Y tras el descalabro de la coalición ¿qué sigue?

¿Cuáles son los factores que, de modo privilegiado, influyen en los resultados de las elecciones presidenciales y legislativas en Costa Rica? Me parece que son principalmente dos: las dimensiones y sofisticación del aparato mediático y propagandístico en que se apoye cada partido y, además, la propia maquinaria electoral que éste posea. Lo primero genera un clima emocional que propicia la adhesión a una figura política particular y a unos colores. Lo segundo permite mover a la masa votante e inducirla a favorecer una determinada opción.

En lo fundamental, así funciona la democracia costarricense, y ello determina en alto grado su calidad. Quiero decir, su declinante y cada vez más defectuosa calidad. Se trata básicamente de un enorme artificio mediático, un show gigantesco y oneroso y un ejercicio de manipulación sistemática. El viejo bipartidismo PLN-PUSC (PLUSC) consolidó ese estilo. Pasados los años, el PLN ha crecido como maestro indiscutible de tan deplorable arte. Hoy, cuando se puja por resucitar el bipartidismo, de seguro nos abocamos a una campaña electoral donde esos dos corruptos partidos tradicionales se afanarán por sacar todo su repertorio de mañas y desplegar a plenitud sus talentos histriónicos, de manipulación y compra de conciencias.

En ese contexto ¿qué posibilidades le quedan a los partidos que intentan ser una alternativa al neoliberalismo? Son principalmente dos: el PAC y el Frente Amplio. Quizá también (pero solo quizá) el que lidera José Miguel Corrales.

Sabemos que por muchos meses se habló de coalición, y que hubo gente, en su mayoría externa a los partidos, que se comprometió en serio con la idea. Es igualmente conocido que a los partidos, de diferentes modos y por variadas razones, les faltó la dosis necesaria de decisión para hacer realidad la idea. Uno se atrasó en decidir sus procesos internos; otro los hizo muy a tiempo pero por larguísimos meses dudó en apoyar la coalición. En el primero al cabo predominó la corriente conservadora y tradicionalista, reacia al diálogo y la colaboración con fuerzas políticas y ciudadanas críticas y alternativas. En el segundo se impuso el cálculo electoral. Y así sucesivamente.

Somos reos de la ley: en Costa Rica no hay candidaturas ni participación en las elecciones –como tampoco coalición- si no es por medio de los partidos. En rigor, éstos no quisieron. El resto de la historia –y su desenlace- es bien conocido.

Algún día habrá que investigar en serio qué hay detrás de este tipo de comportamientos autodestructivos. Uno puede suponer que influyen factores diversos. En parte, es posible que pesen algunas herencias: unas ancladas en una visión tradicional y conservadora y otras tributarias de un izquierdismo de viejo cuño, triunfalista y nada dialógico. Pero quizá también haya algo, medio problemático, en la siquis colectiva de estos sectores políticos.

Ahora cada quien enfrentará el proceso eleccionario por su cuenta ¿tienen capacidad para competir con la plataforma mediática y propagandística y el aparato partidario del PLN y, en menor grado, el del PUSC? La respuesta es obvia: no poseen el dinero para sostener campañas publicitarias competitivas, ni siquiera si estas fuesen inspiradas por la idea de compartir propuestas y convocar a lo mejor de la sensibilidad ciudadana. Tampoco poseen una organización partidaria que permita movilizar a las masas de votantes. Creo que, dichosamente, no tienen la voluntad de manipulación de conciencias que son características de los partidos tradicionales, pero tampoco poseen mecanismos alternativos que, de forma respetuosa e inteligente, pero también eficaz, hagan un ejercicio de persuasión que atraiga una cuota significativa de votos.

En breve: los partidos alternativos al neoliberalismo están colocados en posición débil y desventajosa. Todavía podrían tener a su favor el agudo desprestigio que arrastra el gobierno de Chinchilla, y que podría perjudicar al candidato liberacionista. Pero dadas las condiciones a que he hecho referencia, es probable que ello beneficie al PUSC antes que a estos partidos.

Aún podría recurrirse a la opción de tejer alguna forma de alianza, pero esta no sería más que un remiendo mal puesto sobre un roto demasiado ostentoso para poder ser disimulado. Si cada quien va por su lado con sus propias candidaturas, ya no se ve por donde sanar la dispersión y unificar lo que fue trozado a tijeretazos.

¿Habría hecho alguna diferencia la coalición? Posiblemente sí, pero no tanto por lo que suma sino principalmente por las potencialidades que pudo haber despertado. Se habrían sumado los modestos recursos de varios partidos, como también el más o menos interesante atractivo de sus diversos candidatos y candidatas. Pero había mucho más que eso, y para tener idea de lo que ello significa, es preciso tener en cuenta la expectativa que había en las diversas organizaciones y expresiones ciudadanas independientes y el ansia con que éstas esperaban la coalición. En cambio, el anuncio de que se cancelaban los esfuerzos de coalición causó dolor y desánimo.

La coalición partidaria posiblemente habría gatillado la movilización ciudadana y su involucramiento activo. Por ello mismo tiene sentido pensar que el fracaso de la coalición tendría el efecto contrario. Porque la decepción produce desconfianza y la frustración propicia el inmovilismo. Y eso, justo eso, propiciaron los partidos, por su incapacidad para gestar la coalición.

Me parece, pues, que los partidos se quedaron solos. Es decir, librados a sus modestas posibilidades. En el mejor de los casos, la oposición ciudadana al neoliberalismo repartirá sus votos entre esos partidos, pero nada más que eso. No se movilizará con lo que, correlativamente, disminuirá la capacidad de esos partidos para hacerse audible entre la gran masa electoral poco educada políticamente. Ésta, de por sí muy vulnerable a los mecanismos de publicidad y manipulación a que recurren los partidos tradicionales, quedará a merced, y prácticamente inerme, frente a esos poderosos aparatos de compra de votos.

No puedo ser optimista, pero sí deseo de corazón estar equivocado.

Algunas consideraciones acerca de la situación actual de ANEP

Estimadas compañeras y estimados compañeros:

1- Respetuosos saludos. Considerando que el pasado viernes 19 de julio de 2013, la actual Junta Directiva Nacional (JDN), de nuestra querida ANEP, definió que la Asamblea General Nacional Ordinaria de Fin de Período, misma que (entre otros aspectos), elegirá la nueva dirección nacional de la agrupación para el cuatrienio (2013-2017), se celebre el día viernes 6 de setiembre de 2013; nos pareció necesario compartirles algunas consideraciones en torno a la misma y, en lo general, sobre la actual coyuntura que está viviendo la organización.

2- Que tal evento lleve el nombre de don William Vargas Gómez, ya fallecido, es un reconocimiento a una persona costarricense empresaria que desde su consorcio periodístico, el Grupo Extra, le abrió las puertas, de par en par, a las diferentes expresiones organizadas de la sociedad civil costarricense; particularmente a los movimientos sociales y, en lo específico, a los sindicatos.

