ANEP le pide al Gobierno que Bertozzi “no se salga con la suya”

Solicitamos, con extremada urgencia, la interposición política de sus buenos oficios, ante la señora Ministra de Justicia y Paz, Licda. Cristina Ramírez Chavarría; y ante el Lic. Pablo Bertozzi Calvo, Director de la Policía Penitenciaria, para que no sea boicoteada, ¡sí, boicoteada!, la Asamblea General de la Seccional ANEP-Policía Penitenciaria, prevista para este viernes 19 de setiembre, entre las 8 y las 4 de la tarde, en el hotel Ambassador.

La verdad es que, en estos momentos, no hay buenas relaciones entre ambas jerarquías con la ANEP. De manera transparente, la ANEP criticó la designación del señor Bertozzi, al frente de la Policía Penitenciaria. Seguimos sosteniendo que eso fue un error gubernamental. Lo hemos dicho públicamente y él lo sabe. Pero no se vale desquitarse por ello, impidiendo a nuestros convocados y a nuestras convocadas que se presenten en la asamblea de la ANEP, aludiendo a razones de “seguridad”.

En ANEP está la percepción de que a nivel de la Policía Penitenciaria, la Ministra Ramírez ha delegado todo el poder en el señor Bertozzi.

Es él quien nos contesta nuestra solicitud de permiso para dicha asamblea, presentada nombre por nombre. Vean ustedes su respuesta, aquí adjunta: Es inaceptable, es de carácter antisindical y no es buena señal para abrir espacios de diálogo.

A cada uno de ustedes tres les entregamos copia de dichas solicitudes de permiso. Una primera con una lista original y una segunda con unos nombres adicionales surgidos a última hora.

Las razones del Sr. Bertozzi para boicotearnos nuestra asamblea son espurias. Son subterfugios. Les adjuntamos, reiteramos lo que él le responde a la ANEP. No la señora Ministra Ramírez

Esta asamblea tiene lugar cada dos años. La próxima será en el 2016. Cuando se dan las elecciones presidenciales, se saca toda, ¡toda!, la Policía Penitenciaria a votar. No es cierto que las personas trabajadoras de dicho servicio público a las cuales les tramitamos licencia, generen problemas de seguridad en los centros a los que pertenecen, si van a nuestra asamblea en el rato que la misma dura. ANEP les sacará de cada centro y ANEP les regresará.

Respetuosamente y con vehemencia, hay que hacerle entender al señor Bertozzi que él no es una “república independiente” en el seno del presente Gobierno y que la ANEP considerará una agresión si él persiste en boicotear nuestra asamblea, teniendo repercusiones en otras esferas del Diálogo Social que vuestro Gobierno está fomentando. No es posible aceptar que un mando medio pueda poner en peligro procesos cruciales necesarios dada la coyuntura actual del país.

Con respeto lo decimos: Si el Sr. Bertozzi “se sale con la suya”, mala señal para la ANEP y baja nuestra voluntad de aportar en estos momentos sociopolíticos que se están perfilando como delicados.

En verdad, agradecemos la más urgente, la más decidida y la más efectiva intervención de vuestras autoridades ministeriales ante el señor Bertozzi.

400 policías penitenciarios tendrán que trabajar más de 24 horas seguidas

Tipo factor sorpresa. El sábado en horas de la noche se le informó al personal de seguridad de la cárcel La Reforma que el señor Pablo Bertozzi ordenó el traslado de unos 300 privados de libertad a lo interno del penal este lunes desde horas de la mañana. La directriz incluía, entonces, la prohibición de salir a los policías que terminaban sus labores y que llevan 8 días dentro de la cárcel.

Normalmente estos hechos se dan con una planificación de por lo menos 15 días, no sólo a nivel de dirección, sino también con la participación y el conocimiento del personal de seguridad penitenciaria. Esto ayuda a planificar los horarios internos y de salida de las personas trabajadoras, para que no suceda lo que está pasando hoy, que al final de la tarde cientos de compañeros dejarán sus labores con más de 24 horas continuas de trabajar, una clara violación a sus derechos laborales.

El señor Bertozzi tiene la puerta de su oficina cerrada al diálogo con los trabajadores y trabajadoras. La señora Ministra de Justicia, Cristina Ramírez, tampoco nos atiende, ni física ni telefónicamente. Como organización tendremos que recurrir al Ministro de la Presidencia, para incidir al más alto nivel, en búsqueda de un diálogo perdido, diríamos que secuestrado, que siempre ha sido la norma en el Sistema Penitenciario Nacional.

La molestia es por factores más profundos que la situación vivida el día de hoy lunes. Al señor Bertozzi no se le ha quitado de la cabeza que ya no está en la Fuerza Pública, donde en su jefatura imperaba el miedo y el mando militar. En el Sistema Penitenciario Nacional siempre las cosas se han hecho con la cultura del diálogo y la participación activa, pero el estilo del señor Bertozzi es “yo mando y ustedes obedecen”.

La pésima planificación del traslado de reos del día de hoy ha provocado que los policías ni siquiera hayan podido avisar a sus familias, ya que las comunicaciones hacia el exterior del penal están casi del todo prohibidas. Los policías no saben qué va a pasar con las horas extras trabajadas el día de hoy, que deberían pagarse como horario extraordinario, lo que le generará un gasto muy grande al Ministerio, pero ni de esto hay certeza.

Por último, y a minutos de enviar este comunicado, se nos informó que también las personas trabajadoras del centro El Buen Pastor, están viviendo la misma situación, donde no se les ha dejado salir del trabajo en su horario normal.

Exigimos parar tanta arbitrariedad con la Policía Penitenciaria que, de todas formas, viene preparando una gran manifestación de calle en fecha venidera.

Asamblea Policía Penitenciaria el 19 de setiembre

Quienes estén “por dentro” deben inscribirse para tramitarles permiso.

Quienes estén en descanso, se les financiará, ida y vuelta, el traslado desde su domicilio.

Llame a los compañeros Gerardo Cascante Vargas, al teléfono No. 8981-4598; o a Gerardo Cascante Amador, al 8694-4376. Igualmente, al compañero Albino Vargas Barrantes, Secretario General de la ANEP, al 8839-7171.

Entre los y las asistentes se rifarán dos fines de semana, con un aporte económico de apoyo, para vacacionar en las cabinas remodeladas en la propiedad de la ANEP, en Manuel Antonio, Quepos, ubicadas a la par del Parque Nacional Manuel Antonio y a 100 metros de la playa, considerada ésta dentro de las diez más lindas del planeta.

ANEP cursará invitación oficial para que en dicha asamblea se apersone algún jerarca con legitimidad y credibilidad, a fin de que explique qué está pasando con el pago en sede administrativa de las deudas por disponibilidad. Un logro de ANEP pero que no ha sido efectivamente honrado por la institución.

