Se trata, entonces, de un esquema de integración basado en principios de cooperación, solidaridad y complementariedad, que surge como una alternativa al modelo neoliberal, el cual no ha hecho más que profundizar las asimetrías estructurales y favorecer la acumulación de riquezas a minorías privilegiadas en detrimento del bienestar de los pueblos.
El ALBA se fundamenta en la creación de mecanismos para fomentar ventajas cooperativas entre las naciones que permitan compensar las asimetrías existentes entre los países del hemisferio. Intenta atacar los obstáculos que impiden la verdadera integración como son la pobreza y la exclusión social; el intercambio desigual y las condiciones inequitativas de las relaciones internacionales, el acceso a la información, a la tecnología y al conocimiento; aspira a construir consensos, para repensar los acuerdos de integración en función de alcanzar un desarrollo endógeno nacional y regional que erradique la pobreza, corrija las desigualdades sociales y asegure una creciente calidad de vida para los pueblos. En ese sentido, la construcción del ALBA en el Caribe afianzará el desarrollo endógeno, soberano y equilibrado de los países de la región.
Su principio está basado en la cooperación de fondos compensatorios para corregir las disparidades que colocan en desventaja a los países de menor desarrollo frente a los desarrollados.
Por esta razón la propuesta del ALBA le otorga prioridad a la integración latinoamericana y a la negociación en bloques sub-regionales, abriendo nuevos espacios de consulta a los fines de profundizar el conocimiento de nuestras posiciones e identificar espacios de interés común que permitan constituir alianzas estratégicas y presentar posiciones similares en el proceso de negociación.
El ALBA es una propuesta enfocada a construir consensos que conlleven a repensar los acuerdos de integración en función de alcanzar un desarrollo endógeno nacional y regional que contribuya a erradicar la pobreza, corrija las desigualdades sociales y asegure una creciente calidad de vida para los pueblos. La propuesta del ALBA se suma al despertar de la conciencia expresada en la emergencia de un nuevo liderazgo político, económico, social y militar en América Latina y el Caribe; hoy más que nunca, conviene relanzar la unidad latinoamericana y caribeña.
El Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en su intervención en ALADI2 ha resumido el ideario del ALBA en los siguientes tópicos:
• Promover la lucha contra la pobreza
• Preservar la autonomía e identidad latinoamericana
• La transferencia de tecnología, la asistencia técnica
• La formación de recursos humanos
• Priorizar las empresas nacionales como proveedoras de los entes públicos
• Los acuerdos no podrán ser obstáculos a la difusión del progreso científico y tecnológico
• Enfrentar el abuso de los monopolios y oligopolios a través de eficaces mecanismos que aseguren una sana competencia
• Los inversionistas extranjeros no podrán demandar a los Estados por el manejo de monopolios estatales de interés público
• Trato especial y diferenciado a economías desiguales para abrir oportunidades a los más débiles
• Proceso de amplia participación social, que pueda caracterizarse como democrático
• Los derechos económicos, sociales, culturales y civiles serán interdependientes, indivisibles e irrenunciables
• Los intereses comerciales o de los inversionistas no podrán tener supremacía por encima de los derechos humanos y la soberanía de los Estados
• Supeditar el ALCA a los acuerdos sobre protección de derechos humanos, ambiente y género existentes
• Creación de Fondos de Convergencia Estructural para la corrección de asimetrías. 3
II. Principios rectores del ALBA
1. La integración neoliberal prioriza la liberalización del comercio y las inversiones, en cambio la Alternativa Bolivariana para América Latina (ALBA) es una propuesta que centra su atención en la lucha contra la pobreza y la exclusión social.
2. En la propuesta del ALBA se le otorga una importancia crucial a los derechos humanos, laborales y de la mujer, a la defensa del ambiente y a la integración física.
3. En el ALBA, la lucha contra las políticas proteccionistas y los ruinosos subsidios de los países industrializados no puede negar el derecho de los países pobres de proteger a sus campesinos y productores agrícolas.
4. Para los países pobres donde la actividad agrícola es fundamental, las condiciones de vida de millones de campesinos e indígenas se verían irreversiblemente afectadas si ocurre una inundación de bienes agrícolas importados, aún en los casos en los cuales no exista subsidio.
5. La producción agrícola es mucho más que la producción de una mercancía, es la base para preservar opciones culturales, es una forma de ocupación del territorio, define modalidades de relación con la naturaleza, tiene que ver directamente con la seguridad y autosuficiencia alimentaria. En estos países la agricultura es, más bien, un modo de vida y no puede ser tratado como cualquier otra actividad económica.