3- Como nos consta, nuestra querida ANEP se ha beneficiado mucho con esta política del Grupo Extra, particularmente de Diario Extra, de practicar una libertad de expresión real, a diferencia de varios de los latifundios mediáticos nacionales que responden a los intereses oligárquico-neoliberales que hegemonizan el rumbo del país. Don William abrió una senda que su descendencia está continuando, particularmente su distinguida hija y actual gestora del consorcio, la señora Iary Gómez.

4- En el caso de nuestra querida ANEP, nos aproximamos a los 600 artículos semanales (que empezaron a publicarse a partir del 8 de mayo de 2002), mismos que aparecen en la página de opinión de Diario Extra (sin la más absoluta censura); y, en el caso de La Prensa Libre, vamos por el sétimo. Nuestro compañero Directivo Nacional, Máinor Anchía Angulo, también ha visto publicada en el Diario Extra su producción intelectual en el tema de Seguridad Ciudadana; y, es imposible cuantificar cuántas han sido las notas de la actividad de la agrupación que se han publicado en este consorcio empresarial-periodístico, reportando nuestras posiciones, acciones, manifestaciones de todo tipo, etc.

5- Como es lógico suponer y dadas las circunstancias en que nos encontramos, no faltará alguna posición histérico-sectaria de corte energuménico, que nos critique por tal decisión, considerando que se trata de un sindicato que le dedica su máximo evento a un empresario. Bueno, recuerden que venimos rompiendo tabúes de múltiples formas; y, quien crea que esto es una “afrenta” a una posición clasista, en verdad no ha entendido nada de la lógica de la dialéctica.

6- Nuestro máximo evento debe ser sumamente exitoso. De impacto. Téngase presente que habrá otro similar pero hasta el 2017. Los y las asambleístas que se hagan presentes deben ser bien atendidos, deben sentirse bien tratados, deben quedarse satisfechos, en grado sumo. No importa que no simpaticen con nuestro pensamiento. Tengamos presente que algunos y algunas asambleístas que, supuestamente, no nos apoyarían, sería porque han sido víctimas de engaños, triquiñuelas, manipulaciones, infamias. La ANEP es la ANEP y no porque el tumor canceroso del extremismo difamante haya permeado el pensamiento de alguna parte (por fortuna, dichosamente pequeña) de nuestra membrecía, jamás debe ser ésta objeto de mal trato y/o de algún tipo de discriminación.

7- Tenemos plena seguridad de que la organización para tal evento, en sus diversas facetas, será sumamente exitosa; habida cuenta de la experiencia que tenemos en organizar eventos de gran magnitud porque partimos de un elemento fundamental: cooperación solidaria absoluta entre todos y todas los que estamos constantemente involucrados en el soporte cotidiano de sostener a una agrupación de la magnitud de la ANEP de hoy.

8- Aquí queremos detenernos para hacer un gran énfasis, un vehemente llamado, una apelación suprema, a nuestra máxima unidad; a la mayor solidaridad intergrupal, a la máxima construcción organizativa colectiva para sacar avante tan gigantesca tarea. Un llamado a la mayor tolerancia, a la más honesta franqueza, a la crítica constructiva y al señalamiento del error desde posiciones positivas; a darnos las manos fuertemente para enfrentar este desafío, tanto en lo organizativo como en lo político.

9- Mejoremos profundamente la comunicación en cada momento, busquemos los reencuentros necesarios y apuntemos todos y todas en una única dirección: el triunfo en la tarea. Hoy estamos en mejores condiciones para un trabajo altamente fraterno y altamente sororario, luego de la defecación política que tuvo la organización (la cuarta en su historia de ya casi 56 años). Liberados ya del material excretable que por naturaleza los organismos vivos desechan y expulsan (y ANEP es un organismo social totalmente vivo); hacemos el más grande llamado a la eficiencia, a la eficacia, al mayor aprovechamiento del tiempo, a la más perfecta organización, para que consolidemos, definitivamente, la hegemonía triunfante instaurada hace dos años, en plena fraternidad y sororidad. También es necesario hacer un llamado para la racionalización en el uso de los recursos (sobre todo los financieros), para enfrentar los altos costos de la asamblea del 6 de setiembre.

10- Todos estos elementos apuntados anteriormente, resultan imprescindibles para nuestro fortalecimiento grupal, político, organizativo y psicoemocional. Son fundamentales de que los comprendamos y que los apliquemos en nuestras relaciones humanas, laborales y socioafectivas y, repetimos, con actitudes sinceras y transparentes de fraternidad y de sororidad.

11- Sabemos que las personas “dirigentes” que nos adversan tienen, como comportamiento político característico, lo que podemos llamar el “violentismo”: una combinación de diversas formas de violencia contra quienes no pensamos igual: la violencia física, la violencia verbal, la violencia de la palabra escrita, la violencia expresivo-corporal, la violencia mediática; todo “condimentado” con dosis de infamia, de injuria, de calumnia, de difamación.

12- Esta naturaleza de corte violentista, más la impotencia que les da saber que son una minoría sectaria dentro del anepismo, les lleva a actuar sin escrúpulos en su perverso pero vano afán de desprestigiar a la organización y a la inútil pretensión de desacreditar a su dirigencia. Nada más oportuno para esta gente que la provocación que nos hacen, casi a diario, sea atendida por nosotros y por nosotros; no solamente para ver si les damos una “estatura” política que no tienen, sino para lograr sonoridad. Al rato, y pese a la infamia de su proceder, podría ser conveniente que “existan” como una especie de oposición “folclórica” en el seno del anepismo auténtico, el de corazón, pues la derrota electoral que se les avecina (otra más), no hará más que dar un aporte adicional a la legitimación del camino que venimos recorriendo.

13- Evidentemente estamos en un escenario difícil, sociopolítica y sindicalmente hablando. Las posiciones que venimos defendiendo han generado una gran iracundia, rayana en lo irracional en algunos casos, a lo interno del mundillo sindical tico. Recordemos cuáles son algunas de las cosas que la ANEP ha venido planteando y que ha generado tanta controversia. Por ejemplo: a) El “desenganche”; b) la Reforma Procesal Laboral (RPL); c) Las “Diez medidas para comenzar a ordenar la Caja”; d) la reiterada tesis de la independencia de la ANEP con respecto a todos los partidos políticos (aunque queda suficiente espacio para coincidir, con algunos de ellos, ante planteamientos compartidos en específicas coyunturas, según el objetivo estratégico actualmente vigente); e) las propuestas en el ámbito tributario-fiscal; f) nuestra creencia en la importancia del Diálogo Social.

14- Además, generamos hilaridad (por decir lo menos), cuando planteamos las fuentes de nuestro pensamiento político-sindical: coger los principales elementos de aquellas filosofías políticas que han indicado reivindicar a la clase trabajadora, en general y desde distintas perspectivas ideológicas: 1) El Socialismo Científico y la interpretación de la contradicción principal de la sociedad: el capital vs. el trabajo. 2) La Socialdemocracia Clásica y su expresión concreta en el modelo nórdico, por ejemplo. 3) El Humanismo Cristiano y, específicamente, los contenidos centrales de la Teología de la Liberación.