ANEP aclara: Nada se está negociando con ANEP

Los rumores van y vienen sobre el cambio de roles de servicio en la Policía Penitenciaria. Fuentes fidedignas nos indican que quitarán el “7×7” y que lo harían, de manera abrupta, sorpresiva. Hasta la circular tendrían redactada ya. Además, se nos indica se están “estudiando” cambios en el reglamento de la Policía Penitenciaria. Del Manual de Puestos, no se sabe nada. En este delicado asunto, ANEP no pactará nada.

ANEP no se someterá a la “Estrategia del Miedo” que se pretende instaurar en el Sistema Penitenciario Nacional con el “cambio”.

ANEP continuará haciendo llamados, una y otra vez, para la preservación de la institucionalidad penitenciaria que empieza a ser “lesionada” por la concepción de Seguridad que viene implantando el señor Bertozzi (a quien le gusta que le llamen “Comisionado”). Reiteramos que en cuanto ser humano, como persona, la ANEP le respeta.

Nuestra crítica a su nombramiento es porque consideramos que no es congruente con la concepción penitenciaria del encierro carcelario, a tenor con los valiosos estudios y recomendaciones del Instituto Latinoamericano de Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente (ILANUD), entidad adscrita al sistema de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y, paradójicamente, con sede en Costa Rica.

Además, la situación de crisis que enfrenta el Sistema Penitenciario Nacional, planteada a la opinión pública nacional por la ANEP en mayo de 2013, lo cual fue reconocido por importantes instancias del sistema político-institucional del país; exige un abordaje integral que, ahora, pareciera que está muy lejos de alcanzarse.

De hecho, ANEP tiene informes de roces en desarrollo entre la parte técnica y la concepción de Seguridad que maneja el Sr. Bertozzi. Por ejemplo, se nos indica de una seria desavenencia en cuanto a cómo se debe tratar el proceso de visita de las personas familiares y amistades de la población privada de libertad; toda vez que, al parecer, “ningunearán” el papel de Trabajo Social en este proceso, para que este proceso se asuma solamente bajo la cuestión de Seguridad.

Además, el Sr. Bertozzi ha indicado, de manera reiterada, que él solamente le rinde cuentas a la señora Ministra, la señora Cristina Ramírez Chavarría; obviando la autoridad depositada, por ejemplo, en el señor Viceministro de la cartera, don Carlos Alberto Rodríguez Pérez, quien también estaría en proceso de “ninguneamiento”.

Por cierto, la ANEP felicita al señor Viceministro Rodríguez Pérez, pues según nota en prensa de Diario Extra del pasado sábado 30 de agosto, comunicó su decisión de rescindir el contrato de alquiler de un edificio de lujo ubicado detrás del Mall San Pedro, lo cual hacía que el Ministerio de Justicia y Paz gastara 10 millones de colones mensuales por alquiler. Una buena decisión que reconocemos como oportuna y acertada. Se esperaría más decisiones en este ámbito.

Por cierto que dicho jerarca se comprometió con la ANEP a responder cada uno de los puntos del planteamiento integral de la ANEP, a favor del personal de la Policía Penitenciaria, que le entregáramos a él y a su superior, la Ministra Ramírez Chavarría, a primera hora del pasado 9 de mayo, el primer día hábil de ambos a la cabeza del Ministerio de Justicia y Paz.

Recordemos que el planteamiento de la ANEP se denomina “Agenda laboral para la eficiencia, la eficacia y el fortalecimiento de la Policía Penitenciaria con plena humanización del trato a su personal”. Tal compromiso de respuesta venció el día 31 del mes que acaba de terminar.

Lo que no sabemos es si, finalmente, si él dará respuesta al planteamiento de la ANEP; si la dará, si será consistente y no un “plato de babas”; además, si tal respuesta contará con peso político pues, difícilmente, sin la “bendición” del Sr. Bertozzi nada podría ser “sustentable”. Recordemos que la propia Ministra Ramírez Chavarría le ha empoderado a él para que controle toda la gestión penitenciaria.

ANEP indica que ya no trabaja en el despacho ministerial, el señor Javier Rodríguez, quien fungió como asesor-consultor de la señora Ministra Ramírez Chavarría, pagado con fondos del préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Ese señor renunció luego de los cuestionamientos de la ANEP, según nota de emplazamiento que le formuláramos, al respecto, a la citada jerarca. Por cierto, ella respondió a la ANEP con evasivas sobre la fuente de los salarios pagados a ese consultor. ANEP tiene informes de que hay más gente pagada de esta irregular forma, trabajando en el despacho ministerial. ANEP se lista para otro emplazamiento público en tal sentido. Además, comentaremos, públicamente y en fecha próxima, sobre la cuestión de fondo de la ejecución presupuestaria de dicho empréstito.

ANEP: Su organización sindical. La organización sindical más prestigiosa y de mayor credibilidad en Costa Rica.

ANEP: 56 años de lucha obrero-social, a favor de la clase trabajadora y de las más nobles causas cívicas del pueblo costarricense. No nacimos ayer y mucho menos como “proyecto de alcoba”.

ANEP: Somos una institución independiente que lucha por los Derechos Humanos y, específicamente, los de orden laboral.

ANEP: Somos una entidad laboral plenamente identificable, localizable, responsable y transparente. Declaramos, responsablemente a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), toda la planilla de nuestro personal asalariado; el cual además está cubierto con la póliza de Riesgos del Trabajo en el Instituto Nacional de Seguros (INS).Pagamos puntualmente los impuestos que por ley y por convicción nos compete honrar. No somos evasores ni tampoco un ente fantasmal.

Renuncia de Sub Director Nacional de la Policía Penitenciaria

Las intenciones del Lic. Pablo Bertozzi Calvo, el “Comisionado Bertozzi” (como gusta que le llamen), de despedir policías penitenciarios, que él habría planteado en la sesión del Consejo de Personal de la Policía Penitenciaria este jueves anterior, día 10 de julio; hicieron insostenibles por más tiempo, llegando ya a “un punto de no retorno”, las contradicciones en el seno de la Dirección Nacional de la Policía Penitenciaria, pues el Subdirector de ésta, don Danilo Mesén Salas, funcionario formado en el seno del Sistema Penitenciario Nacional, donde ya ajusta más de 35 años de experiencia en el manejo de la seguridad carcelaria del país, no habría avalado procedimientos autoritariamente abusivos, de sesgo prepotente, ajenos a toda forma humanista; tal y como se aprecia ya en el estilo confrontativo de gestión que realiza el alto jerarca policial Bertozzi, cuya llegada se percibe como una “intrusión policial distorsionante” para la dinámica convivencial cotidiana en el manejo de los procesos intramuros carcelarios de las personas privadas de libertad, según diversos profesionales de las Ciencias Sociales que trabajan en la institución.

La salida de Mesén, dada a conocer por la ANEP pocos minutos después de que se produjera, luego de las 4 de la tarde de este jueves 10 de julio de 2014, confirma lo que es de sobra sabido entre quienes saben de materia penitenciaria:

“La función penitenciaria es una función civil, no militar ni policial. La naturaleza y objetivos de la función militar como la función policial, no son los de la función penitenciaria. Cada una de estas tres profesiones requiere una específica selección, formación y capacitación de funcionarios. Excelentes militares o excelentes policías no son excelentes funcionarios penitenciarios”.

Este criterio no es de la ANEP. Este criterio fue emitido por una de las personalidades más respetadas, tanto a nivel latinoamericano como a nivel mundial, por la profundidad de su conocimiento en materia penitenciaria y criminológica, gran especialista en este campo: el Dr. Elías Carranza, actual Director del Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, conocido por sus siglas ILANUD.

Accesando al sitio web del ILANUD, nos encontramos el documento “Las cárceles en América Latina y el Caribe: ¿Qué hacer?, ¿Qué no hay que hacer?”; una ponencia del Dr. Elías Carranza que presentó en Tokio, Japón, el pasado mes de junio, ante el United Nations Asia and Far East Institute por the Prevention of Crime and the Treatment of Offenders (UNAFEI), entidad que es el equivalente del ILANUD para el sureste asiático.

La aguda sordera que ya manifiesta la máxima cúpula político-ministerial de la cartera de Justicia y Paz ante esta realidad objetiva de lo que significa la naturaleza del trabajo al interior del Sistema Penitenciario Nacional de Costa Rica, obliga a la ANEP a intensificar sus esfuerzos, en los más diversos órdenes, para que sea la calle la que hable a través de un gran número de policías penitenciarios y de funcionarios no penitenciarios (profesionales, técnicos y administrativos), en próxima manifestación.

ANEP, que no es un sindicato patronal y que tampoco promovemos ni defendemos a persona alguna del actual cuerpo policial penitenciario como para que sustituya al Sr. Bertozzi (ni siquiera al señor Mesén), ha venido detectando el creciente malestar laboral por la “intrusión policial distorsionante” en la dinámica penitenciaria representada por este señor; en contraposición de lo que dictan los profundos estudios de entidades universalmente reconocidas en la materia, como el ILANUD que, ¡oh gran paradoja!, tiene su sede en nuestro país y a una distancia muy corta del despacho de la señora Ministra de Justicia y Paz.

Se escuchan fuertes rumores de que la “intrusión policial distorsionante” del Sr. Bertozzi podría ser de tal nivel que se le designaría como Director General de Adaptación Social, dejándosele en recargo la Dirección Nacional de la Policía Penitenciaria; concentración de poder que ha de profundizar su carácter verticalista, alimentando más cualitativamente el escenario de confrontación interna. ANEP no eludirá su responsabilidad en tal sentido pese a que ya el Sr. Bertozzi cuenta con algunas amistades sindicalistas de corte propatronal y oportunista que ya han salido a defenderle.

ANEP defiende principios y en tal sentido, como organización sindical histórica en el Sistema Penitenciario Nacional sabemos lo que su personal resiente con esta “intrusión policial distorsionante”, la primera que registra la historia institucional desde la reforma penitenciaria de los años 70.

Crece agitación en la Policía Penitenciara por traslados abusivos

Esta semana se incrementó el número de policías penitenciarios víctimas del estilo arbitrario y autoritario de gestión del nuevo Director de la Policía Penitenciaria, el Lic. Pablo Bertozzi Calvo, el “Comisionado Bertozzi”, como gusta que le llamen: Informes llegados a la ANEP indican que unos 80 oficiales de la seguridad penitenciaria fueron movidos, abruptamente, sin poder objetar en lo más mínimo tan abusivas decisiones; particularmente, en los centros del denominado circuito de La Reforma

Aparte del irrespeto a la dignidad humana y laboral del policía penitenciario que sufre este tipo de decisiones prepotentes, el accionar del Sr. Bertozzi “aporta” para la profundización de lo que ya es reconocido como la situación de crisis que afecta al Sistema Penitenciario Nacional; tesis reiterada de la ANEP ante la opinión pública nacional y planteada por esta organización, por vez primera, durante la pasada gestión gubernativa.

Primero: Los movimientos abruptos de policías, que se hacen de la noche a la mañana, ponen en riesgo la aplicación de protocolos de seguridad en los casos de privados de libertad de alta peligrosidad como los ligados al crimen organizado del narcotráfico; puesto que, de un pronto a otro, los oficiales de la Policía Penitenciaria que ya han sido capacitados para ello, son sustituidos por otros que en no pocos casos no solamente no tienen conocimiento pleno de esos protocolos, sino que carecen de la debida experiencia de relacionamiento con este tipo de individuos que presentan conexiones criminales externas de alto riesgo.

Segundo: Los movimientos abruptos de policías, al “estilo Bertozzi”, debilitan los climas de contención en los diferentes ámbitos carcelarios, toda vez que al mover a un policía penitenciario con amplia experiencia en el relacionamiento con los privados de libertad ubicados en su entorno laboral cotidiano, se afectan los manejos adecuados de control de comportamientos impropios y de situaciones de estrés convivencial en el encierro carcelario; precisamente porque ese policía penitenciario de experiencia ha sido capacitado y tiene conocimiento de quién es quién en el liderato del pabellón y/o de la celda; cómo se mueven los hilos de poder a lo interno, especialmente en las horas no hábiles y fines de semana; y, cómo se ha aprendido a detectar las señales diversas de alteraciones en perspectiva de esa convivencia de alta sensibilidad explosiva, realizando oportunas acciones de prevención. Un policía penitenciario experimentado ante estos escenarios es garantía de prevención de motines, por ejemplo, producto de años de ubicación en ese mismo escenario de encierro.

Ni lo uno ni lo otro parece importarle al Sr. Bertozzi, más interesado en el establecimiento de una especie de clima de miedo que la ANEP ha decidido combatir fuertemente.

La ANEP continuará llamando a la calle a los y a las integrantes de la Policía Penitenciaria y estamos en preparación de eventos sucesivos e “in crescendo” al respecto. Además, entregaremos en próximas horas un emplazamiento directo al propio Presidente de la República, don Luis Guillermo Solís Rivera, con fundamentos criminológicos de peso para sustentar la inconveniencia de que el señor Bertozzi esté dirigiendo la Policía Penitenciaria.

Lo reiteramos: El Sistema Penitenciario Nacional vive una profunda crisis; el estilo de gestión del Sr. Bertozzi y su desconocimiento de la dinámica penitenciaria, que no es policial, lo que hace es profundizar esa crisis.

Policías Penitenciarios manifestaron en la capital

Varias decenas de Policías Penitenciarios se manifestaron esta mañana en las afueras del Ministerio de Justicia y Paz, en el centro de San José, en protesta a las decisiones tomadas por Pablo Bertozzi, Director de la Policía Penitenciaria, quien asumió su cargo hace menos de un mes.

Albino Vargas Barrantes, Secretario General de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), indicó que este es un primer movimiento de una cadena de eventos que la ANEP con el apoyo de los policías penitenciarios va a promover.

“Existe mucha inquietud, molestia y enorme preocupación por el estilo de gestión que se quiere imponer en el sistema penitenciario nacional, se considera, que la designación de Pablo Bertozzi implica que viene tiempos de verticalismo, autoritarismo, de mucha prepotencia y ausencia del diálogo. Desde un principio plateamos que la designación de Bertozzi es desafortunada, porque la cultura de la Fuerza Pública no es la misma a la de la Policía Penitenciaria, por lo que no se puede propiciar un cambio de ese nivel a punta de patadas”, expresó el Secretario General de la ANEP.

Entre las situaciones que aquejan los Policías Penitenciarios respecto a Pablo Bertozzi, sobresalen: intentonas de traslados abusivos, autoritarios e irracionales, de policías que se han convertido en voz de sus compañeros, la cual trasladan a la ANEP como su organización oficial.

Además, Vargas dijo, que existe una circular de Pablo Bertozzi, que les dice a los Policías Penitenciarios que no hablen con el sindicato y que él es la única vos oficial para hacerlo. “Es como una ley mordaza”.

“Creemos que la inconformidad laboral va a rebasar las fronteras de la Policía Penitenciaria, y va abarcar al personal profesional, técnico, administrativo y operativo de las cárceles. Este es un personal que ha estado muy olvidado en la política pública y creemos que su estado de precariedad se resuelve con diálogo y negociación, no con prepotencia y autoritarismo”, manifestó Vargas.

Otra de las solicitudes de los y las Policías Penitenciarias es saber si Pablo Bertozzi, también recibiría la responsabilidad de ser el Director General de Adaptación Social con recargo en la Policía Penitenciaria, ya que consideran junto a la ANEP, que tal designación “es un peligroso antecedente de concentración de poder en las cárceles”.

“Estamos convencidos de que el señor Bertozzi es una mala designación, por lo que estaremos solicitando al Presidente, Luis Guillermo Solís que quite al señor Bertozzi de la Policía Penitenciaria, ese es el clamor contundente, el cual esperamos reforzarlo con un escrito de nuestras razones”, finalizó el Secretario General de la ANEP.

Treinta años de la Huelga en Adaptación Social

La Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), saluda y rinde homenaje a todos los compañeros trabajadores y a todas las compañeras trabajadoras del Sistema Penitenciario Nacional y de la administración central del Ministerio de Justicia y Paz, con ocasión de la histórica celebración del DÍA NACIONAL DEL TRABAJADOR PENITENCIARIO.

Nuestro profundo respeto y admiración para quienes, en el día a día, mantienen la estabilidad carcelaria y penitenciaria del país, en medio de grandes limitaciones, sobrecargas laborales impresionantes, deteriorada salud ocupacional, y alto riesgo psicoemocional y de sus propias vidas; entre otros aspectos que caracterizan en la actualidad lo que la ANEP ha denominado como “LA CRISIS DEL SISTEMA PENITENCIARIO NACIONAL”.

¡Grande honor para los y para las profesionales; para todo el personal técnico, administrativo y operativo; y, para los compañeros y para las compañeras de la Policía Penitenciaria cuyo papel es profundamente estratégico!

Esta emblemática efemérides, el DÍA NACIONAL DEL TRABAJADOR PENITENCIARIO, nos recuerda el día viernes 22 de junio de 1984, el quinto día de la HUELGA PENITENCIARIA, cuando en horas de la tarde y en las afueras del portón de ingreso de vehículos a la cárcel de San Sebastián, unos 70 compañeros y compañeras de la institución, huelguistas, fueron detenidos y conducidos a las celdas de la entonces Detención General de la Fuerza Pública, en Cuesta de Núñez, San José. Los compañeros fueron llevados en “perreras” de la Fuerza Pública y a las mujeres se les trasladó en microbús. La detención se hizo ante la prensa nacional y las cámaras de los telenoticieros de la época.

El martes siguiente a esa fecha, 26 de junio de 1984 se firmaba en el Palacio Arzobispal de San José, con la mediación del hoy fallecido arzobispo Monseñor Román Arrieta Villalobos, un histórico acuerdo entre la ANEP y el gobierno del Presidente Luis Alberto Monge Álvarez; acuerdo que logró el ingreso colectivo, grupal y sin examen, al sistema del Servicio Civil de lo que en ese entonces era el 85 % del personal profesional, técnico, administrativo y operativo que hasta la llegada de la HUELGA PENITENCIARIA, estaba excluido del Régimen de Servicio Civil y, por tanto, no tenían ni estabilidad en el empleo ni derecho a tener anualidades.

También el personal de la Policía Penitenciaria de ese entonces, empezó a ganar anualidades pues la lucha de la ANEP fue para que en el Sistema Penitenciario Nacional se aplicara la Ley No. 6835 a todos los sectores laborales de la institución.

Valga indicar que, precisamente y con gran presión de la ANEP, la Asamblea Legislativa había aprobado en diciembre de 1982 esa Ley No. 6835; precisamente para que las anualidades fueron un derecho general de los empleados públicos y de las empleadas públicas aunque no estuvieran bajo el Régimen de Servicio Civil.

En el caso del Sistema Penitenciario Nacional, bajo lo que se llamó Ministerio de Justicia y Gracia, la lucha por la aplicación de la “ley de las anualidades”, se desarrolló a lo largo de todo el año 1983 y culminó con la HUELGA PENITENCIARIA, de nueve días de duración, entre el lunes 18 de junio y el martes 25 del mismo mes, de 1984.

La HUELGA PENITENCIARIA, gestada, dirigida, financiada y negociada por la ANEP, fue de tal impacto que generó, por ejemplo, la aplicación inmediata de la “ley de las anualidades” a todo el personal del Ministerio de Seguridad Pública (la Fuerza Pública, particularmente); así como también abarcó lo que en aquel entonces era la Guardia de Asistencia Rural (GAR), que existió bajo el Ministerio de Gobernación y Policía; sin que estos grandes grupos laborales tuvieran que hacer ningún tipo de presión. Con el correr de los años este asunto de las anualidades se extendió por todo el Estado, incluyendo a las municipalidades. Tal fue el impacto de esa legislación, No. 6835, lograda por la ANEP de la época.

La HUELGA PENITENCIARIA también hizo que se creara el sobresueldo Riesgo Penitenciario para todo el personal penitenciario, incluyendo a la Policía Penitenciaria. Años después, gracias a otra lucha de la ANEP en la Asamblea Legislativa, nació el Riesgo de Seguridad y Vigilancia, exclusivo para el personal de seguridad de las cárceles costarricenses.

Los compañeros detenidos y las compañeras detenidas en aquella tarde del viernes 22 de junio de 1984, fueron liberados cerca de la medianoche de ese mismo día pero luego tuvieron que enfrentar un largo proceso judicial, pues se les acusó bajo los artículos 333 y 334 del Código Penal (hoy derogados) que catalogaba la huelga en los servicios públicos, como delito penal. La ANEP se hizo cargo de la defensa de la abrumadora mayoría de los y de las huelguistas acusados quienes, finalmente, fueron absueltos.