6. ALBA tiene que atacar los obstáculos a la integración desde su raíz, a saber:
a. La pobreza de la mayoría de la población;
b. Las profundas desigualdades y asimetrías entre países
c. Intercambio desigual y condiciones inequitativas de las relaciones internacionales
d. El peso de una deuda impagable
e. La imposición de las políticas de ajuste estructural del FMI y el BM y de las rígidas reglas de la OMC que socavan las bases de apoyo social y político.
f. Los obstáculos para tener acceso a la información, el conocimiento y la tecnología que se derivan de los actuales acuerdos de propiedad intelectual; y,
g. Prestar atención a los problemas que afectan la consolidación de una verdadera democracia, tales como la monopolización de los medios de comunicación social
7. Enfrentar la llamada Reforma del Estado que sólo llevó a brutales procesos de desregulación, privatización y desmontaje de las capacidades de gestión pública.
8. Como respuesta a la brutal disolución que éste sufrió durante más de una década de hegemonía neoliberal, se impone ahora el fortalecimiento del Estado con base en la participación del ciudadano en los asuntos públicos.
9. Hay que cuestionar la apología al libre comercio, como si sólo esto bastara para garantizar automáticamente el avance hacia mayores niveles de crecimiento y bienestar colectivo.
10. Sin una clara intervención del Estado dirigida a reducir las disparidades entre países, la libre competencia entre desiguales no puede conducir sino al fortalecimiento de los más fuertes en perjuicio de los más débiles.
11. Profundizar la integración latinoamericana requiere una agenda económica definida por los Estados soberanos, fuera de toda influencia nefasta de los organismos internacionales.
III. El ALBA en el Caribe
El ALBA adquiere una dimensión especial en el Caribe por la existencia de condiciones objetivas que permitirían avanzar rápidamente en el proceso de integración a través del desarrollo de un programa de cooperación integrado y consistente, orientado a construir las bases del desarrollo socioeconómico sostenible y la consolidación de una comunidad de naciones.
Destaquemos, entonces, que las propuestas del Alba para el Caribe no pretende entrar en conflicto con los acuerdos multilaterales o subregionales existentes, sino que, por el contrario deben ser asumidos como complementarios.
Por ello, las iniciativas deben mantener una visión sistémica e integradora, tomándose en cuenta la complejidad de los procesos y la inseparabilidad de las dimensiones política, social, económica, cultural, ambiental, de seguridad y soberanía de los pueblos del Caribe.
El Caribe es un reservorio de riquezas energéticas, acuícola y es rica en yacimientos de minerales estratégicos. Se trata de una región llamada a convertirse en una potencia turística mundial y de prestación de servicios marítimos por su ubicación geoestratégica.
Es asimismo, una zona de amplio y rico perfil cultural y étnico.
Por otro lado, la comunidad de naciones caribeñas ostentan un peso político importante en organismos multilaterales internacionales como la ONU y la OEA y que le valen una importante capacidad de negociación a la hora de la toma de decisiones.
Sin duda, todas estas capacidades se potenciarían en el marco de un proceso de integración como el que propone el ALBA.
El Caribe es un mercado relativamente pequeño, de 36.25 millones de habitantes. Sumando a la CARICOM (15,7 millones), Cuba (11.3 millones) y República Dominicana (9,1 millones): la región alcanza los 62,8 millones de habitantes, si incluimos a Venezuela; el PIB de la región alcanza los 80.000 MM USD de los cuales el 36.25% (28.000 MM USD) es aportado por los 15 países integrantes de la CARICOM y el restante 63.75% (52.000 MM USD) por Cuba y República Dominicana.
Encontramos desventajas en el hecho de que los países del Caribe han presentado siempre balanzas comerciales de bienes deficitarias y en la circunstancia de que el comercio intraregional es bajo por cuanto las exportaciones representan el 11.75% del total exportado y las importaciones el 5.15%. En efecto, el 71% de las exportaciones de la región, tienen como destino Norte América y Europa, sólo un 12% va a Centro América y un 4% a Sur América.
Los sectores que arrojan mayores índices de exportación son: productos minerales (Incluye petróleo y sus derivados), textiles, productos químicos, manufacturas diversas, bebidas, alimentos y metales comunes.
Debemos destacar que existen potencialidades de complementariedad y sustitución de importaciones provenientes de terceros países, por productos elaborados intraregionalmente, por cuanto existen sectores demandados que tienen producción intraregional, pero que son comercializados con terceros países.
Por las razones apuntadas, podemos concluir que existe un gran reto, así como amplias oportunidades para el desarrollo y la profundización del comercio intraregional, que permitiría llevar a cabo una sustitución eficiente de importaciones provenientes de terceros países, por productos de origen intraregional.
Sin duda, tal como hemos señalado los sectores correspondientes a “Productos Minerales”, “Metales Comunes” y “Turismo”, presentan una mayor potencialidad de desarrollo y complementariedad entre los países del Caribe debido a las ventajas comparativas aportadas por cada una de las partes.