15- Además, creemos en la recuperación y el redimensionamiento histórico-concreto en la Costa Rica de hoy, de las mejores herencias político-intelectuales y sociales de una serie de costarricenses de antaño que, partiendo de esas creencias filosófico-políticas e ideológico-partidistas, apuntaron hacia un mismo blanco: la promoción del bien común. Nos inspiran las mejores ideas de gente de antaño (sin orden cronológico alguno) como Juan Rafael Mora Porras, Félix Arcadio Monge Montero, Carlos Luis Fallas Sibaja (Calufa), Manuel Mora Valverde, Arnoldo Ferrero Segura, Joaquín García Monge, Omar Dengo Obregón, Vicente Sáenz Llorente, Jorge Volio Jiménez, José Figueres Ferrer, Rafael Ángel Calderón Guardia, Víctor Manuel Sanabria Martínez, Rodrigo Facio Brenes, Daniel Oduber Quirós, Enrique Obregón Valverde; María Isabel Carvajal Castro, (Carmen Lyra), Emilia Prieto Tugores, María Eugenia Dengo Obregón, Haydée Gómez Cascante, Ana Gabriela Ross González, Hilda Chen Apuy, Alicia Albertazzi… Por supuesto que hay más hombres y mujeres de este calibre que nos dejaron una impresionante herencia idiosincrática, cultural e institucional de la que debemos sentirnos orgullosos.

16- Recordemos que con base en estas posiciones, elaboramos un planteamiento denominado “Sindicalismo Ciudadano”, como una propuesta de acción para “El sindicalismo en tiempos de TLC’s”, y también un posicionamiento ético, “Sindicalismo Rebelde”; lanzados ambos con ocasión de la celebración del cincuentenario de la ANEP, en el 2008. Todo esto ha generado que ciertos detractores, con el manual de la ortodoxia como guía, alimenten su ataque a la agrupación; tanto como les molesta el éxito de la organización en cuanto a su proyección a través de la prensa nacional (e, incluso, internacional, en algunas ocasiones), lo que les ha generado una gran envidia al borde de la insania, dado que no pueden competir con ANEP al respecto.

17- Por otra parte y aunque va a sonar a pedantería, pero debemos tener bien justipreciada la autoestima de la organización: somos la corriente sindical que más propuesta de país alternativo ha generado en Costa Rica, en los últimos años. Podemos estar equivocados; podemos estar “volados”; pero jamás hemos renunciado a la utopía y la hemos materializado en documentos, puntuales y generales. Hemos concitado grandes apoyos intelectuales y académicos desinteresados a lo largo de todos estos años, porque nos despojamos del sectarismo, del sesgo “vanguardista”; porque entendimos que los marcos estrechos de un sindicalismo excesivamente gremial-corporativista, no daban para construcciones sociales y ciudadanas de más amplia base.

18- Mientras a algunos de nuestros principales detractores de hoy, su mediocridad intelectual les llevó siempre al planteamiento consignero, panfletario, esquematista, sectarista; nuestra ANEP fue capaz, junto a una amplia gama de organizaciones socioproductivas y sindicales diversas, de generar planteamientos como la Tercera República, la propuesta CRISOL (Por una Costa Rica inclusiva y solidaria), las “Diez medidas para enfrentar la crisis económica con inclusión social y productiva”, las _“Diez medidas para comenzar a ordenar la Caja”_…

19- En lo puntual, destacan la Política Nacional de Empleo; la Propuesta de Fomento de la Producción Social, Laboral y Ambientalmente Limpia; la Propuesta para el desarrollo de la infraestructura social de cuido; la Propuesta para la regulación del tema laboral en las negociaciones comerciales; la Propuesta de Financiamiento de la Maternidad en el Empleo; la Propuesta para incluir el concepto de incentivo por productividad en las negociaciones colectivas del Sector Público; la Propuesta para un Pacto Fiscal; etc., etc.

20- En otro orden de cosas, fuimos los que acuñamos el término “Democracia de la Calle” y, en lo específico, “Referéndum de la Calle”. Surgieron en el marco de la lucha contra el combo ICE y contra el TLC con los Estados Unidos; conceptos que tuvieron la más extraordinaria expresión (en este último caso), en aquel memorable y emocionante domingo 30 de setiembre de 2007, ocho días antes del “frauduréndum”. Seguimos creyendo en el Poder de la Calle en la Democracia de la Calle. Tan solo en los últimos doce meses, hemos realizado 26 movimientos de protesta de calle en sus diversas acepciones (agregando las tres últimos: Municipalidad de Santa Ana, MAG-INTA Estación Experimental Los Diamantes, y Servicio de Nutrición del Hospital Nacional de Niños).

21- Evidentemente, nuestra organización ha impactado en todos estos años, en el devenir sociopolítico-nacional. Admiradores y detractores lo reconocen. Si no fuera así, en este último caso (el de los detractores), no estaríamos notando la naturaleza del ataque que se nos ha estado haciendo por nuestras posiciones; ataques que, curiosamente, muestran una “peculiar” alianza de tránsfugas, violentistas, “anarkids”, nostálgicos del bloque soviético; marxistoides que ignoran la esencia profunda del Materialismo Dialéctico y el Materialismo Histórico en función de la construcción de la nacionalidad costarricense; elementos sectarios y dogmáticos que no tienen ni la menor idea de cómo aplicar eso de que “el marxismo es una guía para la acción”, no un manual de ortodoxia eclesial; extremistas de “izquierda” que están unidos con las fracciones más derechistas del empresariado capitalista nacional de corte neoliberal (el bananero-piñero, en el caso de la RPL). Toda una colección de especímenes “políticos” en “santa cruzada unitaria”, diz que ideológica, contra una ANEP en pujanza. Muchos de ellos, por cierto, bien acomodaditos en las universidades públicas y en el aparato del Estado “burgués”; es decir, bien sistémicos y con el bolsillo a la derecha.

22- ¿Errores? ¡Claro que los hemos cometido! Evidentemente nos falta una autocrítica más reflexionada para formulaciones correctivas de más fondo, más reales y efectivas. En varios ámbitos, hemos pecado de soberbia y vanidad; así como de autosuficiencia y de menosprecio. Lamentamos mucho que hayamos incurrido en ello. Especialmente, en el ámbito de construcción de algunas alianzas intersindicales con carácter estratégico nos ha faltado el tino necesario. Igualmente, nos falta mucho por andar para coaliciones ciudadanas de mayor vocación de poder, más allá de grandes eventos puntuales de alcance nacional a los que, con humildad, aportamos: Riteve, combo ICE, TLC con EUA (entre otros)… Como seguidores de Gramsci y de Rauber (entre otros notables pensadores), de lo poco que de ambos hemos leído, es muy poco lo que de ambos hemos materializado; aunque estimamos que esa es la ruta de mayor posibilidad de aportación para ayudar a la construcción de la nueva hegemonía estratégica que ocupa nuestra querida Patria en estos momentos.

23- Sin embargo, no es aceptable, bajo ninguna circunstancia, que la difamación, la calumnia, la injuria, la infamia, la mentira más soez y vulgar, la invasión a la intimidad y otras especies de ralea igual o peor, sean las armas para debatir sobre la unidad sindical nacional. Cuando se acuden a estos sucios expedientes, lo que queda en evidencia es una gran dosis de pobreza intelectual, de debilidad argumental; de envida, de odio, de resentimiento, de impotencia; adicionado con actitudes de una liturgia de la ortodoxia sacada del manual ideológico que indica que quien piensa distinto al mismo, es “traidor”, “vendido” y otros términos generados de una misma hediondez y podredumbre mental.

24- Finalmente, expresamos nuestra más firme decisión de luchar contra toda esta adversidad. Confesamos que en algunos momentos la tristeza nos ha invadido ante tanta maldad “política” y ante la constatación de cuál es la naturaleza profunda de las más bajas pasiones humanas como el dio, la envidia y el resentimiento. Confesamos que hemos estado sobrevalorando esos sentimientos y a las personas que los expresan; invisibilizando la amplia gama de personas honestas, trabajadoras, transparentes y sinceras que, de manera abrumadora, han creído y siguen creyendo en lo que hacemos y en lo que impulsamos. Nunca pensamos que tanta bondad y tanta lealtad fuera posible acumularse alrededor de una causa limpia, con errores sí, pero limpia. Impresionante la constatación de la adhesión que tenemos por parte de la abrumadora mayoría de compañeros y de compañeras anepistas con posiciones dirigentes en las más de 100 seccionales de la ANEP de hoy; de la confianza que genera el rumbo actual de la agrupación entre la dirigencia de base, entre los delegados y entre las delegadas; entre agrupaciones sociales y sindicales de diversa naturaleza; entre grupos organizados de una ciudadanía activa en constante inquietud cuestionadora y movilizadora; etc. Así las cosas, con la frente más erguida que antes, ¡¡¡vamos con todo!!! Primero sacamos adelante el evento del 6 de setiembre y luego nos vamos a materializar este gran sueño: el IX Congreso Ideológico de la ANEP “Félix Arcadio Monge Montero”.

25- Bendiciones para todos y para todas. A este nivel escrito, será nuestra única referencia a estos temas. Gracias infinitas por, al menos, leer estas consideraciones planteadas con toda sinceridad. Pudimos haber escrito mucho más, pero por ahora es suficiente. Perdonen la inmodestia pero es que quisiéramos escribir tanto de lo que nos ha venido pasando; pero, eso sí, ¡en el plano de lo positivo!, de lo que estamos viendo crecer, de la belleza de las manifestaciones de confianza obrera y ciudadana que venimos recibiendo. Lo demás lo dialogaremos en los diversos espacios organizacionales de que disponemos. Nuevamente, ¡gracias!

Retahila por visita de Laura a Guanacaste

Laura va para Guanacaste
a la fiesta de la anexión,
Donde la van a recibir
con una gran manifestación.

Durante la campaña
Hizo varias promesas,
Pero el pueblo Guanacasteco
Sigue en la pobreza.

No ha cumplido nada
De lo prometido,
es por eso que el pueblo
esta enardecido.

Le quiere reclamar
durante la celebración,
que no ha cumplido las promesas
que le hizo a la población.

Que hay varias carreteras
que están sin pavimentar,
y el hospital de Nicoya
está a punto de colapsar.

No han cumplido nada
esa es la conclusión,
y el pueblo necesita
una explicación.

Pero como no tienen
nada que decir,
Salen con una hablada
que pretende confundir.

Dicen que es el Frente Amplio
El que organiza la manifestación,
poniendo en entredicho
la capacidad de la población.

Gente inteligente
que es capaz de pensar,
y ante los incumplimientos
también puede protestar.

Es el partido de Nicoya
que se anexo por su voluntad,
y que quiere que la presidenta
le diga la verdad.

Sindicalismo Ciudadano

En nuestro comentario anterior, “Socialdemócrata cristiano de izquierda”, planteamos que la acción sindical en la que creemos tiene tres fuentes de inspiración si nos atenemos a grandes filosofías políticas y a lo mejor de éstas en cuanto al fomento del desarrollo de la clase trabajadora, en su lucha por la liberación total: a) El Socialismo Científico; b) la Socialdemocracia Clásica; y 3) el Humanismo Cristiano.

La construcción de lo que conocemos como la nacionalidad costarricense y nuestra peculiar idiosincrasia como nación, a cargo de los grandes hombres y las grandes mujeres de antaño y que nos heredaron lo que hoy somos, pese a todos los problemas que enfrentamos, fue producto de esa diversidad de pensamiento. El sindicalismo que impulsamos es con base en todo esto. Le hemos denominado “Sindicalismo Ciudadano”.

Para nosotros, el Sindicalismo Ciudadano es: a) el involucramiento comprometido y activo de las diferentes personas integrantes de la organización sindical que se insertan en la vida social activa de sus comunidades; b) a lo interno de sus diversas expresiones organizativas ya creadas (o fomentando su creación); c) generando la construcción y el desarrollo de una corriente de pensamiento y de una práctica política que garantice el compromiso del Estado con la ciudadanía en cuanto a la provisión de la serie de servicios públicos imprescindibles para el bienestar colectivo; y, d) a la vez, incentivando, desde la perspectiva sindical, la acción ciudadana para mayores conquistas en cuanto a derechos civiles, políticos, sociales, económicos y culturales; e) aportando así para la construcción de la nueva hegemonía política restauradora de la promoción del bien común como norma fundamental de la convivencia social.

Por eso estamos colisionando con otro tipo de sindicalismo que, por una parte, es practicado por nostálgicos de la era soviética y por elementos extremistas de izquierda que juegan muy bien a favor de la derecha política de signo neoliberal.

El caso de lo que pasa con la Reforma Procesal Laboral (RPL), es emblemático de cómo ambos extremos se juntan para impedir el bienestar de la clase trabajadora en cuanto a derechos organizacionales.

Por otra parte, se impulsan modelos sindicales altamente corporativos, de naturaleza gremial esencialmente que, por ejemplo, impulsan huelgas capaces de dejar sin comida a los pacientes de un hospital, pese a un discurso supuestamente “revolucionario”.

En ambos casos, se acude mucho a la infamia, a la calumnia, a la denigración, a la injuria, dizque en defensa de sus posiciones. Particularmente en el primer caso, el de los nostálgicos de la era soviética, el totalitarismo es evidente cuando se trata de la convivencia en medio de la diversidad sindical. Nadie se puede salir de esa “línea”, so pena de ser acusado de “traidor”.

Hemos de seguir en la defensa de nuestras convicciones dentro del movimiento sindical costarricense, pase lo que pase.

Homenaje a 12 años de la muerte de Parmenio

A 12 años del asesinato del periodista Parmenio Medina, y ante el incremento de la represión contra el movimiento popular, en el ejercicio de su derecho a la Libre Expresión, la denuncia, la movilización y la protesta social en demanda y exigiendo el cumplimiento de sus derechos fundamentales; abrazamos su memoria, su amor por la vida y su pedagogía de la palabra.

Más información en el sitio:

https://www.facebook.com/homenaje.parmenio

Todo listo para la Asamblea de Medio Periodo

ASAMBLEA GENERAL NACIONAL ORDINARIA DE MEDIO PERÍODO, 2011-2013, misma que tendrá lugar este sábado 22 de junio de 2013.

LUGAR: Salón “Fiesta Latina”, ubicado en el Centro Comercial El Pueblo, inmediaciones de la sede central del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Barrio Tournón, entrando a la comunidad de Calle Blancos, Goicoechea.

HORA: La Primera Convocatoria se hará a las 11 de la mañana (habrá almuerzo para quienes estén en ese momento). Si a esa hora no hay quorum legal-estatutario, se propondrá moción para que a las 12 mediodía, se dé la Segunda Convocatoria. Si pasa lo mismo (no está el quorum obligado), los y las asambleístas conocerán de una moción para que a las 13 horas, 1 de la tarde, se dé la Tercera Convocatoria, la definitiva.

PROPUESTA DE AGENDA: 1) Registro y entrega documental. 2) Himno Nacional y palabras de bienvenida. 3) Reglamento de Debates y de Disciplina. 4) Informe de Labores de la Junta Directiva Nacional (JDN), saliente, período 2011-2013. 5) Informe de Finanzas y Administración. 6) Informe de la Fiscalía General. 7) Elección del Órgano Fiscal. 8) Elección de la Comisión Electoral. 9) Mociones varias. 10) Actividad social

Alianza de Redes Ambientales construirá agenda ambiental

Este jueves 30 de mayo, en el Salón de Ex Presidentes de la Asamblea Legislativa, se lanzó la Alianza de Redes Ambientales (ARA), en presencia de más de 100 participantes; entre los que se contabilizaron diputados, precandidatos presidenciales y representantes de la sociedad civil y otras organizaciones.
ARA prometió trabajar como un bloque propositivo e integrador, que tendrá como primer producto una agenda ambiental que se presentará al país y a los candidatos presidenciales en noviembre.

El surgimiento de ARA se enmarca en una época histórica para los movimientos sociales y ambientales en el país quienes, por separado, han desarrollado exitosos procesos en defensa del ambiente. Tal es el caso de Crucitas y la posterior prohibición de la minería a cielo abierto en Costa Rica; la Declaratoria de casi 60 municipios como territorios libres de transgénicos; la aprobación de la nueva Ley de Vida Silvestre y la prohibición de la cacería deportiva; la propuesta de ley de recursos hídricos por iniciativa popular, la defensa de los recursos hídricos contra las multinacionales piñeras y turísticas; y muchas otras más que se verán potenciados con esta Alianza.

“Tenemos un cronograma de talleres de consulta a nivel nacional. Iremos a las comunidades a recoger sus problemas, escuchar sus propuestas de solución y les brindaremos mecanismos para permanecer en contacto constante, con el fin de trabajar juntos en el seguimiento y soluciones”, manifestó Heidy Murillo, representante de ARA.

La actividad de lanzamiento reunió en un panel las perspectivas de Henry Mora, economista de la Universidad Nacional; Leonardo Merino, coordinador del capítulo ambiental del programa Estado de la Nación y Yamileth Astorga, coordinadora del programa de Gestión Ambiental Integral de la Universidad de Costa Rica; acerca de la actualidad ambiental en el país.

“Hemos actuado por casi 25 años como redes independientes; con poca coordinación entre sí. Con ARA nos fortalecemos y damos un giro propositivo al movimiento ambiental para propulsar acuerdos y propuestas en conjunto; no sólo para ponerlos en la mesa sino para darles seguimiento”, agregó Vanessa Dubois, también representante de la Alianza.

Cronograma de talleres consultivos

Los talleres de ARA se llevarán a cabo en todo el país, desde junio hasta agosto. La Alianza invita a organizaciones de toda índole y a la sociedad civil a participar. Los siete temas a abordar en los talleres son: Agua, marino costero, soberanía alimentaria, cambio climático, industria extractiva, biodiversidad y ambiente urbano.

FECHA DEL TALLER

5 de junio: Zona Norte

14 de junio: Valle Central Este (Cartago, Orosi, Turrialba y Paraíso)

28, 29 y 30 de junio: Guanacaste Norte (Liberia) y Sur (Nicoya)

19,20 y 21 de julio: Caribe Norte y Caribe Centro-Sur

27 de julio: Valle Central Occidente

9, 10 y 11 de agosto: Pérez Zeledón, Zona Sur y Pacífico Central

23 y 24 de agosto: Gran Área Metropolitana

Los ejes de ARA

La nueva alianza ambiental de Costa Rica recolectará los problemas comunitarios en siete temas fundamentales; para construir una agenda que se entregará a los candidatos presidenciales:

1. Agua.
2. Marino costero.
3. Soberanía alimentaria.
4. Cambio climático.
5. Industria extractiva.
6. Biodiversidad.
7. Ambiente urbano.

Las agrupaciones que conforman ARA son: Alianza Nacional en Defensa del Agua (ANDA), Encuentro Bajo la Ceiba, Federación Costarricense para la Conservación del Ambiente (FECON) y Red Centroamericana de Acción del agua – CR (FANCA). Promueven desde ya la participación de la sociedad civil y otras organizaciones similares, a nivel nacional e internacional.

¿Transformaciones en riesgo?

La convocatoria se realizó en el salón de presidentes del edificio Mercosur, en Montevideo, Uruguay, y contó con la participación de Luís Inácio Lula da Silva, expresidente de Brasil, José Pepe Mujica, Presidente de Uruguay y Víctor Báez, Secretario General de la Confederación de Trabajadores de las Américas (CSA).

El evento – debate, realizado el 4 de abril de 2013, fue acompañado por más de 500 personas, entre sindicalistas internacionales, autoridades del Gobierno uruguayo, representantes de partidos de izquierda y diplomáticos de varios países.

La Corrupción en los Genes

Cuando se hizo público que la presidenta Laura Chinchilla había viajado a Perú en un jet privado, al parecer prestado por una compañía transnacional vinculada al negocio del gas y el petróleo, tanto ella como su ministro de información, señor Chacón, insistieron que en esto no había ningún conflicto de interés. Conocemos muy bien las justificaciones que ofrecieron, por lo que no los repetiré aquí. Lo simpático de la cuestión –realmente sintomático- es constatar que ni la presidenta ni su ministro, parecían percibir nada irregular en el hecho de pedir y recibir dádivas por parte de empresas o sujetos privados. Luego la cosa cambió, al descubrirse lo del tipo vinculado al narco, pero ya esa es otra historia.

El tema me recordó a cierta coordinadora de una maestría en propiedad intelectual en una universidad pública. En cierto momento se hizo público que algunas tesis de graduación de los estudiantes de esa maestría, recibían financiamiento por parte de una poderosa farmacéutica transnacional que, como todas las de su especie, tiene supremo interés en fortalecer los barrotes de la propiedad intelectual sobre medicamentos. La señora del cuento –notable abogada- sostuvo y afirmó que ahí no había nada malo, cuando más bien era una “valiosa contribución” por parte de tan “desprendida” empresa.

Más folclórica fue la pintoresca historia de cierta diputada liberacionista que acostumbraba irse de picnic utilizando de a gratis una avioneta de propiedad publica. O cierto presidente ejecutivo del ICE que acudió a la boda de la hija de un diputado, bien acomodado en un helicóptero pagado con recursos públicos.

Nada folclórico resultaba, sin embargo, el caso del expresidente Calderón Fournier en relación con su participación en el siniestro affaire “Caja-Fischel”. Y, sin embargo, este sujeto siempre ha sostenido que su bien demostrada participación se redujo a gestiones por completo normales, nada censurables.

¿Qué hay de común en todos estos casos? Básicamente una cosa: el convencimiento de que lo que así se hacía, no tenía nada de reprochable, ni menos aún de punible. Utilizar aviones graciosamente proporcionados por una compañía extranjera; financiar tesis de maestría por parte de una gran farmacéutica; hacer “amables” gestiones para “facilitar” ciertas compras por parte de la Caja del Seguro Social; irse de paseo a costa de las arcas públicas en avionetas o helicópteros. Todo eso ha sido visto como asunto cotidiano, tan inocente como echarse una siestita en el bus o comerse su empanada de papa. No es tema que amerite ninguna indagatoria meticulosa, ninguna reflexión medio problematizante ¿A quién se le ocurre hacerse cábalas cuando quiere rascarse la nariz?

Así esta gente piensa y siente respecto de ese tipo de asuntos: tan insignificante como tragarse un sorbo de agua.

Se trata de un proceso de naturalización de la corrupción: como la lluvia en el invierno o los atardeceres en rojo y oro del verano. Por ello mismo se la ejecuta mecánicamente. Igual que cuando uno conduce un auto: no necesita pensar para maniobrar con el volante, simplemente lo hace. Pues esta gente no necesita pensarlo: simplemente lo hace.

La corrupción deviene así un estilo de vida y todo un ethos de la política: la define, la caracteriza, la peculiariza, la conduce. La política es, ella misma, corrupción, porque esta gente no concibe ni practica la política de otra forma que no sea a través de la corrupción.

Ello da lugar a una suerte de dinámica o inercia estructural: las cosas se hacen normalmente para que alguien salga beneficiado, sin que ello necesariamente garantice que también haya beneficio para la colectividad. Si éste se da, es como al modo de un resultado azaroso, una vez que alguien en particular se garantizó un buen premio.

Pero cuando digo estructural, con ello sugiero además que permea el hacer político en forma perdurable, como al modo de una lógica sostenida en el tiempo. Así, lo que vemos es un fenómeno repetitivo: este tipo de manifestaciones de corrupción se repiten una y otra vez, a lo largo de varios gobiernos, y, como es obvio, también en gobiernos y por parte de personajes del partido Unidad Socialcristiana, y no solo de Liberación. En lo que a este último atañe, baste recordar algunos hitos que retratan con claridad lo que fue la segunda administración Arias. Por ejemplo: la criminal manipulación politiquera de la Caja Costarricense del Seguro Social; el infame decreto de interés público a favor de la minería a cielo abierto en Crucitas; o el oscuro “affaire” de las consultorías pagadas con dineros del BCIE ¿Es que los hermanos Arias han reconocido alguna responsabilidad respecto de estos hechos? Claro que no lo hacen, porque ellos también viven la corrupción como un hecho natural: aprendido, interiorizado y ejecutado maquinalmente, como pedalear en la bicicleta una vez que uno aprendió a hacerlo. Lo cual, como es obvio, no les quita una onza de culpa y responsabilidad.

Entonces, metafóricamente uno podría decir que el PLN y el PUSC son partidos que llevan en sus genes y circulando en el torrente de su sangre la corrupción. Si el condicionamiento genético hace que uno deba comer algo cada día, igual esa suerte de “condicionamiento genético” de estos partidos y sus dirigentes, les hace actuar, cotidianamente, en forma corrupta.

Pero el asunto es más complejo y va más allá del ámbito público y político. Es fácil multiplicar los ejemplos. Como cierto empresario de quien se hicieron públicas sus grandes deudas con la Caja. Su justificación: “…de por sí, la Caja no sirve”. La trocha fronteriza, la carretera a Caldera o el aeropuerto, son casos donde intereses privados han usufructuado –pero sin gota de escrúpulo- de recursos de la colectividad. Los fenómenos generalizados de evasión tributaria e incumplimiento de las cuotas de la seguridad social son igualmente asumidos con la frescura de quien considera que robarle a la sociedad es cuestión natural, lo propio de sujetos “inteligentes”.

Claro que en los tiempos previos al neoliberalismo existía corrupción. Pero es muy plausible que el asfixiante ambiente ideológico que éste ha impuesto, ha contribuido poderosamente a naturalizarla. Recordemos que esta ideología proclama y exalta que lo único que vale en la vida es el dinero, el consumo, el despilfarro y el poder. Los partidos políticos –y en especial aquellos que son portaestandartes del neoliberalismo- han quedado completamente atrapados en esa lógica perversa.

Videla: La confesión

Todos luchadores y luchadoras por la Justicia Social, por la verdadera Democracia y por la Liberación Patria real. 30 mil fueron los desaparecidos y eso pasó tan sólo ayer. Uno de los episodios más dolorosos y crueles de la historia ya no sólo de la Argentina, sino de nuestra querida América Latina.

Le recomendamos leer este texto, parte de un libro donde el genocida habló sin ambages de lo que él y los bárbaros como él hicieron en la Argentina de los años ’70. Con sólo leer, usted hará un homenaje a quienes cayeron en su lucha por ideales muy similares a los que nos inspiran hoy en la militancia social de tiempos de globalización.
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Sentado en una silla de plástico al pie de una cama modesta en la celda número 5 de la prisión federal ubicada en Campo de Mayo, el ex general Jorge Rafael Videla explicó en detalle cómo se tomaron las decisiones sobre los detenidos durante los años de la dictadura, cómo se confeccionaron las listas de las personas que debían ser detenidas y en qué consistió el método de la Disposición Final, nombre de entre casa otorgado por las FF.AA. a la forma en que se decidió el destino de miles de prisioneros.

Sin arrepentimiento ni autocrítica, pero sí confesando por primera vez que siente “una molestia”, “un peso en el alma”, el hombre fuerte de la dictadura explicó descarnadamente cómo analizaban los militares la situación de aquel momento: “Pongamos que eran siete mil u ocho mil las personas que debían morir para ganar la guerra contra la subversión; no podíamos fusilarlas. Tampoco podíamos llevarlas ante la Justicia”, explicó.