30 años después de aquel viernes de junio de 1984 nuestra lucha, la lucha de la ANEP en el seno del Sistema Penitenciario Nacional, continúa. La ANEP, institución sindical legendaria, renueva su compromiso en tal sentido. La ANEP, nacida como parte de los procesos sociohistóricos de las luchas sociales y sindicales de los años 40 del siglo XX, continúa con plena vigencia, destacándose nacionalmente como consta a todos y a todas. En el Sistema Penitenciario Nacional llevamos 30 años luchando, fomentando la unidad y la unión de la familia laboral penitenciaria. 30 años después continuamos por la misma senda: luchando y uniendo; uniendo y luchando… No dividimos. Unimos.

La ANEP, entidad sociolaboral de sólida consolidación, al acercarse a sus 56 años de haber sido fundada, está con nuevos planteamientos en función de nuestro concepto de que hoy en día el Sistema Penitenciario Nacional sufre una profunda crisis de diversas raíces. A fin de enfrentar este desafío nos venimos preparando lo suficiente para, junto con el personal, desafiar a las nuevas autoridades políticas a fin de que éstas tomen las decisiones estratégicas correspondientes.

Rechazamos rotundamente nombramiento de Pablo Bertozzi como director de la Policía Penitenciaria

La Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), junto a su Seccional ANEP-Policía Penitenciaria y el seno de este cuerpo policial, rechazamos rotundamente la designación por parte del Gobierno de la Republica de Pablo Bertozzi Calvo como Director de la Policía Penitenciaria.

Albino Vargas Barrantes, Secretario General de la ANEP, indicó que dicho nombramiento ha sido rechazado en toda la policía penitenciaria, el cual estaría desencadenando una manifestación por parte de este cuerpo policial en las próximas horas.

ANEP ha detectado en las últimas horas un rechazo generalizado de parte de los efectivos de la policía penitenciaria a ser dirigidos por Pablo Bertozzi. Trasladamos al Gobierno de la República y a la opinión pública nacional lo que sentimos, esto es una situación grave que en las próximas horas podría desencadenar una gran manifestación” aseveró Vargas.

“Le pedimos al Gobierno respetuosamente que cambie ese nombramiento, porque genera una conflictividad laboral muy delicada, que obliga a la ANEP a ponerse al frente de la misma”, finalizó el Secretario General de la ANEP.

Para ampliar este tema el Secretario General de la ANEP, Albino Vargas Barrantes, estará brindando declaraciones a primeras horas de la mañana en la sede de nuestra organización, ubicada en Calle 20 Norte, 350 metros norte del Hospital Nacional de Niños Dr. Carlos Sáenz Herrera, frente a Coopeservidores.

Primer encuentro de la ANEP con Ministra de Justicia y Paz

El pasado lunes 2 de junio, la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), junto a su Seccional ANEP-Policía Penitenciaria, sostuvieron la primera reunión con la Ministra de Justicia y Paz, Cristina Ramírez Chavarría, donde se tocaron diversos problemas que adolecen los Policías Penitenciarios.

La reunión que se desarrolló en horas de la tarde, en el despacho de la Ministra, contó con la participación del Albino Vargas Barrantes, Secretario General de la ANEP; Rafael Mora Solano, Asesor Político de la ANEP y tres representantes de la Seccional ANEP-Policía Penitenciaria. Por el lado de la cartera de Justicia y Paz, estuvieron la Ministra Ramírez, así como el Viceministro, Carlos Rodríguez Pérez y sus asesores.

Rafael Mora, Asesor Político de la ANEP, calificó de provechosa la reunión, ya que la Ministra se mostró muy interesada en los diversos planteamientos y denuncias realizadas por nuestra organización.

“La ANEP, como es conocido por todos las y los trabajadores de la Policía Penitenciaria y del Ministerio de Justicia y Paz, ha venido ingentes de fuerza en los últimos tiempos para que se respeten una serie de derechos y condiciones que se le ha venido violentado a la Policía a los largo de los años. Esta lucha parece ser incesante, en un sistema, como el sistema carcelario del país que requiere una atención diaria y prioritaria, no solo por parte nuestra, sino también por parte de los jerarcas, y como todo sabemos se ha dado una renovación en las jerarquías institucionales del Estado, por lo que solicitaos una reunión de carácter urgente con la señora Ministra de Justicia y Paz”, manifestó el Asesor Político de la ANEP.

Según Mora, uno de los principales temas que se abordó la reunión fue el de la violación al derecho de descanso que tiene los efectivos durante su jornada laboral, situación que fue violentada por la anterior administración. Ya que pese a haber cumplido con su jornada laboral, son obligados a trabajar en su turno de descanso. Hasta el punto que los oficiales tan solo duermen dos o tres horas para luego iniciar un nuevo turno laboral.

Otro de los planteamientos abordados, fue sobre las condiciones de trabajo, así como la infraestructura, que es denominada por Mora como “cuchitriles”, que no reúnen las condiciones para que los Policías Penitenciarios realicen sus necesidades fisiológicas.

Además, nuestra organización denunció ante la Ministra de Justicia y Paz, el mal manejo de más de 100 millones de colones, dinero que fue destinado para el pago de horas extra a la Policía Penitenciaria, sin embargo a la fecha, los efectivos no han recibido ninguna retribución.

También se abordó el tema de los uniformes utlizados por los efectivos penitenciarios, respecto a: su calidad, material y comodidad, a lo cual la Ministra indicó que ya se esta buscando una solución a este problema.

“Ellos (Ministerio de Justicia y Paz) han planteado que van a tomar cartas en el asunto. Además, esperan que en un par de semanas estar comunicándonos que se va a cumplir con lo que ha establecido la Sala Constitucional y la Defensoría de los Habitantes en materia del descanso laboral”, finalizó Mora

Policía Penitenciaria plantea agenda anual de lucha

Licda. Cristina Ramírez Chavarría, Ministra
Lic. Carlos Rodríguez Pérez, Viceministro
MINISTERIO DE JUSTICIA Y PAZ

Estimada señora ministra:
Estimado señor viceministro:

Reciban en primera instancia un cordial y sumamente respetuoso saludo de parte de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP).

Esta es nuestra primera misiva que desde nuestra organización laboral les hacemos llegar a vuestras dignas autoridades en condición de ministra y de viceministro de Estado en la cartera de Justicia y Paz; deseándoles desde ya los mejores éxitos en este complejo ministerio a su cargo.

Han de saber vuestras dignas autoridades que la ANEP es una organización sindical con más de treinta años de trayectoria a lo interno de este ministerio, especialmente en el seno del personal del Sistema Penitenciario Nacional; logrando construir una reconocida incidencia sociolaboral, sustentada en una agenda de temas de orden reivindicativo-gremial y político institucional; direccionado más específicamente en el sector de la Policía Penitenciaria, quedando en desarrollo un proceso de negociación y cumplimiento de acuerdos inconclusos, mismos que ineludiblemente en resguardo de la necesaria paz laboral, debemos continuar con la voluntad política de vuestras autoridades.