En materia social también podemos afirmar que existen necesidades y metas comunes por cuanto todos los países de la región requieren contribuir al desarrollo de los niveles de la Educación Básica, complementar la primaria y superar las deficiencias en educación terciaria, la cual ha sido históricamente baja en el Caribe, así como los promedios de escolaridad.
La materia de salud, igualmente, reconoce desafíos comunes: el Caribe es la zona después de África Subsahariana mas afectada por el SIDA.
IV. Iniciativas del ALBA para el Caribe
Las iniciativas concretas en el marco del ALBA Caribe son las siguientes:
a. Lucha contra la pobreza y la exclusión social.
Organizar programas de Vivienda, Servicios Básicos (agua, electricidad y vialidad), Alfabetización, Salud. Diseñar el Plan de apoyo técnico y financiero para el desarrollo del Programa de Vivienda digna, tomado en cuenta las características etnoculturales de la región, así como establecer las bases del apoyo técnico y financiero para el suministro de los servicios básicos, fundamentalmente agua y electricidad, así como infraestructura vial y de atención primaria en el sector salud.
b. Plan conjunto en materia de seguridad alimentaria.
Implantar un plan conjunto de seguridad alimentaria a través de la elaboración de un marco normativo, que garantice las condiciones para el desarrollo de la producción y procesamiento de alimentos conforme a normas de correcta fabricación, análisis de riesgos y puntos de control crítico, así como el mercadeo y comercialización de productos alimenticios con bajos precios para la población de menos recursos de la región.
c. Desarrollo energético y minero
Adelantar iniciativas conjuntas para el desarrollo energético y minero a través la articulación de cadenas de agregación de valor integradas, que agreguen valor a las materias primas e impulsen el desarrollo endógeno en la región con base en la innovación tecnológica, con el propósito de lograr la soberanía productiva. Levantar un mapa minero metalúrgico del Caribe y estudio de sus potencialidades industriales, como base de un plan estratégico minero de la región. Implementar estrategias conjuntas de mercadeo y reingeniería de los medios logísticos para el transporte, almacenaje y distribución de crudos y productos en la región caribeña. Ampliar las opciones de energía primaria en el Caribe con énfasis en el gas natural. Establecer las bases para la creación de un Fondo de Desarrollo Minero orientado a la asistencia técnica, financiera e investigación y desarrollo científico y tecnológico del sector
d. Portafolio de inversiones integrado
Diseñar y promover un portafolio de inversiones orientado a construir las cadenas industriales integradas de agregación de valor de las materias primas.
e. Intercambio Académico y Cultural
Aunar esfuerzos para ampliar el radio de de acción de la Universidad del Caribe, a través de la apertura de Sedes en otros países de la región. Incentivar los esfuerzos de intercambio cultural entre nuestros Países con miras a fortalecer los vínculos históricos y culturales. Establecer alianzas estratégicas orientadas a la formación de recursos humanos en diversos sectores, aprovechando y compartiendo las capacidades y potencialidades comunes en el sector.
f. Turismo
Compartir las experiencias y desarrollos alcanzados por la industria turística en la región, para sentar las bases de una gestión integrada aprovechando las ventajas y capacidades propias de cada país. Establecer alianzas estratégicas orientadas a la formación de recursos humanos en el sector turismo, al desarrollo de la infraestructura de transporte y logística en general y a la constitución de una línea aérea regional caribeña con vista a la construcción de una capacidad turística en la región. Explorar la formación de una iniciativa de integración, a través del servicio de la gestión, promoción, certificación, logística y comercialización de los servicios turísticos en el Caribe.
g. Conservación ambiental.
Elaborar programas conjuntos de conservación, vigilancia y monitoreo de los ecosistemas. Así como promover el establecimiento de sistemas de apoyo a la gestión ambiental comunitaria y la formación de recursos humanos en esta materia.
h. Mercado regional caribeño.
Desarrollar programa de incentivos de apoyo al productor y al consumidor, tributarios, financiamiento y acceso al crédito, garantías, promoción, inteligencia de mercado, facilitación del comercio, infraestructura de apoyo a la producción, establecimiento de circuitos productivos basados en el desarrollo endógeno. Nuevo Programa de incentivos.
i. Prevención y gestión de desastres.
Construcción de un sistema de prevención y gestión de desastres en la región, mediante el establecimiento de un sistema de monitoreo y de acción conjunta.
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NOTAS:
1 Instalación de la V Asamblea General de la Confederación Parlamentaria de las Américas el 25 de Noviembre de 2003
2 Chávez, Hugo. De la Integración Neoliberal a la Alternativa Bolivariana para América Latina. Principios rectores del ALBA. ALADI, Montevideo, 16 de agosto de 2003.
3 FUENTE: Bancoex. Propuesta Programa Cultural Educativo del ALBA: