcionarios penitenciarios también cuenta

La Seccional ANEP-Policía Penitenciaria desde hace mucho tiempo viene insistiendo en la necesidad de fortalecer los mecanismos de vigilancia y seguridad en nuestros centros penitenciarios, lo ocurrido esta madrugada en el Centro de Atención Semiinstitucional de Guadalupe, sólo es una manifestación más de una serie de hechos violentos que se vienen desencadenando en los últimos cuatro años.

Lo sucedido no se puede minimizar como si se tratara de un evento aislado, los centros penitenciarios están siendo atacados y nuestro deber es levantar la voz en defensa de los servidores y servidoras del Sistema Penitenciario, quienes se convierten literalmente en escudos humanos. Son ellos, el personal de seguridad, técnicos, profesionales y administrativos, quienes se ubican en el centro del juego de las conductas delictivas y criminales de los delincuentes. Hoy la víctima pudo haber sido perfectamente un funcionario o una funcionaria.

Exhortamos, una vez más, al Ministerio de Justicia y Paz para que fortalezca la seguridad y la vigilancia en los puestos de ingreso y egreso de los centros carcelarios, para que dimensione responsablemente el riego que corren los servidores y las servidoras en nuestras cárceles; y, para que valore el trabajo abnegado de quienes ponen en riesgo sus vidas por la seguridad de la ciudadanía.

ANEP defenderá los derechos humanos de las personas trabajadoras, pues nos honra atender la dignidad de hombres y mujeres que luchan por la seguridad, el bienestar y el engrandecimiento de nuestro país.

Seccional ANEP- Policía Penitenciaria sobre el 18% del riesgo policial

Rechazamos categóricamente la posición del Ministerio de Justicia de interpretar el Riesgo de Seguridad y Vigilancia y el Riesgo Penitenciario conjuntamente para justificar que efectivamente se reconoce el 18% que indica la Ley.

De igual manera, no es de recibido la posición de la Procuraduría General de la República ( abogado del Estado).

ANEP agotará todos los mecanismo legales y acudirá a las instancias que corresponda, para que se garantice al personal policial penitenciario el reconocimiento de los incentivos como corresponde.

Seccional ANEP-Policía Penitenciaria hace un llamado de alerta por ataques hacia los policías penitenciarios

La Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) y su seccional en la Policía Penitenciaria hacen un llamado a las autoridades del Ministerio de Justicia y Paz, debido al reciente hecho hacia los oficiales carcelarios, quienes fueron atacados, este lunes en la madrugada, cuando varios sujetos dispararon hacia los puestos de trabajo donde ellos se encontraban.

Para la Seccional ANEP-Policía Penitenciaria este hecho que se presentó en la Reforma debe ser investigado con absoluta seriedad, ya que se atentó contra el sistema de seguridad carcelaria y no se puede seguir disimulado el incremento de hechos violentos.

ANEP alerta que estos y otros incidentes podrían obedecer a nuevos métodos de criminalidad y que la falta de policías en nuestras cárceles podría dejar en evidente vulnerabilidad nuestro Sistema Penitenciario. Por ello, desde hace mucho tiempo venimos pidiendo se declaren las cárceles de nuestro país en estado de emergencia”, explicó Benjamín Sevilla, miembro de la Seccional ANEP-Policía Penitenciaria.

Sevilla agregó “que una persona o un grupo de ellas atenten contra la vida y la integridad de nuestros policías penitenciarios es un acto criminal cobarde. ANEP no puede guardar silencio ante el despiadado ataque que sufrió la principal cárcel de nuestro país y en la que se puso en peligro la vida y la seguridad de compañeros y compañeras, de esos hombres y mujeres que le dicen a la ciudadanía duerman tranquilos porque nosotros cuidamos”.

¿Qué más debemos pasar para que se logre entender la urgente necesidad de policías en nuestras cárceles? Para el sindicato, la única forma de evitar el incremento de la criminalidad pasa por un tema de fortalecimiento de las políticas de prevención; pero el carácter delictivo y su innegable violencia demanda medidas de contención urgentes.

“Las personas privadas de libertad suelen tener afuera amigos y enemigos, unos deseosos de ayudarles a salir, y; otros con voluntad de vengarse. En cualquier caso, los policías penitenciarios se convierten literalmente en escudos humanos, ya que se les ha limitado el uso de escudos eléctricos y hasta del gas pimienta”, indicó Sevilla.

El incidente de la Reforma no es un motivo para elevar los niveles de temor en la población, es un llamado a la sensatez, para que se valore la contratación de los 200 oficiales que se requieren en este Centro, para que se fortalezcan las medidas de contención y seguridad; y que, la seguridad carcelaria sea valorada en su real dimensión.

La ANEP también hace un llamado a los diputados y las diputadas para que se atienda con seriedad la asignación suficiente y la ejecución debida del presupuesto destinado para la contratación y seguridad carcelaria.