A la vez pero para ser tratado en una segunda comunicación de parte de la ANEP, hemos estado insistiendo en la tesis de que el Sistema Penitenciario Nacional está en crisis y hemos elaborado planteamientos al respecto que les haremos llegar prontamente; considerando que los niveles de sacrificio del personal institucional visto como un todo (ya no solamente el de seguridad penitenciaria), está sumido en altísimos niveles de presión y de estrechez laboral en todos los sentidos que amerita una acción de la nueva política pública que se avizora para tenderle una mano urgente, sensible y solidaria que no se vio en la administración anterior para con ellos: hablamos de los y de las profesionales, del grupo laboral técnico, así como del administrativo y de servicio operativo.

Ahora bien y dada la urgencia de las urgencias, en el caso de la situación sociolaboral de la Policía Penitenciaria, varios de los asuntos pendientes al respecto y urgentes de abordar, se fundamentan en acuerdos firmados, tanto en la sede del Ministerio de Trabajo y Seguridad social (MTSS), como con las autoridades de las máximas autoridades político-jerárquicas del gobierno anterior en esta cartera de Justicia y Paz. En razón de lo anterior nos permitimos formal entrega a vuestras autoridades de lo que denominamos “Agenda laboral para la eficiencia, la eficacia y el fortalecimiento del servicio de la Policía Penitenciaria con plena humanización del trato a su personal”; con el objetivo de proponer la apertura de un espacio permanente de diálogo y negociación efectiva, al más alto nivel institucional.

“Agenda laboral para la eficiencia, la eficacia y el fortalecimiento del servicio de la Policía Penitenciariacon plena humanización del trato a su personal”

Primero: PROCESO DE NEGOCIACIÓN CONVENCIÓN COLECTIVA DE TRABAJO. Consideramos este instrumento laboral como la máxima aspiración de las trabajadoras y de los trabajadores, convirtiéndose en la herramienta que regirá con carácter de ley profesional aspectos de orden laboral, fijando reglas claras y resolviendo en un sólo paquete gran parte de la problemática laboral existente.

Importante de destacar que esta propuesta de la ANEP fue el resultado de un riguroso análisis y consulta con el personal policial, documento que fuera formalmente entregado el pasado 23 de octubre de 2013 a la anterior señora ministra, la Dra. Ana Isabel Garita Vílchez, con el propósito de iniciar el proceso de negociación que ha quedado truncado. Valga indicar, además, que en este aspecto de la Convención Colectiva de Trabajo, la tesis de la ANEP es mantener unida a la familia laboral penitenciaria, sin segregarla, sin dividirla; integrante en este instrumento del Derecho Colectivo de Trabajo (el máximo, por demás), a los y las profesionales, al grupo laboral técnico, así como al administrativo y al de servicio operativo, junto al personal de la Policía Penitenciaria.

Segundo: MANUAL DE CLASES DE LA POLICIA PETENINTENCIARIA. Este proceso arrancó como resultado de acuerdos y negociaciones posteriores al movimiento huelguístico del pasado 6 de enero del año en curso. El manual de clases permitirá actualizar la actual estructura organizativa de la Policía Penitenciaria haciéndola más moderna, eficaz y eficiente, aparte de justicia; antesala para lograr que el personal policial de este ministerio tenga salarios más competitivos y, al menos, pueda homologarse a la base salarial del personal policial de la Fuerza Pública del Misterio de Seguridad Pública, cuyas bases salariales están al día de hoy, promedialmente hablando, en unos ochenta mil colones arriba de nuestro personal de la Policía Penitenciaria.

Importante es destacar que las autoridades salientes y actual personal técnico- profesional en coordinación con nuestra representada, dio inicio a la actualización de este manual, realizándose todo el trabajo de campo necesario. No obstante, el documento borrador final, no ha sido de aceptación por parte de la ANEP, al considerar que se obviaron aspectos relevantes que deben ser incorporados al mismo.

Tercero. NOMBRAMIENTO DE PERSONAL. Como es de vox populi, ha crecido exponencialmente la población carcelaria al extremo que se experimenta una sobrepoblación prácticamente en todas las cárceles del país; por el contrario, el personal policial no ha crecido de manera proporcional. Esta situación era “relativamente manejable” recargando funciones y obligando al personal policial a laborar, al menos, uno o dos días al mes bajo la figura de disponibilidad. No obstante hoy, al haberse resuelto mediante fallo judicial la figura jurídica de la disponibilidad como opcional y no obligatoria, el personal policial ante el altísimo estrés laboral, opta mejor por descansar, situación que deja al desnudo la falta de personal policial estimada entre 600 y ochocientas nuevas plazas.

Amén de que pueda efectuarse un plan de reordenamiento de personal, nuestra organización sindical considera de orden prioritario que vuestras autoridades realicen todas las gestiones pertinentes de orden presupuestario a fin de que pueda irse nombrarse personal policial adicional. Importancia capital reviste el hecho de que estamos ante un relevo generacional muy acentuado, reconociendo que será considerable el número de policías que se jubilará en el próximo cuatrienio.

Cuarto. RESPETO AL TIEMPO PROPROCIONAL DEL DEBIDO DESCANSO. Como ha de ser de su conocimiento en el sistema penitenciario la Policía Penitenciaria labora en varios horarios. Uno de 5×2 de las 08:00 am las 04:00 pm, con salida diaria a la casa; y, el predominante, de 7×7 días (de internamiento con tiempo proporcional de descanso), con dos roles laborables: Uno de 8 horas rotativo en el cual una escuadra labora y la otra es reserva en descanso; otro, el segundo rol de 12 horas o denominado escuadra de apoyo. Valga decir que 12 horas es la jornada laboral máxima permitida. En teoría, en ambos con tiempo proporcional de descanso.

No obstante, las autoridades institucionales han mantenido el criterio de que con el personal que labora en horario 7×7, en rol ocho horas, puede disponerse a discreción de la administración después de su jornada y en su tiempo de descanso para que continúen laborando en labores ordinarias como recuentos, visita general, requisas, y salidas médicas.

De tal manera que este personal termina laborando diez y hasta once horas, negándosele el derecho al debido descanso, sin reconocimiento de horas extras y poniéndose en alto riesgo la seguridad penitenciaria con oficiales altamente fatigados; siendo nuestro criterio jurídico político contrario a esta desproporcionalidad abusiva violatoria que no garantiza las ocho horas de descanso.