Disposición Final: “Son dos palabras muy militares y significan sacar de servicio una cosa por inservible. Cuando, por ejemplo, se habla de una ropa que ya no se usa o no sirve porque está gastada, pasa a Disposición Final. Ya no tiene vida útil”.

El método incluyó cuatro etapas:

  • La detención o el secuestro de miles de “líderes sociales” y “subversivos” según listas que afirman los entrevistados fueron elaboradas entre enero y febrero de 1976, antes del golpe, con la colaboración de empresarios, sindicalistas, profesores y dirigentes políticos y estudiantiles.
  • Los interrogatorios en lugares o centros secretos o clandestinos.
  • La muerte de los detenidos considerados “irrecuperables”, por lo general en reuniones específicas encabezadas por el jefe de cada una de las cinco zonas en las que fue dividido el país.
  • La desaparición de los cuerpos, que eran arrojados al mar, a un río, a un arroyo o a un dique; o enterrados en lugares secretos, o quemados en un horno o en una pira de gomas de automóviles.

En aquellos años de plomo los jefes militares habían llegado a la conclusión de que no podían llevar a los detenidos ante la Justicia: recordaban que los procesados y condenados por “actos subversivos” durante el gobierno del general Alejandro Lanusse fueron liberados como héroes luego de la asunción del presidente peronista Héctor Cámpora, el 25 de mayo de 1973 por la noche.

“Tampoco podíamos fusilarlos. ¿Cómo íbamos a fusilar a toda esa gente? La justicia española había condenado a muerte a tres etarras, una decisión que Franco avaló a pesar de las protestas de buena parte del mundo: sólo pudo ejecutar al primero, y eso que era Franco. También estaba el resquemor mundial que había provocado la represión de Pinochet en Chile”, afirmó Videla.

Eran preguntas que me perseguían desde hacía años, como seguramente a tantos argentinos: ¿cuándo, cómo, dónde y por qué los militares tomaron la decisión de matar y hacer desaparecer a esas personas? ¿Por qué no los enviaron a un juez o los fusilaron? ¿Por qué pensaron que semejante ausencia sería olvidada? ¿Por qué los detuvieron en lugares secretos? ¿Cómo justificaban la tortura? ¿Cuál fue la influencia de la llamada Doctrina Francesa? ¿Están arrepentidos? ¿Fue una decisión unánime de la cúpula de las Fuerzas Armadas? ¿Cuál era el rol de Videla? ¿Existen listas de esas víctimas? ¿Dónde están sus restos? ¿Cómo se referían los militares entre ellos a esa situación? ¿Podían los militares de menor graduación desobedecer esas órdenes? ¿Hubo quienes las desobedecieron? ¿Quiénes, cómo, cuándo y dónde decidían la Disposición Final de cada uno de los detenidos? ¿Hubo un plan sistemático para robar los hijos de los detenidos y entregarlos a familias que les cambiaron la identidad? Si no lo hubo, ¿por qué fueron tantos los chicos apropiados por familias afines al régimen militar?

El ex dictador sigue pensando que “no había otra solución. Estábamos de acuerdo en que era el precio a pagar para ganar la guerra y necesitábamos que no fuera evidente para que la sociedad no se diera cuenta. Por eso, para no provocar protestas dentro y fuera del país, sobre la marcha se llegó a la decisión de que esa gente desapareciera; cada desaparición puede ser entendida ciertamente como el enmascaramiento, el disimulo, de una muerte”.

Es decir que Videla aclara un interrogante que el kirchnerismo utiliza cada vez que tiene necesidad: ¿dónde estaban los que ahora nos critican cuando los militares mataban y hacían desaparecer a nuestros compañeros? Como si Néstor y Cristina se hubieran destacado por su lucha a favor de los derechos humanos durante el gobierno militar. El oficialismo aprovecha esa “mala conciencia” de tantos, pero Videla revela que, precisamente, el objetivo de la Disposición Final fue impedir que la gente supiera qué es lo que estaba pasando.

Videla establece una continuidad entre la represión ilegal del Proceso con el gobierno constitucional del peronismo, más precisamente con los decretos firmados por el presidente interino Italo Luder el 6 de octubre de 1975. “Las desapariciones se dan luego de los decretos de Luder, que nos dan licencia para matar. Desde un punto de vista estrictamente militar, no necesitábamos el golpe; fue un error porque le quitó legitimidad democrática a la guerra contra la subversión”.

Por qué habla ahora

Fueron nueve entrevistas que sumaron veinte horas entre octubre del año pasado y marzo de 2012 en las que Videla contestó todas las preguntas sobre la dictadura que encabezó durante cinco años, entre 1976 y 1981, cuando fue reemplazado por su amigo y aliado, el general Roberto Viola. ¿El tema principal? Los miles de desaparecidos, la herida más profunda causada por su gobierno.

Pero no fue el único tema: el libro Disposición Final explica la dictadura por dentro a partir de entrevistas con Videla, pero también con otros militares y ex militares, políticos, sindicalistas y funcionarios. Y sus relaciones con los empresarios, Estados Unidos, la Unión Soviética, la prensa, el peronismo, el radicalismo y el Partido Comunista, entre otros factores.

Como sostuvo el semiólogo, filósofo e historiador búlgaro francés Tzvetan Todorov en un artículo reciente en el diario El País, “si queremos comprender los desastres pasados, condición previa indispensable para cualquier intento de impedir que se repitan, lo que debemos hacer es acudir a quienes cometieron esos actos”. Y colocar esos hechos en su contexto histórico porque, según decía Karl Marx, “los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado”.

Es la primera vez que Videla habla en forma tan concreta, precisa y descarnada sobre los desaparecidos. ¿Por qué no lo hizo antes? ¿Por qué no habló así ante la Justicia? Creo, en primer lugar, que los periodistas no estábamos interesados en escucharlo. La última vez que lo vi, le pregunté cuántos pedidos de entrevista había recibido desde que en 2008 el juez Norberto Oyarbide le revocó la prisión domiciliaria y lo envío a la cárcel de Campo de Mayo. “Cuatro me contestó. El periodista español que publicó la entrevista en Cambio 16; una periodista colombiana de la que luego no supe más nada; un abogado (Carlos) Manfroni, que acaba de publicar un libro en el que incluye declaraciones mías, y usted”. Interpreto que los periodistas estamos todavía atrapados en un paradigma que nos indica quiénes deben ser consultados sobre los años setenta; Videla no figura, claramente, en esa nómina políticamente correcta.

En segundo lugar, Videla y otros militares acusados o condenados por violaciones a los derechos humanos confiaban en el triunfo de Eduardo Duhalde en las elecciones presidenciales del año pasado, de quien esperaban una suerte de amnistía. A los 86 años y frente a cuatro años más, por lo menos, de gobierno kirchnerista, Videla parece pensar que ya no tiene sentido mantener “el silencio que me había autoimpuesto”.

En tercer lugar, Videla sostiene que, si bien “no estoy arrepentido de nada y duermo muy tranquilo todas las noches, tengo sí un peso en el alma y me gustaría hacer una contribución para asumir mi responsabilidad de una manera tal que sirva para que la sociedad entienda lo que pasó y para aliviar la situación de militares que tenían menos graduación que yo”. En este sentido, considera que sus oficiales no tenían otra salida que “cumplir las órdenes si querían seguir en el Ejército”.