Quinto. RECONOCIMIENTO ECONOMICO DEL TIEMPO EXTRAORDINARIO LABORADO POR CONCEPTO DE DISPONIBILIDAD EN SEDE ADMINSTRATIVA. Lo anterior es producto de los acuerdos firmados el 23 de enero de 2014 en sede del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). Al respecto se pactó en forma obrero – patronal lo siguiente: “La administración dará tramite en sede administrativa a todas aquellas gestiones que planteen las y los trabajadores de la Policía Penitenciaria en forma individual, para lograr el pago de deudas acumuladas por tiempo extra ya laborados, por concepto disponibilidad”. Esto está pendiente, con un primer corte al 31 de marzo del año en curso, para presupuestación y pago de un primer grupo por una totalidad de setenta y un mil trecientas setenta y dos horas adeudadas (71372 horas).

Importante es de destacar que lo anterior tuvo origen en un proceso judicial-laboral interpuesto por ANEP ante el Juzgado de trabajo del 11 circuito judicial de San José, expediente 10-000421-0166, del trabajador de la Policía Penitenciaria y máximo dirigente sindical de la ANEP en este grupo laboral, don Gerardo Cascante Vargas. De esta manera la disponibilidad deja de ser obligatoria y deberá de reconocerse como tiempo extraordinario para quien acepte laborar.

Al respecto consideramos de fundamental importancia que vuestra autoridad, continúe brindando total respaldo a este proceso para que a la mayor brevedad posible se le cancele estas deudas al cien por ciento del personal policial.

Sexto. RECONOCIMIENTO ECONÓMICO DE TIEMPO EXTRAORDINARIO. En este apartado tenemos dos aspectos a señalar, uno la solicitud expresa que formuláramos a la antecesora señora ministra para la apertura de un proceso de investigación ante presuntos abusos indebidos en la asignación de horas extras en la cúpula policial, pues de informe que fuera proporcionado por la misma ministra saliente, se observa a nuestro criterio una desproporcionalidad de dicha asignación en dichas cúpulas, respecto al personal policial de base.

El otro aspecto refiere a que si bien existe un circular que indica que en el pago correspondiente al mes siguiente del día laborado se incorpora dicho reconocimiento, lo cierto del caso es que no se cumple con dicha disposición. Esto mantiene en una absoluta indisposición al personal que ha venido laborando de forma voluntaria, al extremo que el personal policial no encuentra motivación alguna para trabajar cuando la administración le llama a colaborar.

Sétimo. REGLAMENTACIÓN USO Y PORTACIÓN DEL TELEFONO CELULAR EN TIEMPO DE SERVICIO. Este tema nos ha llevado a mantener una fuerte discrepancia con la cúpula policial, al extremo que tuvimos que solicitar la directa intervención del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). Sin embargo, al día de hoy el diferendo no ha sido resuelto.

El conflicto radica en que el personal policial goza de un permiso especial de portación y uso de celular, con algunas regulaciones específicas de uso que no pongan en riesgo la seguridad carcelaria; pues ante el desarraigo familiar del personal de seguridad y ante la falta de dispositivos de comunicación en fortines y otras unidades laborales, el celular se ha convertido en una herramienta estratégica de trabajo en seguridad.

Sin embargo, la administración ha optado por la prohibición casi absoluta, al extremo que en algunos centros carcelarios del país, como Pérez Zeledón y otros, obligan al personal a dejar guardados los artefactos en las oficialías, situación que ha provocado enorme malestar en el personal policial.

Octavo. RECONOCIMIENTO DEL 100% DE VACACIONES PSICOPROFILÁCTICAS. Anteriormente el personal policial disfrutaba de 13 días hábiles en tres bloques: dos de cinco días y el último bloque de tres días. Posteriormente vía circular, la administración ordena que se disponga dar los trece días seguidos, lo que se convierte o traduce a sólo seis días y medio, para el personal que trabaja en rol 7×7 y en semi-internamiento; disfrutando de sus trece días únicamente le personal de seguridad que trabaja en rol 5×2. Es decir, solamente el personal policial en rol administrativo sí disfruta los trece días de vacaciones psicoprofilácticas. Evidentemente estamos ante una situación altamente discriminatoria en el seno del mismo cuerpo policial que afecta a la mayoría del mismo.

Noveno. RECONOCIMINTO DEL 100% DE LAS VACACIONES LEGALES PARA TODO EL PERSONAL DE SEGURIDAD. Para ubicarnos en el contexto, es importante señalar que en el año 1997, siendo Ministro de Justicia por unos días el señor Lic. Juan Diego Castro Fernández, emitió una circular en la cual divide las vacaciones en dos partes, resultando que a partir de ese momento quienes tenían diez años o más de laborar disfrutarían de treinta días hábiles; y, en adelante los que cumplieran diez años de laborar tendrían únicamente treinta días calendario. Nótese aquí que estamos con periodos de vacaciones distintos o diferentes para trabajadores y trabajadoras de un mismo ministerio o patrono.

Décimo. MEJORAMIENTO DE LA INFRAESTRUCTURA. Basta recorrer los centros penitenciarios para observar las condiciones de deterioro y desmejoramiento, sobre todo en centros carcelario ubicados en el interior del país en regiones expuestas a bruscas condiciones climatológicas. Todo parece indicar que las carencias presupuestarias y la falta de planificación conspiran contra la infraestructura institucional, aparte de que sería relevantísimo una evaluación de las capacidades y de las responsabilidades de ejecución presupuestaria que muestran los mandos altos y medios encargados de ello.

Es menester de nuestra parte reconocer algunas mejoras en infraestructura para albergar a las personas privadas de libertad; no así en el mejoramiento de las condiciones deplorables de fortines que carecen de agua potable y servicios para las necesidades fisiológicas; dormitorios y espacio físico que aminoren el hacinamiento en muchas cárceles del país, todas las cuales carecen de procesos estructurales y sistemáticos en materia de Salud Ocupacional, cuyos primeros esfuerzos institucionales al respecto merecen un apoyo estratégico.

Dos ejemplos del problema con los dormitorios los tenemos con las mujeres policías en la cárcel de Puntarenas que no cuentan con un dormitorio exclusivo para ellas; pues dividieron el de los hombres para darles espacio a estas compañeras perdiéndose la intimidad de ambos grupos. El otro ejemplo lo constituye el semi-institucional de San Ramón, donde los dormitorios de los hombres está de pared de por medio del comedor.

Décimoprimero. TRASLADOS O REUBICACIONES ABUSIVOS. Si bien reconocemos un importante avance en este aspecto, sobre todo a partir de que la honorable Sala Constitucional, reiteradamente, ha manifestado los parámetros de proporcionalidad a considerar en materia de traslados del personal policial penitenciaria; siguen reubicando personal que no necesariamente es de algún agrado de supervisores o jefaturas, sustentando el “rancio” argumento de que se traslada por interés institucional, cuando en el fondo dicho traslado o reubicación obedece en muchos casos, a aspectos de marcados liderazgos de personal subalterno que cuestiona decisiones u órdenes de sus inmediatos superiores.

Importante destacar que si bien existe en la estructura jerárquica policial personal con características de liderazgos y mediana formación en el manejo de personal; nos encontramos también con que en esta estructura de mando hay personal que no tiene la idoneidad ni la formación requerida lo que hace que se potencien discrepancias y conflictos laborales innecesarios.