Es evidente que la percepción de Videla y de la “familia militar” sobre el desafío armado de las guerrillas y el contexto histórico anterior al golpe amortigua, relativiza en su conciencia el impacto que pueda tener la presencia gritante de los desaparecidos.

Claro que lo lógico habría sido que Videla diera estas explicaciones ante la Justicia o un organismo o comisión creada desde el Estado. No es bueno que el periodismo reemplace, de alguna manera, a la instancia judicial. Pero tal vez sea hora de preguntarnos con sinceridad si los actuales juicios por delitos de lesa humanidad buscan la verdad de lo que pasó, que incluye la localización de los restos de los desaparecidos, o privilegian la condena en bloque y con argumentos más bien polémicos (por ejemplo, testigos que reconocen a sus presuntos captores y torturadores por el tono de la voz o el perfume que usaban) a los militares y policías acusados o procesados en causas que se mueven muy lentamente y a tono con las especulaciones políticas y electorales del oficialismo.

El hombre y sus circuntancias

No se puede analizar un hecho político relevante, como, por ejemplo, el último régimen militar, despojado de su contexto histórico. Lo enseñaba, entre otros, Marx en El dieciocho brumario de Luis Bonaparte , donde al referirse al golpe de Estado del sobrino de Napoleón, en 1851, criticó una interpretación de Víctor Hugo: “Parece, en su obra, un rayo que cayó de un cielo sereno; no ve más que un acto de fuerza de un solo individuo”.

El golpe del 24 de marzo de 1976 tampoco fue un rayo caído de un cielo sereno. El cielo no estaba sereno: el gobierno constitucional de Isabel Perón desfallecía en medio de una tormenta de ineficacia, inflación, desabastecimiento, denuncias de corrupción y violencia política. Por ese motivo, la caída de Isabelita fue recibida con alivio por muchos argentinos.

Tanto la guerrilla peronista, Montoneros, como la guerrilla trotskista guevarista, el Ejército Revolucionario del Pueblo, jugaban al golpe porque pensaban que la irrupción militar aceleraría la revolución socialista. Más aún: luego del golpe los grupos guerrilleros perjudicaron con sus ataques a los generales que aún creían que la represión debía ser hecha con la ley en la mano. Fue el caso de la bomba vietnamita que el 2 de julio de 1976 destruyó el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal, en plena Capital, donde murieron veinticuatro personas y hubo más de sesenta heridos, y que Videla atribuye a, entre otros, Horacio Verbitsky, cosa que el periodista niega.

Ese atentado le costó el puesto al general y abogado Arturo Corbetta, que era el flamante jefe de la Policía Federal. “Corbetta quería obligar a la Policía Federal a que combatiera con los códigos de un abogado, pero eso no era de aplicación. La Policía lo dejó solo en el Patio de las Palmeras durante el velatorio de los muertos”, señaló Videla. Corbetta fue reemplazado por un “duro”, el general Edmundo Ojeda.

Esto no disminuye la responsabilidad de Videla y sus generales en la Disposición Final, pero nos ayuda a entender todo lo que pasó en aquellos años sangrientos que, seguramente porque no están bien explicados, se resisten tanto al olvido.

  • “La verdad es que durante cinco años hice prácticamente todo lo que quise. Nadie me impidió gobernar, ni la Junta Militar ni ningún factor de poder”
  • “Nuestro objetivo era disciplinar a una sociedad anarquizada; volverla a sus principios, a sus cauces naturales. Con respecto al peronismo, salir de una visión populista, demagógica, que impregnaba a vastos sectores; con relación a la economía, ir a una economía de mercado, liberal. Un nuevo modelo, un cambio bastante radical; a la sociedad había que disciplinarla para que fuera más eficiente. Queríamos también disciplinar al sindicalismo y al capitalismo prebendario.
  • El tema de los desaparecidos es ‘el’ tema presente, actual, que nos pesa como resabio de la guerra contra la subversión; el tema que ha quedado como herencia de esa guerra y el tema que compromete el futuro de la Argentina. Quiero decir: no hay futuro si no hay concordia, y no hay concordia si no se “blanquean” los hechos ocurridos; asuntos que hieren y que justifican los reclamos, válidos muchos de ellos aunque también hay especulación política sobre ellos.
  • “Se lavaron las manos [los empresarios]. Nos dijeron: ?Hagan lo que tengan que hacer’, y luego nos dieron con todo. ¡Cuántas veces me dijeron: Se quedaron cortos, tendrían que haber matado a mil, a diez mil más’! Era barato decir eso: ¡Mire el precio que tuve y que tuvimos que pagar! Y no me refiero sólo al precio objetivo de nuestra situación actual, de nuestra prisión actual, sino al precio subjetivo, a los planteos morales. Yo soy creyente, y esta situación me molesta. Confieso que tengo una molestia en el alma, que es cómo hacer para darle una solución a este problema.”
  • “No había otra solución; estábamos de acuerdo en que era el precio a pagar para ganar la guerra y necesitábamos que no fuera evidente para que la sociedad no se diera cuenta. Había que eliminar a un conjunto grande de personas que no podían ser llevadas a la Justicia ni tampoco fusilarlas. El dilema era cómo hacerlo para que a la sociedad le pasara desapercibido. La solución fue sutil la desaparición de personas, que creaba una sensación ambigua en la gente: no estaban, no se sabía qué había pasado con ellos; yo los definí alguna vez como ?una entelequia’. Por eso, para no provocar protestas dentro y fuera del país, sobre la marcha se llegó a la decisión de que esa gente desapareciera; cada desaparición puede ser entendida ciertamente como el enmascaramiento, el disimulo, de una muerte.”
  • “La libertad de acción derivó en grupos que se manejaron con demasiada autonomía. Había una finalidad, que era lograr la paz sin la que hoy no habría una república. Pero los medios fueron tremendos.”
  • “Los detenidos eran alojados en lugares no comunes por razones de seguridad, que debían ser muy rigurosas, y además para tenerlos a mano para apretarlos cada vez que lo necesitáramos a cambio de nada o de algo. Son los mal llamados Centros Clandestinos de Detención, o los Lugares de Reunión de Detenidos, que era el término reglamentario.”

“Siempre se nos ha preguntado por las listas de desaparecidos; eso ya no es una novedad, porque las listas son las conocidas; habrá que depurarlas de casos que no corresponden, pero las listas, de hecho, están. El problema es que a partir de ellas se nos lleva a un final que no tiene respuesta, al menos en la mayoría de los casos: la pregunta final, definitiva, es dónde están los restos de cada uno de los desaparecidos. No hay respuestas. Habrá casos en que sí hay respuestas, pero no en todos, por lo cual es preferible nada para no sembrar desconfianza a partir de contradicciones. Y no hay respuestas en todos los casos por la misma modalidad [de la represión]”.