Décimosegundo. FORMACIÓN Y CAPACITACIÓN POLICIAL. Desde ANEP consideramos de orden estratégico, un profundo análisis de la malla curricular, siendo necesario un riguroso análisis del enfoque y los contenidos que se imparten en la Escuela de Formación Policial, haciendo hincapié en el nivel de formación y certificación de los formadores y formadoras de dicha escuela. Desde nuestra perceptiva, consideramos necesario mayor énfasis en formación de derechos humanos, protocolos en la gestión policial, así como valores cívicos y disciplina; agregando ahora los contenidos de política pública que en el ámbito de la Transparencia y de la Ética vuestro gobierno, por medio del señor Presidente de la República, Luis Guillermo Solís Rivera, señaló en su mensaje de asunción del cargo.

Adicionalmente consideramos que debe de haber un plan de capacitación y actualización continua, siendo inadmisible que la única vez que un policía dispara un arma es cuando recibe el curso como requisito de ingreso al sistema, razón por la cual se presenta una constante queja. Y es que unos pocos policías acaparan muchos cursos y capacitaciones, inclusive en el extranjero, siendo que ni siquiera son los que laboran en los centros penitenciarios y la mayoría es de nuevo ingreso, dejando en el olvido a l personal más experimentado que más se ha sacrificado.

Decimotercero. GÉNERO. Como es obvio, el término refiere al ser humano, hombre o mujer. En este apartado nos referimos a la inserción activa de la mujer a un sistema penitenciario obviamente patriarcal y con marcados sesgos machistas y hasta misóginos; correspondiéndole a la mujer policía entrar en desventaja a un sistema hecho desde una perspectiva que si bien puede considerar las capacidades de la mujer, no así brinda las condiciones básicas necesarias de privacidad así como las debidas consideraciones a la naturaleza misma de la mujer. Nos referimos al doble papel que juega en la sociedad y sus condiciones anatómicas y fisiológicas. No existe una directriz clara respecto a las funciones o roles de la mujer policía durante el embarazo; no se consideran las necesidades fisiológicas o anatómicas como un uniforme adecuado; los riesgos a que son expuestas al tener que subir a fortines que algunos por sus características son de difícil acceso, dejando este tema a criterio de la jefatura de cada centro.

Es muy normal escuchar al personal policial femenino quejarse de la ausencia de consideración especial cuando se encuentran con el período menstrual y todos los inconvenientes que esto conlleva. No perciben consideración alguna. El otro caso es que al no haber agua ni servicios sanitarios en los fortines deben de solicitar relevos (que no siempre hay disponibles) y caminar a veces distancias considerables para llegar al servicio sanitario.

De igual manera, los uniformes y chalecos antibala utilizados son estándar y los usan todos, no son hechos guardando las condiciones anatómicas inherentes al sexo femenino, lo que hace que tengan constantemente padecimientos alérgicos por ese intercambio de fluidos corporales usuario-chaleco-usuario, entre otras cosas. Es más que obvio que un uniforme confeccionado para hombres no reúne las características de talla para mujeres.

Finalmente, es imperativo doctrinar sobre los aspectos inherentes al acoso sexual y laboral a la mujer en el empleo con desempeño policial en el ámbito de la seguridad penitenciaria.

Decimocuarto. AVITUALLAMIENTO. Esta cartera ministerial deberá de hacer un ingente esfuerzo de orden presupuestario para dotar al personal policial de uniformes, zapatos y equipo necesario para trabajar con dignidad, eficiencia y eficacia; pues tristemente al día de hoy se les suple únicamente dos camisetas, un pantalón y un par de zapatos al año. Ello explica por qué vemos policías mal presentados con uniformes desteñidos y remendados con una variedad de zapatos diferentes, teniendo el personal policial que fabricarse o comprar la vara policial y el indispensable foco.

Debemos destacar que no es lo mismo el “aguante” que puede tener el uso de un uniforme en zonas frescas que se puede usar dos o más veces sin lavar; que en zonas calientes o húmedas y lluviosas donde el uniforme deberá cambiarse a diario y por consiguiente lavarlos con mayor frecuencia, con el inconveniente de mayor desgaste y que no se seca rápido. Los zapatos también se mojan más y duran menos. Estos son puntos a tomar en cuenta a la hora de distribuir uniformes en esas zonas. Para poner un ejemplo de la poca importancia que se le da al tema, Limón es una de los centros que para el 2013 se dejó sin uniformes y se les entregó al inicio de este año. La justificación: Que se les entregó uniformes a los nuevos grupos de básicos policiales y no alcanzó.

Contrariamente, los homólogos de otros cuerpos policiales, como la Fuerza Pública, portan el chaleco personalizado, cuentan con cuatro uniformes al año, “jackets”, capas, botas y zapatos de alta calidad.

Decimoquinto. ALIMENTACIÓN. En cuanto a este tema se ha hablado mucho. La alimentación para la policía que debe permanecer la semana en servicio es la misma que se le sirve a la población privada de libertad, inclusive con la ayuda en la preparación de privados y privadas de libertad, lo que representa un altísimo riesgo. Es una costumbre que para el turno de la madrugada, de las 00:00 a las 08:00 horas, les dejan lo básico, como arroz y frijoles preparados para que “se las arregle” la misma policía de la escuadra en servicio, encargando a alguno o alguna la cocina en ese rol a prepararla (al que le llaman “burrero”). Para mejorar esta alimentación mínima, la policía hace un aporte semanal para comprar algún tipo de acompañamiento, como puede ser carnes.

La alimentación para la policía como no es pensada para ella, no es balanceada, le llega a sus respectivos puestos, llámese pabellones o fortines, tiempo después de haber sido “empacada” en los recipientes que cada uno debe aportar; por consiguiente llega fría, de tal manera que si no le gusto lo que se preparó se día, se queda sin comer.

Decimosexto. DIAGNÓSTICODICO DEL ESTADO GENERAL DE SALUD DEL PERSONAL POLICIAL. Sabemos que el personal policial con mayor edad y más años de laborar en el sistema, presenta una tendencia marcada a padecimientos propios relacionados directamente con las condiciones hostiles de trabajo, desarraigo y alimentación. No obstante consideramos urgente un diagnóstico médico estadístico que nos diga con mayor certeza el estado general de salud del personal policial.

Finalmente, con mucho respecto, nos permitimos ser atendidos, lo más rápidamente posible, por vuestras su dignas autoridades ministeriales, con la finalidad de ampliar con mayor detalle la visión institucional desde nuestra perspectiva laboral; quedando a la espera de vernos complacidos en nuestra respetuosa solicitud.

Con estima y consideración, reiterándoles nuestros buenos deseos de éxitos en la gestión para el bien de nuestro pueblo,

Albino Vargas Barrantes
Secretario General ANEP

Gerardo Cascante Vargas
Vicepresidente y Presidente en ejercicio,
Junta Directiva
Seccional ANEP-Policía Penitenciaria